Sin contar mucho con la oposición de entrada, el bipartito de PSOE-Cs lleva a aprobación inicial al pleno de septiembre su nueva ordenanza “para una movilidad amable y sostenible”. Establece total preferencia para el peatón, y se busca desplazar al coche en un lugar secundario, apartándolo hacia las vías básicas y los aparcamientos tácticos.
Parece que ante la inminente puesta en servicio del tranvía metropolitano, que atraviesa el eje de la calle Real de San Fernando, el Gobierno local de PSOE y Ciudadanos ha decidido elevar a pleno este mes para su aprobación inicial una nueva ordenanza de movilidad que “avanza en la apuesta de dar un lugar secundario a los vehículos para crear las condiciones que permitan una movilidad amable con las personas y que sea sostenible y luche contra el cambio climático”. Tras su esperable aprobación (el bipartito suma mayoría absoluta) se abrirá “otro proceso de participación” antes de su aprobación definitiva.
Ante este anuncio en plena Semana Europea de la Movilidad (apenas se han organizado en La Isla actividades para celebrarlo), desde la oposición Podemos ya cuestiona que la ordenanza que se trae a pleno “deprisa y corriendo”, “no es amable ni es sostenible, por más que el título lo diga”, y se aprobará “sin participación” de partidos ni colectivos ciudadanos. Además, añaden desde la formación morada, en todo el mandato “sólo se ha convocado una vez el Consejo Asesor de Tráfico, pero ni siquiera ha sido para consensuar este texto farragoso y nada práctico”; “como tampoco se ha consensuado con la Mesa de Accesibilidad, teniendo en cuenta la importancia que tiene la accesibilidad en la movilidad”.
“el Gobierno local aprobará deprisa y corriendo la ordenanza de movilidad unilateralmente y sin participación”
Otra opinión muy distante tiene la alcaldesa Patricia Cavada, que en la nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz vende esta futurible ordenanza municipal “para una movilidad amable y sostenible” como “apuesta trascendental que abandona el concepto que sostenía la actual normativa en vigor, que basa su desarrollo en la prevalencia del coche privado y en la ocupación del espacio público por este, para avanzar hacia un modelo en el que ya viene trabajando hace tiempo el Ayuntamiento y en el que el coche tiene un lugar secundario y es apartado hacia las vías básicas y los aparcamientos tácticos”.
Agrega además que esta nueva regulación emana de las encomiendas de la Agenda Urbana y la Agenda 2030, que propician un nuevo modelo que ya aplican otros ayuntamientos más avanzados en este ámbito, como Vitoria, Valencia y Pontevedra.
En la teoría, esta normativa quiere mejorar las condiciones de habitabilidad de residentes y visitantes a través de potenciar estrategias de multimodalidad, entre los diferentes modos de transporte: tren, tranvía, transporte interurbano, autobús urbano, aparcamientos de residentes y rotación, ejes peatonales y coexistencia con el tráfico residencial, y carriles para la bicicleta. “De este modo, se pasa de un modelo que invitaba a dormir y salir a un modelo pensado para acceder y disfrutar de San Fernando, acudir a eventos, pasear la ciudad y disfrutar de la hostelería, estructurado sobre un nuevo modelo de movilidad urbana”, interpreta la primera edil socialista.
“Las ciudades antes estaban pensadas para que los coches pudieran ir a todos los sitios, pero ahora -insiste Cavada- queremos revertir la actual situación y apostamos por otro modelo que tiene un ejemplo muy práctico en San Fernando en la transformación de la calle Real, una vía se ha convertido en un espacio público lleno de personas caminando, de ciudadanía que participa actividades, eventos y donde hay espacio para las terrazas de hostelería y para el transporte sostenible con el tranvía de la Bahía”.
Ese concepto es el eje vertebrador de esta ordenanza “que avanza hacia el nuevo urbanismo hacia el que San Fernando quiere seguir caminando”. En este sentido, la alcaldesa ha afirmado que la localidad “está ya en una fase intermedia para la aplicación de este modelo”, que tendrá su culminación con la puesta en marcha de las llamadas supermanzanas y el futuro Plan General de Ordenación Urbana (PGOU).
EL PEATÓN, PRIORITARIO
La principal novedad y objetivo de la ordenanza es la nueva jerarquía de la movilidad que da prioridad al peatón y que organiza el sistema viario para el desarrollo de ejes estructurantes de desplazamiento que permiten reconducir adecuadamente el tráfico en el exterior, en diferentes ejes en anillo, que garantizan la habitabilidad y la centralidad interiores.
