El presidente de EEUU pisa estos días España, y fugazmente la Bahía de Cádiz. El domingo por la tarde se dejará ver durante unas horas en la Base Naval. Sindicatos aprovechan para exigir al Gobierno español a que inste a los norteamericanos a cumplir los compromisos en relación a las condiciones de trabajo del personal civil de la instalación militar. Y colectivos pacifistas convocan una concentración para “decirle la verdad” a Obama ante el “servilismo más vergonzante” de la mayor parte de los políticos y la ciudadanía.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, pisa estos días España, y muy fugazmente la Bahía de Cádiz. En la agenda prevista, llegará en la noche del sábado y en la mañana del domingo realizará una visita turística por el centro de Sevilla, para poner rumbo por la tarde a Rota, donde sólo se dejará ver durante unas horas en la Base militar. De allí partirá a Madrid, donde el lunes será recibido por el rey Felipe VI y el presidente en funciones, Mariano Rajoy. Y adiós.
En esa estancia de Obama en Rota, en una más que previsible calurosa tarde de domingo, siempre dentro de la Base de uso compartido por los ejércitos de EEUU y España, incluirá un saludo a las tropas y la visita a uno de los cuatro barcos destructores que forman parte del inquietante escudo antimisiles de la OTAN conformado en estas instalaciones. Llegará poco después de las 15 horas y se irá sobre las 17 horas.
Teniendo en cuenta el operativo de seguridad que acompañará a la comitiva, es muy probable que ni tenga constancia de la protesta que diferentes colectivos han convocado a mediodía a las puertas de la Base roteña para dejarle claro que “no es bienvenido y que es una persona non grata en este territorio”. Movilizaciones similares se están organizando en Sevilla.
La plataforma andaluza contra las bases militares, las plataformas contra el TTIP de Cádiz y Jerez y la Coordinadora 22M- Jerez, están detrás de la concentración en Rota.
Señalan en un comunicado remitido a DIARIO Bahía de Cádiz que ante la visita “del máximo dirigente del país más poderoso del mundo”, los andaluces pueden tomar dos posturas: “el servilismo más vergonzante, que parece ser la postura de la inmensa mayoría de nuestra clase política y la de aquella parte de la ciudadanía que reduce toda la realidad a relaciones económicas y beneficios monetarios a cualquier precio y a corto plazo”; o bien, como alternativa, “una postura crítica”.
Y se ofrecen una serie de argumentos para sustentar este rechazo: “nos visita el presidente de un país que durante más de medio siglo fue protagonista de una Guerra Fría que convirtió al mundo en un inmenso polvorín nuclear que estuvo varias veces al borde de la catástrofe, dedicando gigantescas sumas de dinero al armamentismo y olvidándose de los más pobres del mundo, de los países empobrecidos”. Un país que, además, pactó con el franquismo “para hacerse con una serie de bases militares estratégicas, cuando se expropió a centenares de ciudadanos y se les obligó a dejar su tierra para construir una enorme base aeronaval en Rota; que nos regaló las famosas bombas nucleares de Palomares, o que invadió países como Irak usando nuestra tierra andaluza como plataforma de guerra…”.
Por otro lado, se remarca que Obama también es máximo dirigente de la OTAN, “una estructura militar con gravísimos crímenes de guerra a sus espaldas, que desde su creación ha causado millones de víctimas inocentes en defensa de los intereses estratégicos de los EEUU y sus aliados”. Y un premio Nobel de la Paz “que se quedó en unas cuantas buenas intenciones, que ni ha cerrado Guantánamo, ni ha exigido a Israel que respete las resoluciones de la ONU sobre Palestina, que ha terminado por amoldarse al gigantesco lobby de la industria militar, que ha bombardeado siete países… Todo ello ha contribuido al envilecimiento de dicho premio, ya hace tiempo en entredicho, desde que se concedió a personajes tan siniestros como Henry Kissinger”.
Esto colectivo subraya que quienes cuestionan esta visita del presidente estadounidense “decimos algo tan sencillo como el niño del famoso cuento de Andersen ‘El traje nuevo del emperador’: el emperador va desnudo. De nada sirve que le hayan confeccionado unos sastres suecos un traje nuevo de pacifista. El emperador va enseñando sus vergüenzas, y lo mejor para Obama es decirle la verdad, que va desnudo, aunque le rodeen cortesanos y reyes que no cesen de alabar su magnífico vestido”.
“Le diremos la verdad desde el movimiento ecologista, desde el feminismo antibélico y antipatriarcal, desde el antiimperialismo, desde la noviolencia, desde una ciudadanía comprometida con la paz que no va a callar ni va a ser cómplice del servilismo. Y también desde las plataformas contra el TTIP, pues los dirigentes del mundo siguen tomando a la ciudadanía por imbécil y redactan acuerdos económicos para perpetuar su injusta riqueza y su injusto reparto de las riquezas del planeta Tierra, un planeta abocado al caos medioambiental sin que el premio Nobel que lo gobierna haga nada por impedirlo”.
