Nada más acabar las fiestas navideñas han comenzado a verse obreros en la plaza del Rey de San Fernando. Desde la tarde del domingo se puede decir que la remodelación del céntrico y señero espacio frente al Ayuntamiento (ya rehabilitado) está en marcha; una obra que implica la demorada y controvertida retirada del monumento ecuestre al general Varela en cumplimiento de las leyes de memoria histórica, y de varios árboles.
Esta actuación que diferentes partidos de la oposición tachan de “gasto innecesario” está adjudicada desde el pasado septiembre a la unión temporal de empresas (UTE) conformada por Gyocivil y Serrazar por poco más de un millón de euros y seis meses de plazo de ejecución (fondos que salen de las arcas municipales, ya que no se lograron los fondos europeos de la ITI que se solicitaron años atrás ante la Junta de Andalucía), y se dijo que los trabajos estarían en marcha antes de que terminara 2021. Pero en la antesala de diciembre, el Gobierno local decidía aplazar cualquier movimiento hasta después de Navidad, para no enfadar a los negocios que copan con sus terrazas buena parte de la actual plaza.
En ese momento ya se anunció además que se había consensuado con estos establecimientos de hostelería una distribución de mesas en el entorno del vallado de la obra “para mantener el número que tienen ahora concedido mientras se realiza la actuación”. Y además, “se trabajará en todo momento para que ese entorno quede lo más amable y atractivo posible”. De momento, se ha señalizado la zona de obras, y se están retirando elementos de la plaza, como los veladores de los laterales bajo los árboles y mobiliario.
“TRANSFORMACIÓN INTEGRAL”
Esta reurbanización prevé la “transformación integral” de la plaza (un entorno Bien de Interés Cultural) para convertir este punto neurálgico de La Isla en “un espacio abierto, más amplio y diáfano, con mayor calidad urbana y diseñado para ser punto de encuentro de la ciudadanía, motor de la economía local dinamizando la hostelería y el comercio y para acoger todo tipo de celebraciones y actividades”, según ha ido repitiendo una y otra vez la alcaldesa, Patricia Cavada, en los últimos tiempos, en diferentes notas remitidas a DIARIO Bahía de Cádiz.
La redacción del proyecto, que se dijo que fue sometido “a la consulta de todos los actores locales, así como a historiadores o expertos en desarrollo urbanístico histórico”, ha estado a cargo de Alt-Q Arquitectura, el mismo equipo redactor del proyecto de rehabilitación del Ayuntamiento.
Contempla la integración de las calles que rodean a la propia plaza, ampliándola en 1.200 metros, y se dota de un mejor mobiliario urbano, de sombreado y terrazas de hostelería uniformes, así como de una fuente seca o de suelo transitable casi donde hoy día está el ‘caballo de Varela’.
Una de las actuaciones más importantes para contar con esta nueva plaza más diáfana será la del pavimento, “que entrará en diálogo con la calle Real con un degradado de rosa a gris hasta llegar al Ayuntamiento, y con bandas de granito gris como las de las calles del entorno del Consistorio”, se apuntaba en la presentación de la maqueta virtual.
La plaza contará con arriates con los árboles que se van a preservar (en el anteproyecto se eliminaban, y parte de la oposición se quejó; sí desaparecen las palmeras), así como con veladores y bancos a los laterales, para dejar libre el centro, respetando su diseño original, sin el monumento franquista; de hecho, su retirada en cumplimiento de las leyes de memoria histórica fue aprobada en 2016 en un pleno municipal a propuesta de Podemos, con el único voto en contra del PP. Se prevé que los trabajos para su desmantelamiento se lleven a cabo entre las primeras tareas de la obra, a lo largo de este mes de enero. En principio se guardará en el depósito municipal.
Respecto a la iluminación, además de la restauración de la que existe en los edificios de la plaza, contará con luces a nivel de pavimento en las calles laterales; con iluminación perimetral a los bancos; y con báculos de madera de tres alturas con distintos niveles de alumbrado, que podrán ser fijos o móviles.
Además, todo el espacio contará con arquetas de registro y canalizaciones para instalaciones que están ocultas sin molestar al pavimento, y que serán fundamentales para poder dar a la plaza el uso que se prevé como epicentro de las actividades y celebraciones (Navidad, Carnaval, Semana Santa…).