La madrugada de este sábado 25 al domingo 26 será un poco más larga: finaliza la ‘Hora de Verano’ establecida en todos los países miembros de la UE, por lo que los relojes deberán retrasarse una hora (a las 03.00 serán las 02.00 horas), en cumplimiento de la Directiva Comunitaria. Según estimaciones, el ahorro en iluminación propiciado por este cambio horario, de marzo a octubre, puede alcanzar en España los 300 millones de euros.
La madrugada de este sábado 25 al domingo 26 será un poco más larga: finaliza la ‘Hora de Verano’ establecida en todos los países miembros de la Unión Europea, por lo que los relojes deberán retrasarse una hora (a las 03.00 serán las 02.00 horas), en cumplimiento de la Directiva Comunitaria.
Según estimaciones del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), Entidad Pública Empresarial del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio, el potencial de ahorro en iluminación en España, por este cambio de hora, puede llegar a representar un 5% del consumo eléctrico en iluminación, equivalente a unos 300 millones de euros.
Estas cifras anteriores son potenciales, es decir, para alcanzarlas es necesario llevar a cabo un comportamiento racional en el hogar a la hora de prescindir de la iluminación artificial cuando no es necesaria, así como la utilización de tecnologías de ahorro en iluminación por aprovechamiento de la luz natural, en edificios del sector terciario y en industrias.
Pero, además, independientemente del cambio de hora, el Ministerio de Industria y el IDAE recomiendan a los ciudadanos contribuir al ahorro de energía durante todo el año haciendo un uso inteligente de de la energía en el hogar, en lo que se refiere tanto a la iluminación, como al aire acondicionado, la calefacción, la compra de electrodomésticos eficientes, utilización del coche, etc.
CAMBIOS DE HORA, DESDE 1974
El ‘Cambio de Hora’ comenzó a generalizarse, aunque de manera desigual, a partir de 1974, cuando se produjo la primera crisis del petróleo y algunos países decidieron adelantar sus relojes para poder aprovechar mejor la luz del sol y consumir así menos electricidad en iluminación. Se aplica como directiva desde 1981 y ha sido renovada sucesivamente cada cuatro años.
Desde la aprobación de la Novena Directiva, por el Parlamento Europeo y Consejo de la Unión, en enero de 2001, este cambio se aplica con carácter indefinido. Dicha Directiva está incorporada al ordenamiento jurídico español por Real decreto 236/2002, de 1 de marzo.
La citada norma ha sido dictada con vocación de permanencia, de modo que todos los ciudadanos e instituciones, públicas y privadas de la Unión conozcan anticipadamente las fechas del cambio horario anual y planificar su actividad sin necesidad de esperar ninguna norma futura. DIARIO Bahía de Cádiz