Así, habrá ejes peatonales, áreas de especial protección, plataformas reservadas, y la principal apuesta, eso que repite una y otra vez Cavada: el concepto de supermanzana, como nueva célula urbana que “aprovechando las intersecciones entre las vías se convierte en una nueva forma de organización urbana que aporta soluciones a las principales disfunciones ligadas a la movilidad, a la vez que mejora la disponibilidad y calidad del espacio público”.
Estas supermanzanas se descomponen en vías primarias o básicas, vías secundarias y vías terciarias o intervías. Esas vías básicas estructuran los desplazamientos principales de la red urbana especialmente para el tráfico motorizado y distribuyen entre los diferentes accesos hacia el interior del área central de la ciudad, canalizando una parte muy importante del tráfico privado entre los diferentes sectores urbanos de la población, para evitar que el automóvil atraviese el interior de las zonas centrales. Son las que permitirán el uso del coche para residentes, carga y descarga o los servicios municipales.
A la vez que, una nueva jerarquía de los medios de transporte que indica en orden descendente el nivel de preferencia vial en el uso de espacios públicos, y donde la prioridad la tiene el peatón, en especial personas con discapacidad y movilidad limitada, seguidos de bicicletas y otros medios de transporte activo, vehículos eléctricos de movilidad personal, transporte público, transporte de bienes y servicios, transporte privado motorizado (ciclomotores), transporte privado motorizado (automóviles) y otros vehículos a motor.
“la ordenanza abandona el concepto que sostenía la actual normativa en vigor, que basa su desarrollo en la prevalencia del coche privado y en la ocupación del espacio público por este”
También es fundamental para esta ordenanza otra obsesión del actual equipo de Gobierno de socialistas y naranjas, la llamada red de estacionamientos tácticos públicos y gratuitos, “para facilitar a los visitantes y residentes un aparcamiento fácil desde el exterior y no desde el interior, desde donde comienzan los itinerarios peatonales”. Estas bolsas para aparcar, la mayoría ya existentes, se dice que “estarán en un radio de 500 metros de los lugares de centralidad y, en el futuro, de todas las supermanzanas, lo que permitirá que en cinco minutos se pueda ir andando desde el aparcamiento hasta cualquier punto”.
La nueva regulación de la movilidad también propone una “red de ciclo-infraestructura” diseñada para fomentar el uso de la bicicleta como medio de transporte cotidiano. Así, podrán circular por carriles bici, zonas 30, intervías, centro histórico, zonas y espacios de coexistencia y uso plural y por las calles de preferencia peatonal con plataformas únicas, con excepción de aquellas calles o trechos en los que el Ayuntamiento lo prohíba expresamente, o lo limite a franjas horarias. Solo en las vías básicas circularán preferentemente por los carriles bici especialmente segregados (si existen, y si están en condiciones, claro), mientras que las bicis (y triciclos, patines o vehículos de personas con movilidad reducida) podrán circular por el resto de vías con normalidad y serán los coches los que tendrán que adaptarse a ellos. La ordenanza también regula “con todo detalle” el uso del VMP (patinetes, etc.) para circulación, estacionamiento o uso comercial.
En lo que respecta al tranvía, la normativa (con la que se quiere evitar una normativa específica sobre la calle Real) incorpora varios artículos para la convivencia con el nuevo medio de transporte que se lleva esperando años (y que se supone que estará operando al fin desde finales de septiembre) en lo referente a su circulación, la circulación peatonal en la zona tranviaria (que será –preferentemente- por las zonas exteriores de la plataforma tranviaria), el protocolo de actuación en la zona tranviaria o las prohibiciones.
Por otro lado, la ordenanza también habla de cambio climático, para contemplar puntos de recarga de vehículos eléctricos, “cuyo uso se va a fomentar con la modificación de las ordenanzas fiscales para aplicarles más bonificaciones como la exención de pago de la zona azul”.
El Gobierno local incluye igualmente su “apuesta por la innovación”. Así, desarrollará medidas encaminadas hacia una movilidad inteligente o ‘Smart mobility’ integrada en la sociedad digital, promoviendo integrar la tecnología a la movilidad de la ciudad “para hacerla más sostenible y eficiente”. Desarrollará también “medidas que permitan emerger un ecosistema público-privado de la movilidad inteligente a través de la transferencia de conocimiento e información y a través de la estandarización e interconectividad de requerimientos, datos, procesos, servicios y soluciones”.
Finalmente, se destaca que esta ordenanza tampoco olvida “los valores de la ciudadanía”, como la protección animal, la promoción de la igualdad, el especial cuidado a las necesidades de las personas con discapacidad y la convivencia.