Esta semana, ya avanzada la fase 2 de la desescalada, vuelven los mercados ambulantes a San Fernando: en concreto, el miércoles día 3 retomarán la actividad los vendedores del mercadillo de San Antonio, el jueves día 4 lo harán los de la Magdalena (el mercadillo conocido como ‘los gitanos’), y el sábado 6 los del entorno del mercado central. Todos tuvieron que suspenderse a mediados de marzo una vez decretado el estado de alarma ante la crisis sanitaria del coronavirus.
Durante las últimas semanas se han mantenido reuniones para establecer las medidas de seguridad definitivas que se van a aplicar para hacer posible que la vuelta a la actividad se haga con las máximas garantías, según indica el concejal de Comercio, Antonio Rojas, en un comunicado remitido a DIARIO Bahía de Cádiz.
En general, cada día de mercadillo, el área de Desarrollo Sostenible hará una desinfección completa de las zonas tanto antes como después de la presencia de los vendedores.
En el caso del mercadillo principal, el de la Magdalena, va a cambiar de emplazamiento y se va a instalar en la explanada de la feria, para poder ocupar una mayor superficie y hacer posible la separación de 2,5 metros laterales entre cada uno de los puestos, así como de 6 metros con los vendedores de enfrente.
Este mercadillo de ‘los gitanos’ contará con un circuito único de entrada y salida debidamente señalizado, al que se accederá por la calle Camarón de la Isla desde la avenida San Juan Bosco, y del que se saldrá por la misma calle en dirección al caño. Gracias a esta ruta de un solo sentido los clientes “podrán acudir de forma más ordenada y evitando contactos o aglomeraciones”.
En todo el recinto se instalarán paneles informativos con las indicaciones que deben cumplir tanto vendedores como compradores. Así, en el caso de los comerciantes, todos deben llevar guantes, mascarillas y disponer de gel hidroalcohólico para su uso por parte de ellos y por parte de los clientes.
En cada puesto podrá haber como máximo dos vendedores, y entre ellos debe haber una distancia mínima de 2 metros. Además, los pagos deberán hacerse con tarjeta de forma preferente, y en cada expositor los productos deben estar ordenados y a la vista, “estando específicamente prohibidos los montones”.
Igualmente, se prohíbe la existencia de probadores de ningún tipo, y dado que los clientes no se podrán probar las prendas, los comerciantes estarán obligados a admitir devoluciones excepto en los casos de ropa íntima y alimentos. Las prendas devueltas no se podrán poner a la venta hasta que no hayan desinfectado de nuevo.
En cada puesto habrá unos cubos o recipientes para depositar todo tipo de residuos plásticos procedentes tanto de la actividad comercial como (bolsas, etc.) como sanitarios (guantes o mascarillas).
Por su parte, los clientes deberán usar mascarilla de forma obligatoria, y seguir en todo momento la dirección del circuito de compra sin poder cruzarse. En cada puesto podrán permanecer como máximo dos personas, y el resto que quiera adquirir productos en el mismo sitio deberá quedar a la espera con una distancia mínima de 2 metros.
Si van a tocar algún producto, antes deberán desinfectarse las manos con el gel hidroalcohólico disponible en cada puesto, y cualquier residuo de plástico deberán depositarlos en los recipientes que se encontrarán en cada expositor.
La Policía Local, con la colaboración del personal de Protección Civil, velará por el cumplimiento de las medidas de distanciamiento, así como de otras como el control sobre la exposición de productos o el obligatorio uso de equipos de protección por parte de los vendedores ambulantes.