“QUEREMOS MENOS CUENTOS Y MÁS CUENTAS EN RELACIÓN AL EMPLEO”
En el plano meramente laboral, de los cientos de gaditanos empleados en la Base de Rota, el secretario general de CCOO de Andalucía, Francisco Carbonero, se reunía días atrás con el comité del personal laboral de la Base Naval para analizar su situación.
Ambas partes pusieron sobre la mesa una realidad “muy diferente de la que tratan de proyectar nuestros gobernantes, ya que en diez años se han perdido 750 puestos de trabajo directos y hay un incumplimiento reiterado de los compromisos adquiridos por parte de EEUU”.
“El compromiso del escudo antimisiles y de los barcos para su construcción era de una gran generación de empleo pero los cuatro barcos han traído trabajos de 520 euros al mes durante seis meses con vacantes eventuales que no se entienden y se siguen perdiendo empleos”, se evidencia. Ante ello, CCOO ha reivindicado, sobre todo al Gobierno de España “porque es quien tiene más competencia en la materia”, el mantenimiento de la plantilla de personal laboral local que “hasta ahora no hemos notado la carga de trabajo, y de hecho, se están perdiendo más de 20 puestos anuales por jubilación y no se auguran cambios”.
Asimismo, este sindicato ha denunciado que “no solo es que no se revisen los tratados que son del año 88, sino que no se cumplen y el acuerdo de porcentaje de plantilla 70% española, 30% americana se está invirtiendo y ya hay más de 320 trabajadores americanos haciendo las funciones que tendrían que hacer personal español”. “No decimos que sobren americanos, decimos que faltan 320 trabajadores españoles”, se subraya.
Carbonero, quien ha afirmado que “el peaje que paga EEUU en Rota es absolutamente insuficiente para la rentabilidad que obtiene como potencia militar y uso de nuestro espacio”, ha aclarado que “no estamos haciendo apología en contra de la Base, lo que queremos es que dentro se cumplan los derechos de los trabajadores y trabajadoras y la legislación de España”.
CCOO-A insiste en que se quiere convertir la visita del presidente Barack Obama “en una exigencia al Gobierno para que inste a EEUU a cumplir los compromisos del Tratado en relación a las condiciones de trabajo que se dan en la Base. Sería ridículo que la ilusión de nuestros gobernantes ante la visita de Obama dejase en un cajón la exigencia de lo que es nuestro, que es el cumplimiento de los acuerdos y de los derechos”.
“No se puede proyectar que todo es maravilloso porque no es verdad. Queremos menos cuentos y más cuentas en relación al empleo, a su calidad y a cómo afecta a la economía de la zona y que nuestros gobernantes sean más exigentes con el poder dominante que es EEUU”, sentenciaba Carbonero en este reciente encuentro.
MÁS DE 60 AÑOS DE BASE MILITAR
Rota festejaba en 2013 que, entonces, se cumplían 60 años de que en 1953, en plena dictadura de Franco, se firmó el primer convenio entre España y EEUU en el que se recogía la instalación de la Base Naval en la Villa. Este hecho histórico ha marcado la vida y el desarrollo de la localidad, sin dudas. Y el Ayuntamiento no ceja en su reivindicación de compensaciones por la servidumbre militar.
La Base comienza a construirse en abril de 1955, sobre 2.400 hectáreas en una zona de costa entre los términos municipales de Rota y El Puerto, frente a la Bahía, a 90 kilómetros del estrecho de Gibraltar. Está rodeada valla metálica y una carretera de circunvalación de 26 kilómetros de perímetro.
Desde 1984 se convoca además anualmente la Marcha a Rota, exigiendo el desmantelamiento de estas bases militares, un proyecto-reivindicación de los movimientos pacifistas, sindical, feminista, político de la izquierda de Andalucía que tuvo su eclosión en 1986 coincidiendo con el referéndum sobre la permanencia de España en la OTAN. Otros momentos claves fueron 1991, durante la primera Guerra del Golfo (con el envío de unidades españolas a la zona y el momento álgido de la campaña de insumisión); 1997, cuando el primer gobierno Aznar decide que el Estado español ingrese en la Estructura Militar Integrada de la Alianza Atlántica, violando así el resultado del referéndum de 1986; y 2003, con el inicio de la invasión militar de Irak por parte de EEUU y Reino Unido. En 2015 la manifestación sumó unas 400 personas, según los propios convocantes, bajo el lema ‘Trabajo y dignidad, sí. Negocio de la guerra, no’.
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