Cádiz recuerda este jueves el 69 aniversario de la mayor catástrofe que ha sufrido la ciudad en los últimos tiempos: la Explosión de 1947 que arrojó el balance de más de 150 muertos y unos 2.000 edificios afectados, sobre todo en Extramuros. El Ayuntamiento mantiene su habitual ofrenda floral, mientras el Instituto Español para la Reducción de los Desastres se une a la conmemoración con una ruta por la zona afectada y una conferencia-debate con investigadores, supervivientes y personas que acudieron al rescate.
Cádiz recordará este jueves el 69 aniversario de la mayor catástrofe que ha sufrido la ciudad en los últimos tiempos. El infausto 18 de agosto de 1947 se produjo una explosión en un depósito de minas de la Base de Defensas Submarinas; suceso conocido popularmente como la ‘Explosión de Cádiz’ que arrojó el balance de más de 150 muertos (la cifra oficial) y unos 2.000 edificios afectados, sobre todo en Extramuros.
Como ya es habitual, el Ayuntamiento realizará una ofrenda floral ante el monumento en la plaza de San Severiano que recuerda a las víctimas de la explosión a las 12 horas.
Además, según se ha informado a DIARIO Bahía de Cádiz, el Instituto Español para la Reducción de los Desastres (IERD), con el apoyo de varios investigadores y colaboradores, se ha unido a esta conmemoración con el propósito de dotar de mayor contenido a este día y ofrecer en este año y en los venideros un conjunto de actividades que contribuyan a mantener este merecido recuerdo a las víctimas de la explosión.
Así, tras el acto de la ofrenda floral se desarrollará un programa de actividades que se iniciará con la Ruta de la Explosión. A las 12.15 horas, el IERD dirigirá una ruta guiada por los lugares de la explosión que comenzará en el interior del Instituto Hidrográfico, desde el punto en el que se encontraba ubicado el almacén de minas que hizo explosión en 1947, para luego ascender hasta la calle Tolosa Latour y continuar por la barriada España, calle Brunete, chalet de Varela, calle Acacias y chalet Las Terrazas. El itinerario terminará en la avenida de Bahía Blanca, contemplando el paisaje de los Astilleros de Cádiz.
Los actos proseguirán por la tarde en la Casa de Iberoamérica, con el apoyo y colaboración del Ayuntamiento. Así, a las 20 horas se proyectará el vídeo inédito ‘La Explosión de Cádiz de 1947’, que hará un breve recorrido de imágenes y sonido por la ciudad siniestrada.
Posteriormente, en la misma sala se desarrollará una conferencia-debate que contará con la presencia y participación de los distintos investigadores que han abordado el estudio de la catástrofe, así como de algunos supervivientes e hijos de las víctimas o de las personas que acudieron a su rescate. Durante este acto se relatarán algunas de las escenas más impactantes, dramáticas y heroicas que se vivieron en aquellos días, “con el objetivo de que las personas asistentes y las nuevas generaciones puedan revivir y comprender el lado más humano de la tragedia”.
Por último, la coral gaditana Virelay cerrará el acto con un recital musical dedicado a las víctimas y en la que cantarán, entre otras composiciones, un réquiem en su memoria.
UN POCO DE HISTORIA
El fatídico 18 de agosto de 1947 se produjo, por la noche, una explosión en un depósito de minas de la Base de Defensas Submarinas; suceso que arrojó el balance de más de 150 personas muertas, 5.000 heridos, y 2.000 edificios afectados.
Aquella noche la onda expansiva arrasó el barrio de San Severiano y los astilleros, los edificios de la barriada España, los chalets de Bahía Blanca, los Cuarteles, la Casa Cuna, el campo de la Mirandilla y el sanatorio Madre de Dios. En la Casa Cuna murieron niños y hermanas de la Caridad. En los edificios de los alrededores fueron sepultadas familias enteras.
Una explosión que quedó fundamentalmente reducida al Cádiz de Extramuros, ya que las viejas murallas de las Puertas de Tierra y de San Roque, defendieron en gran parte al centro de la capital, pese a que dicen que hasta las puertas de la Catedral se doblaron como consecuencia de la deflagración, cuyas causas aún no son del todo claras y más teniendo en cuenta que fue un hecho que intentó silenciar la dictadura franquista: se habla de accidente, en cualquier caso, evitable –de hecho no era entendible mantener un depósito de minas junto a la población-, e incluso de sabotaje terrorista.
Con todo, Extramuros, lo que el gaditano llama ‘puertatierra’, es consecuencia directa de la reconstrucción de la ciudad tras la explosión. Y la ayuda del Régimen. Así nacieron la nueva barriada España, Trille, Brunete, Puntales, o La Paz. E incluso el Estado nacionalizaba el astillero de Echevarrieta y Larrinaga, arrasado por el suceso y en horas bajas, naciendo Astilleros de Cádiz, hoy, tras sucesivas crisis, parte de Navantia.
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