La Policía Local de San Fernando detuvo en la pasada noche del domingo a un hombre por un presunto delito contra la salud pública; fue sorprendido transportando en su coche un total de 53 plantas de marihuana de un metro de altura aproximadamente cada una, así como utensilios para su cultivo.
La intervención del personal uniformado, en la que también colaboró el Grupo Lima, tuvo lugar cuando esta persona provenía “al parecer” de Chiclana con todas las plantas y el resto del material intervenido en el interior del vehículo. Procedía “presumiblemente” de una plantación de marihuana indoor que habría desmantelado en la localidad vecina y realizaba su traslado hasta La Isla para una nueva ubicación, se relata en el comunicado remitido a DIARIO Bahía de Cádiz.
Cuando se le dieron el alto, los agentes descubrieron en el maletero y asientos el medio centenar de plantas de marihuana. Además, en el coche también transportaba dos ventiladores, un climatizador, tres lámparas halógenas y tres transformadores de tensión, entre otros objetos. Y diversos botes, sobres y pastillas de aceleradores, regeneradores y bioestimulantes de las plantas para acelerar su crecimiento.
Por tales motivos, se procedió a su detención como responsable de un delito contra la salud pública. Pero hay más: se le sometió a la prueba de detección de alcohol y dio positivo, por lo que fue denunciado igualmente por ello.
El detenido, junto a las plantas y demás efectos intervenidos, fue trasladado a dependencias policiales para continuar las correspondientes diligencias y su posterior puesta a disposición judicial.
OTRAS INTERVENCIONES CONTRA EL MENUDEO
En los últimos días, el Ayuntamiento también se ha hecho eco de otras intervenciones frente al menudeo de sustancias estupefacientes del Grupo de Seguridad Ciudadana-Grupo Lima de la Policía Local.
Así, a principios de mes detenía a un activo vendedor de cocaína, desarticulando un nuevo punto de venta de cocaína a pequeña escala en la ciudad.
Los agentes detectaron la existencia de un posible punto de venta de drogas en “una conocida barriada”, y al que acudían multitud de personas a abastecerse durante todo el día. En este caso, se realizaban las ventas desde una de las ventanas de su propio domicilio “como si se tratara de un establecimiento comercial”, tratándose de una planta baja de un bloque de edificios. La situación había creado alarma entre el vecindario. A partir de ahí, se estableció un dispositivo de vigilancia y se recogieron las pruebas incriminatorias oportunas, previas a la detención.
Y a finales de noviembre también se detenía a otro pequeño distribuidor de cocaína, tras recibirse una información que advertía de la existencia de un posible punto de venta de drogas en una barriada. Este individuo también acudía en su vehículo particular a entregar la droga a sus clientes a domicilio, en la modalidad conocida como ‘tele coca’. Igualmente, regentaba un establecimiento comercial desde el que presumiblemente también realizaba transacciones de droga.
Tras la oportuna vigilancia, se recogieron las pruebas incriminatorias, se identificó y se intervino droga a varios compradores y se procedió finalmente a la detención del autor de los hechos. En el momento del arresto, acudía trabajar a la tienda que regenta, donde se le intervino más cocaína, una balanza de precisión y otros efectos.