Torre Alta, en San Fernando, emblemático Bien de Interés Cultural (BIC) desde que así fuera catalogada en 1949 con la categoría de monumento por su importancia defensiva de la costa gaditana en los siglos XVI y XVII, visitable desde finales de 2017, vuelve a cerrarse para continuar con su rehabilitación.
Para este año 2018, la Armada española había reservado la dotación presupuestaria necesaria para abordar la segunda y definitiva fase de estos trabajos, conveniados igualmente en el protocolo firmado en marzo del pasado año entre el Ministerio de Defensa y el Ayuntamiento. Una vez adjudicada la obra y con los permisos necesarios, acaba de comenzar la actuación.
Esta segunda fase, según se indica en una nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz, contempla la rehabilitación de las dos plantas intermedias, y la mejora de la iluminación exterior y del acceso a la azotea, teniendo una duración estimada de tres meses, periodo durante el que el monumento permanecerá cerrado a las visitas.
La reapertura se prevé para principios de 2019, tras la finalización de las obras (todas las planteadas) y la instalación de una exposición permanente con paneles explicativos e ilustrativos de las funciones e importancia que este tipo de torres almenaras, y en particular Torre Alta, “ha jugado en la Historia”.
La primera fase de restauración se llevó a cabo en 2017, financiada igualmente con fondos de la Armada. Unas obras más visibles que las que ahora comienzan y que se centraron en el entorno de la torre, la fachada, la escalera exterior, la planta baja, la escalera interior de caracol y la azotea.
Fue el pasado 30 de noviembre cuando se inauguró y se permitió el acceso a Torre Alta, medio rehabilitada. Desde entonces, la afluencia de público “ha sido continua” durante los días de visitas programadas (generalmente los viernes), convirtiéndose en “uno de los atractivos turísticos más destacados de la ciudad”, según afirman desde Defensa. La torre se encuentra dentro del recinto del Observatorio.