Al fin una empresa, Ciencia Divertida, se ha interesado por la explotación con uso cultural del molino de mareas del Zaporito, rehabilitado hace unos años y la instalación y uso de un kiosco bar en la plaza Manuel de la Puente, situada en el entorno. La adjudicataria ha mejorado sensiblemente lo establecido en el segundo proceso de licitación, tras un primer intento fallido.
Al fin una empresa, Ciencia Divertida, se ha interesado por la explotación del edificio del molino de mareas del Zaporito, rehabilitado hace unos años –y cerrado desde entonces, salvo algunas jornadas de puertas abiertas- y la instalación y uso de un kiosco bar en la plaza Manuel de la Puente, situada en el entorno.
Tras un primer intento fallido, el Ayuntamiento sacó en junio a concurso la gestión del molino de mareas con uso cultural estableciendo un canon anual casi simbólico de 800 euros mejorable al alza en el proceso de licitación, fijando un periodo de 15 años. La empresa Ciencia Divertida ha mejorado la propuesta ofreciendo un canon anual de 1.200 euros.
Lo mismo ha ocurrido con la instalación y explotación del kiosco que se ofertó por 3.000 euros anuales. Esta empresa ha presentado una propuesta de 4.005 euros al año. El adjudicatario se hará cargo de la adquisición de la estructura y asumirá también las obras de acometida de agua, electricidad y saneamiento.
En una nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz, el alcalde José Loaiza ha manifestado que confía en que el molino abra muy pronto sus puertas al público y que la plaza Manuel de la Puente cuente con un espacio hostelero que “contribuirá a dinamizar la zona”. Además, ha valorado positivamente que la empresa adjudicataria sea de San Fernando.
El primer edil del PP insiste en que su Gobierno quiere convertir el rehabilitado molino de mareas en un espacio cultural “de gran potencial didáctico y museístico”. “Queremos que el edificio sea un equipamiento comunitario, un centro cultural-turístico en el que mostrar al visitante y a los ciudadanos de San Fernando tanto la historia de nuestra ciudad como el funcionamiento de un molino de mareas y su entorno”.
La idea que persigue el Ayuntamiento es utilizar este nuevo equipamiento –cuya rehabilitación, por parte del Ministerio de Medio Ambiente superó los 1,3 millones de euros- para desarrollar actividades culturales destinadas a la transmisión y conservación del conocimiento y fomento de la cultura de San Fernando y su especial y estrecha historia con los molinos de mareas y la carpintería de ribera.