El Monasterio de la Victoria, de El Puerto de Santa María, abre sus puertas este martes 18 de julio, una fecha muy señalada por el golpe de Estado franquista de 1936 –que conllevó a tres años de Guerra Civil y más de 40 de gris dictadura-, para acoger el acto ‘Música y Poesía por la Memoria en el Penal de El Puerto’.
Una cita para seguir reivindicando la memoria histórica que contará con la participación de “artistas comprometidos” de la talla de Selu de El Puerto, Lucía Socam y Pilar La Mónica; los escritores Juan Rincón Ares y Pepe Mendoza; además de familiares de personas fusiladas durante la dictadura.
Este acto, a partir de las 21 horas, servirá “para homenajear al pasado mirando a un futuro más democrático, más republicano”, según defiende el Foro por la Memoria local. Una actividad que cuenta con la financiación de la Junta de Andalucía, a través de la Dirección General de Memoria Democrática, la Diputación y el Ayuntamiento.
“Es un homenaje a las personas que lucharon por la República, y es una alegría y motivo de orgullo que este encuentro pueda celebrarse en el Penal”, según apunta Raquel Bolarin, integrante del Foro por la Memoria de El Puerto. Bolarín expone que este espacio público “debe ser un referente anual en la Bahía, en la provincia y a nivel nacional porque el Penal no tuvo sólo la dimensión local que se intuye sino que fue uno de los bastiones franquistas para encarcelar a sindicalistas y republicanos de toda la provincia y toda España. No hay mejor sitio para trabajar por recuperar la memoria histórica y dar visibilidad a aquellas personas que lucharon por defender la República”.
Al respecto, en una nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz, la concejala de Patrimonio Histórico y Cultura, María Eugenia Lara, sostiene que “en la línea de poner en valor nuestro patrimonio desde el Ayuntamiento seguiremos apostando por poner al servicio de la ciudadanía espacios públicos como éste que además guarda una historia que no podemos olvidar y que debemos visibilizar trabajando juntos y siguiendo los principios de verdad, justicia y reparación”. Lara ha aprovechado la conmemoración de “este importante evento” para invitar a portuenses y visitantes a conocer el Monasterio de la Victoria, “un edificio emblemático ubicado en una zona de entrada a la ciudad por el que apostamos de forma decidida, para que sea un espacio abierto a la ciudadanía y pueda albergar más eventos culturales como este”.
Por su lado, la edil de Participación Ciudadana y Memoria Democrática, Matilde Roselló, ha querido extender públicamente un reconocimiento al “enorme trabajo de documentación histórica que durante años ha venido realizando el Foro por la Memoria de El Puerto, a pesar de no haber contado hasta ahora, con el compromiso de la administración local”. Y ha invitado a la ciudadanía a participar en lo que considera será “un bonito y entrañable acto que unirá poesía, música y memoria histórica para seguir reivindicando visibilidad y reconocimiento a la lucha por defender los valores democráticos de la República que se vieron salpicados con el golpe de estado y el régimen franquista”.
Este acto llega con motivo de la celebración del Día de recuerdo y homenaje a las víctimas del golpe militar y la dictadura, establecido el 14 de junio en la renovada Ley de Memoria Histórica y Democrática de Andalucía, aprobada el pasado mes de marzo. El artículo 17 de la citada ley expone, además de esta declaración, que las instituciones públicas andaluzas impulsarán en esa fecha “actos de reconocimiento y homenaje, con el objetivo de mantener su memoria y reivindicar los valores democráticos y la lucha del pueblo andaluz por sus libertades”.
El antiguo Penal de El Puerto es desde octubre de 2014 formalmente Lugar de Memoria, como emplazamiento de la represión franquista y homenaje a las víctimas de la Guerra Civil y la dictadura.
El Monasterio de la Victoria, o de Santa María de la Victoria, está considerado como el convento masculino más antiguo de la ciudad. Su construcción se inició, según consta en una inscripción en el mismo edificio, en el año de 1504. Tras la desamortización de los bienes eclesiásticos a mediados del siglo XIX pasó a manos del Estado hasta que finalmente se instaló en él la prisión central, función que ha desempeñado hasta 1980. En el periodo de la Guerra Civil a raíz del golpe de Estado, en este lugar se encarcelaron a represaliados, siendo el número de internos muy superior a la capacidad del recinto. En 1940, sobre una población en el municipio de 22.264 habitantes, casi el 19% se encontraba cumpliendo condena. Tres de cada diez hombres que habitaban la localidad entonces eran presos. Actualmente está declarado Bien de Interés Cultural (BIC).