La capital gaditana despide simbólicamente este sábado 31 de agosto el verano con el Entierro de la Caballa, en el Club Caleta, a partir de las 22 horas. Una fiesta “singular y típica” que alcanza su XXXIV edición.
Previamente, el peculiar “cortejo funerario” con el que se inicia este evento partirá a las 18.30 horas desde el mismo club y discurrirá por las calles del barrio de La Viña, terminando con la quema de la caballa en la playa e iniciándose a partir de ahí las actuaciones.
La fiesta tendrá como pregonero al autor y componente de agrupaciones Francis Sevilla Pecci, con su coro ‘El taller de los libretos prohibidos’. Y actuarán las siguientes agrupaciones carnavalescas: la comparsa ‘La manada’, y las chirigotas ‘Er Chele Vara’, ‘Los jarabe de palo’ y ‘Un pasito a la izquierda y otro a la derecha’.
Días atrás se presentaba el cartel con la presencia de la concejala de Fiestas, Lola Cazalilla, el presidente del Club Caleta, José Fernández Campos, y la delegada de Fiestas de dicha entidad, Antonia Muñoz.
En el afiche, a decir de Fernández Campos, destacan tres alegorías: la caballa lleva una maleta en la que se puede leer 60 años, en alusión a las seis décadas que cumplen el Club Caleta y la Peña La Estrella, entidad con la que están hermanados. Además, la maleta contiene las aletas y las gafas de bucear del desaparecido Manolo Baena, que ostentaba el cargo de vicepresidente del club. Y la ilustración también recoge una guitarra llorando junto a una pluma, en homenaje al también recientemente fallecido Juan Carlos Aragón.
Todos los años, en este evento cada edición más popular, se emplean entre 300 y 400 kilos de caballa para preparar los fideos con caballa que se reparten entre los asistentes, según se ha informado a DIARIO Bahía de Cádiz.
La edil de Fiestas ha agradecido al Club Caleta y a las personas organizadoras del Entierro de la Caballa su dedicación por “organizar este entrañable y mágico acto cada vez más vinculado a la ciudadanía y con el que se remata el verano, al menos en lo que a vacaciones se refiere”. Cazalilla ha resaltado que se trata de una celebración que, aunque está “fuertemente arraigada a la vecindad de La Viña y a los pescadores de La Caleta, es una fiesta abierta e inclusiva a la que se suman las personas que visitan nuestra ciudad, que veranean aquí o quieren colaborar”.