Una inmensa lona cubre desde hace unos días la parte central del Ayuntamiento de San Fernando, y recrea desde hace unos días la fachada principal del edificio consistorial –en obras de rehabilitación-. Muestra a los isleños y visitantes el aspecto que tendrá el emblemático edificio una vez finalicen los trabajos, se supone que a lo largo de 2018.
El color del edificio es el almagro, el mismo que se usaba en el siglo XVIII en los edificios institucionales y casas consistoriales, previsto en el proyecto, definido por la dirección facultativa de la obra y aprobado por la delegación territorial de Cultura de la Junta de Andalucía.
La colocación de esta “lona protectora”, además, no supone un coste añadido para las arcas del Ayuntamiento, ya que figura en el total de la actuación que se adjudicó a finales de 2015 y se puso en marcha en abril de 2016, según recoge DIARIO Bahía de Cádiz de fuentes municipales.
A mediados del pasado mes de octubre el proyecto superaba ya el 50% de los trabajos contemplados y, la misma alcaldesa, Patricia Cavada, aseguraba que “marcha con paso firme de cara a cumplir el plazo previsto para su finalización”.
La demandada y demorada actuación comenzaba en la primavera de 2016, y se confía en que pueda estar rematada antes del verano de 2018; la ejecuta Vías y Construcciones, que se adjudicó el contrato por 7,9 millones de euros, aunque con los trabajos en marcha pidió 500.000 euros más y seis meses más de plazo para afrontar imprevistos estructurales. El Ayuntamiento sufraga la totalidad de la inversión, pese a que en su momento la Junta de Andalucía se comprometiera a costear el 50%.
A tenor de lo indicado en la última comisión de seguimiento, los trabajos de estructura del edificio están prácticamente terminados; y las tareas de restauración se encuentran en una fase bastante avanzada, especialmente en el caso de las salas isabelina, mozárabe, la capilla y el grupo escultórico superior exterior del inmueble. Igualmente, los operarios se centran en culminar la escalera monumental de acceso y el patio de la antigua cárcel donde se habilitará un nuevo espacio de atención al público, mientras que ya se está actuando en los revestimientos interiores y en una extensa superficie del exterior, donde es visible la capa de homogeneización tras la restauración que dejará preparados sus muros para la imprimación.
En este paso resalta la retirada definitiva del enorme azulejo del Sagrado Corazón de Jesús que desde hace 77 años ocupaba un lugar preeminente en el Consistorio isleño, y que, obviamente, no debía estar allí, por aquello de la separación entre Estado e Iglesia, básicamente. No se trata de un elemento original del edificio –se colocó en los albores del franquismo-, y de ahí su supresión, algo a lo que se deberán acostumbrar muchos vecinos nostálgicos. Como tendrán que hacerlo cuando –está aprobado en pleno municipal, en cumplimiento de la ley de memoria histórica- desaparezca la estatua ecuestre del general Varela que preside la plaza del Rey, una vez que se reforme este céntrico espacio urbano.
LA REHABILITACIÓN PLANTEADA DESDE PRINCIPIOS DE SIGLO
La Junta y el Consistorio isleño firmaron un convenio marco el 19 de diciembre de 2002 para, se supone, posibilitar tanto esta rehabilitación como las obras de consolidación ya realizadas en 2007 y que supusieron una inversión de 744.000 euros. El edificio se cerró al uso en 2006, y a principios de 2015 ya se tuvieron que ejecutar pequeñas obras de urgencia ante su degradación.
En diciembre de 2010 se presentó el proyecto definitivo básico y de ejecución para la rehabilitación; y en octubre de 2015 al fin se terminaba de adjudicar la actuación entre la veintena de empresas interesadas.
El proyecto supone la rehabilitación integral del edificio, tanto interior como exterior, adecuándolo para un uso institucional, en el que se ubicarán la Alcaldía, el área de Presidencia, los grupos políticos municipales, el archivo histórico y la Biblioteca Lobo, el departamento de informática o prensa, entre otro.
Las intervenciones más significativas serán las del nuevo salón de plenos que se alojará en el denominado patio de la Alcaldía, un nuevo espacio de atención al público en el espacio del Patio de la Cárcel, la rehabilitación de la escalera monumental, la ubicación del archivo histórico en la planta baja, un nuevo semisótano para las nuevas instalaciones que precisa el edificio y zona de almacenamiento, así como la rehabilitación de las fachadas.
Este edificio del Ayuntamiento es una de las primeras construcciones ligadas directamente a la creación de San Fernando como ciudad, y el edificio más representantivo del periodo neoclásico en la Bahía de Cádiz. Declarado Bien de Interés Cultural (BIC) en la categoría de Monumento en julio de 2007, fue diseñado por Torcuato Cayón, quien dirigió hasta 1783 las obras, iniciadas en septiembre de 1778. A Cayón le sucedió Pedro Ángel Albisu. Las obras se pararon largo tiempo y en 1888 las retoma Amadeo Rodríguez. De esta forma, la segunda planta se finalizó un siglo. La construcción se dio por acabada en 1894, aunque posteriormente se acometieron más actuaciones, la mayor parte para redistribuir los espacios.