El Ayuntamiento de San Fernando considera que la Mancomunidad de la Bahía de Cádiz, en la que no cree su actual alcaldesa, la socialista Patricia Cavada, como viene repitiendo desde hace años, debería tener un “papel protagonista” en la apuesta por las energías renovables, “base de un futuro sostenible”.
En este sentido, el equipo de Gobierno del PSOE ha señalado a este ente supramunicipal, ahora con presidente del PP, el concejal portuense Millán Alegre, para conminarle a que “asuma como competencia propia la producción de energía de manera sostenible para hacer la Bahía más sostenible”, valga la redundancia.
Planteamiento inconcreto que le surge una vez que el Consistorio isleño acaba de adjudicar a Iberdrola el contrato de suministro de energía eléctrica en alta y baja tensión durante un año por más de 2,4 millones de euros. Eso sí, presume de que la compañía se ha comprometido a suministrar “electricidad 100% verde”, lo que “acerca cada vez más al reto final de convertir La Isla en una ciudad ecoeficiente”, se vende.
Es más, en el comunicado remitido a DIARIO Bahía de Cádiz, fuentes municipales aluden a “experiencias como las de Oslo con energía procedente de la basura de sus ciudades o como la de varias zonas de Corea del Sur con plantas de producción energética procedente de hidrógeno verde están entre las más reconocidas a nivel internacional”. Este modelo “es pues ya una realidad en muchos lugares del mundo y otras ciudades caminan con firmeza hacia esas realidades que señalan cuál es el futuro correcto”.
Así, se concluye que unificar servicios estratégicos “vinculados a la lucha contra la emergencia climática” es una “oportunidad” para la Mancomunidad (que hoy día apenas tiene competencias, y un limitado presupuesto) y “una necesidad para los ayuntamientos que la integran”.
De este modo, el Ejecutivo liderado por Cavada opina que “urge impulsar un plan de acción conjunto que permita trabajar en nuevos servicios mancomunados” como “plantas de producción energética, la gestión inteligente y sostenible de la iluminación viaria y de los edificios municipales, plantas de depuración del aire y captación de CO2, la creación y gestión de sumideros con el desarrollo de bosques de carácter metropolitano, auditorías y asesorías de apoyo en proyectos y certificaciones medioambientales, la creación de una potente red de huertos urbanos o la habilitación de una red mancomunada de bicicletas eléctricas son sólo alguna posibilidades a valorar”.
“LA ISLA DEJARÁ DE LIBERAR A LA ATMÓSFERA 3.895 TONELADAS DE CO2 AL AÑO”
En cuanto al contrato adjudicado a Iberdrola (para el funcionamiento del alumbrado, los semáforos, los edificios y las distintas infraestructuras públicas), el Ayuntamiento de San Fernando asegura que es parte de “su compromiso con la lucha contra la emergencia climática y con los objetivos para el Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas (ONU)”.
Ese contrato incluye un listado certificado de todos los puntos de los que provienen la energía que se suministrará al Ayuntamiento isleño. Dicho servicio, se afirma, “implica un gasto económico algo mayor para las arcas públicas, pero los beneficios medioambientales y el compromiso tomado con la emergencia climática de la ciudad sin duda lo justifica claramente”. Y es que, “no hay que olvidar que, entre otros efectos nocivos, la contaminación ambiental causa 800.000 muertes al año en Europa”.
La ciudad tiene la misión de reducir sus emisiones en el término municipal un 55% en 2030 respecto a 1990 hasta alcanzar la neutralidad climática en el año 2050. Asimismo, y en la línea del Pacto de Alcaldías para el Clima y la Energía Sostenible rubricado en 2009, se trabaja para que en 2030 al menos un 42% del consumo de energía final bruta tenga un origen renovable.
Hasta la firma de este nuevo contrato, el 25,8% de las emisiones que se producen en el municipio se corresponden con el consumo eléctrico. Respecto a 2005 estas han disminuido un 45%, entre otras razones, porque la eficiencia energética de la ciudad ha aumentado en un 14%. El consumo eléctrico que depende del Ayuntamiento (9,5 millones kw/hora anuales) supone un 5,1% del total de las emisiones de la localidad, que gracias a este contrato ‘verde’ “se reducirán en 3.895 toneladas anuales de CO2”, se remarca. De este consumo, y a modo orientativo, el alumbrado público supone el 62,5% del total; los edificios municipales, el 23,4% y los centros educativos, el 6,6%.
El consumo de energía eléctrica 100% verde y limpia se suma a otras medidas adoptadas por el Ayuntamiento (en línea a lo que están haciendo todas las administraciones) como la paulatina sustitución de la luminaria de los distintos espacios públicos (instalaciones deportivas, parques, centros escolares, delegaciones municipales, espacios de uso cultural y expositivo…) por tecnología Led. Esta iniciativa permite reducir en hasta un 65% el consumo de energía y abaratar la factura.