San Fernando va a conmemorar a lo largo de este 2021 el bicentenario del nacimiento del ilustre marino isleño Miguel Lobo Malagamba con una programación que busca profundizar en su figura y que, dadas las actuales circunstancias motivadas por la pandemia del coronavirus, se centrará “sobre todo” en un ciclo de conferencias online.
Este programa conmemorativo dará comienzo el 18 de febrero y se extenderá hasta el 25 de noviembre. El primer acto será precisamente la ponencia inaugural titulada ‘D. Miguel Lobo y Malagamba, almirante y polígrafo’, a cargo de José Blanco Núñez, capitán de navío y miembro de la Real Academia de la Historia.
Además, a lo largo del año tendrán lugar otros actos como una ofrenda floral en su tumba en el Panteón de Marinos Ilustres, la presentación del sello y tarjeta postal dedicados a su persona y realizados por Antonio Valiente, y una exposición en el Museo Naval que “reflejará la importancia de este marino isleño en la Historia de España”. También está prevista en el mes de noviembre, “si las condiciones sanitarias lo permiten”, una visita a la Biblioteca Lobo, legado del ilustre marino a su ciudad natal.
Volviendo al ciclo de conferencias telemáticas, en marzo, Francisco Glicerio Conde Mora, profesor del CUE Salus Infirmorum, disertará sobre ‘Los orígenes ligures de un marino al servicio de España: D. Miguel Lobo Malagamba’; en abril, ‘El Ministerio de Marina en tiempos de Miguel Lobo Malagamba’, es la conferencia a cargo de Carlos Pérez-Fernández Turégano, profesor titular acreditado de la Universidad CEU San Pablo; en mayo, José Quintero, de la Real Academia de San Romualdo, hablará de ‘El Almirante Lobo entre la Ilustración y el Romanticismo’; Agustín Ramón Rodríguez, también de la Real Academia de San Romualdo, tiene por delante una charla titulada ‘Don Miguel Lobo y Malagamba Jefe de EM en la campaña del Pacífico’; en octubre será el turno de ‘Una donación excepcional: la Biblioteca Almirante Lobo’, a cargo de José Luis López, director Archivo Municipal; y en noviembre se anuncian dos charlas: ‘Contexto histórico de D. Miguel Lobo Malagamba (1821-1876)’, por el catedrático de la UCA Alberto Ramos, y ‘San Fernando y la enseñanza de los oficiales de la Armada’, por el capitán de navío Juan Castañeda.
Según se ha informado a DIARIO Bahía de Cádiz, el comité organizador de esta efeméride tuvo oportunidad de presentar hace unos días a la alcaldesa, Patricia Cavada, y su concejala de Cultura, María José Foncubierta, las citas previstas para rendir homenaje al contralmirante Lobo.
Desde el Ayuntamiento se ha garantizado toda la colaboración en esta conmemoración, a la también contribuyen otras instituciones como la Real Academia de San Romualdo, el Instituto de Historia y Cultura Naval, el Museo Naval de San Fernando, los Ateneos de Cádiz, de Madrid y de Chiclana, la Universidad de Cádiz, la Fundación Universitaria CEU San Pablo Andalucía, la Fundación Hispano-Británica, la Sociedad Filatélica Gaditana y la Asociación Española de Maximofilia. Se ha solicitado también la presidencia de honor de los actos de este bicentenario a rey Felipe VI.
Los actos de conmemoración del nacimiento de Miguel Lobo están coordinados por Francisco Glicerio, profesor del CUE Salus Infirmorum (Adscrito UCA); Miguel Flores, director del Museo Naval; Juan Manuel García-Cubillana, coronel médico y académico de la Real Academia de San Romualdo; y Sergio Pérez, teniente de navío y vocal de Actividades del Club Naval de Oficiales de San Fernando.
Miguel Lobo, nacido en San Fernando en 1821, inició su carrera en la Armada en 1834. Los años posteriores los pasó navegando por todos los mares a la vez que ascendía. Al mando de las fuerzas de Marina, estuvo durante la Guerra de África en 1860 en la batalla de los Castillejos. También tomó parte en la guerra hispano-sudamericana en 1866 como mayor general de la escuadra del almirante Méndez Núñez. Durante la insurrección cantonal de la Península en 1873, Lobo fue ascendido a contraalmirante con el objetivo de bloquear el puerto de Cartagena, en manos de los sublevados. Una vez dominada la insurrección, fue nombrado capitán general del Departamento de Cartagena. Un año después, debido a una grave enfermedad mental fue trasladado a París, donde falleció en 1876. En el Ayuntamiento isleño, ya rehabilitado (aunque sigue cerrado) se conserva su biblioteca personal.