La plantilla del servicio de ayuda a domicilio del Ayuntamiento de San Fernando (con unos 160 trabajadores, la mayoría mujeres), que sigue explotando la empresa Claros (pese a que se vienen denunciando incumplimientos, y a que el mismo Gobierno local de PSOE y Cs prometió que no renovaría), ha dicho “basta”. Así, prevé iniciar desde este jueves 26 una vigilia en la puerta del Consistorio “durante las 24 horas del día y hasta que no se incluyan las 35 horas de jornada semanal en los pliegos para adjudicar el nuevo contrato”.
Consideran “inaceptable” que lleven desde diciembre esperando respuestas positivas respecto a sus peticiones laborales, entendiendo que “legal y presupuestariamente” es posible la inclusión de esa jornada de 35 horas, al tiempo que no ven las trabas administrativas.
“Nos plantamos. El Ayuntamiento está mostrando una grave falta de sensibilidad ante nuestra situación. No están aportando soluciones y la situación lleva empantanada desde diciembre. La cuestión es sencilla: ni se ha controlado la gestión del servicio con anterioridad, ni se quieren introducir mejoras laborales en el futuro del mismo. No pedimos más que lo que tienen otros trabajadores en nuestra situación teniendo en cuenta la dureza de nuestro trabajo”, explican desde el comité de empresa en un comunicado remitido a DIARIO Bahía de Cádiz.
Los trabajadores inciden en los beneficios para la prestación del servicio que implica esa demandada jornada laboral de 35 horas, ya que “ayuda, en primer lugar, a nuestra propia salud ya que se producen muchos menos accidentes laborales; además de disminuir las enfermedades profesionales derivadas de nuestro trabajo, donde soportamos grandes cargas y esfuerzos físicos. Reduciendo el número de bajas laborales”. Y además “mejora también el rendimiento con nuestros usuarios, ya que al estar menos cansadas, este es mayor”.
Por otro lado “permitirá conciliar mejor nuestra vida laboral y familiar, ya que actualmente esta se ve muy limitada por jornadas partidas en varios tramos, con horarios dispares, que imposibilitan que podamos hacer una vida familiar normal. Lo que, a la larga, redunda también negativamente en nuestra conciliación y en nuestra salud. Se pide algo lógico y normal, dada la penalidad que supone nuestro trabajo diario”.
“NO QUEREMOS LLEGAR A LA HUELGA”
Ante la situación de “incomprensión” por parte del equipo de Gobierno liderado por Patricia Cavada, “no hemos querido llegar a una huelga, esto sería lo último. Nos importan muchísimo nuestros usuarios, con alguno de los cuales llevamos una década tratando casi a diario”.
“Sabemos que no trabajamos con sacos de patatas ni con cubos de basura, que se pueden dejar sin recoger varios días de huelga y no pasa nada. Nosotros tenemos que atender a nuestros dependientes a diario. Por eso, y demostrando nuestra responsabilidad, hemos programado una vigilia ininterrumpida, como paso previo a la huelga, esperando que al final no tengamos que llegar a ella”, se sentencia.
A colación, desde Podemos se recrimina al gobierno local de “empujar a pasar la noche en la calle” a las trabajadoras para reclamar sus derechos. La portavoz municipal morada, Ana Rojas, ha reiterado que desde hace meses PSOE y Cs sabían que este era un asunto importante a tratar, pero “nunca han sido claro con la plantilla ni con la oposición, que ha reclamado en el pleno en multitud de ocasiones una solución a un conflicto laboral que afecta directamente a uno de los servicios municipales más importantes de la ciudad y que está en auge”, especialmente por el mayor envejecimiento de la población”.
Rojas aprovecha para volver a pedir la municipalización de este servicio de ayuda a domicilio como “herramienta para garantizar que se cumple con los derechos laborales de las trabajadoras, ahorrar costes y mejorar la calidad del servicio”.