Avanza muy poco a poco la remodelación de la plaza del Rey, en San Fernando, obra demorada por las fiestas navideñas que se iniciaba a principios de enero. Y pese a que el Gobierno local de PSOE y Ciudadanos lo obvie cada vez que habla de estos trabajos (que gran parte de la oposición considera un “derroche innecesario”), lo más destacado del proyecto es que desaparecerá un vestigio del franquismo como es el monumento a caballo del general Varela, que ya ha empezado a desmontarse y que en principio se guardará en un depósito municipal.
Al respecto, Podemos ha querido mostrar su “satisfacción” por que al fin se haga efectiva una moción (que precisamente presentó la formación morada en el pasado mandato, con el único rechazo del PP), al tiempo que se cumple la Ley de Memoria Histórica y Democrática que “ya obligaba a esta retirada desde el año 2007”. En este sentido, se recrimina a los socialistas su “cobardía” por no tomar la decisión antes, recordando que José Enrique Varela “fue partícipe de la Guerra Civil en el bando golpista y responsable de la represión a cientos de isleños”.
En una nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz, la portavoz municipal de Podemos, Ana Rojas, insiste en reprochar al Ejecutivo liderado por Patricia Cavada que esta retirada “llegue 15 años tarde” y “camuflándola” con la remodelación de este espacio emblemático.
“La retirada de la estatua de la plaza principal de la ciudad es un acto de justicia primero para con las familias de los represaliados por la dictadura franquista en San Fernando y luego con el resto de la ciudad, que no merecía tener más tiempo en ella a una de las personas que representan la antidemocracia, y uno de los artífices de la represión franquista isleña”, insiste Rojas.
Evidencia esta formación de la oposición que La Isla “tiene unos problemas estructurales que denunciamos cada día que no se solucionan con la retirada de la estatua (vivienda, el desempleo que sufrimos, los servicios públicos en sí y su calidad)”, pero que “justamente la defensa de los valores democráticos son la condición de posibilidad que puedan permitir mejorar y resolver estos problemas”.
Con todo, se recuerda que en la localidad “aún quedan vestigios de homenajes a la dictadura militar de Francisco Franco que cometió el golpe de Estado contra el gobierno legítimo de la Segunda República en 1936”, como numerosas calles que aún incumplen la Ley de Memoria Histórica “y que merecen seguir el mismo camino que la estatua, que nunca más debe presidir ningún espacio público de la ciudad”.
Podemos, finalmente, apostilla que no pone en duda al valor artístico del conjunto escultural que se comienza a retirar, pero que “su significado como homenaje y exaltación a una época de represión y antidemocrática no son acordes con el valor democrático de una ciudad que es cuna de la Constitución de 1812” y porque “una ciudad democrática debe estar libre de símbolos del franquismo”.
La reforma de esta plaza, la única que no llegó a remodelarse junto a las obras del tranvía por la calle Real, está adjudicada desde el pasado septiembre a la unión temporal de empresas (UTE) conformada por Gyocivil y Serrazar por poco más de un millón de euros y seis meses de plazo de ejecución. La idea es crear un gran espacio diáfano de calidad que sirva para acoger con mayor comodidad los grandes eventos de cada año: Navidad, Carnaval, Semana Santa…