Ya se ha firmado la compraventa entre el Obispado de Cádiz y Promociones Hermanos Lahule, y la operación ha pasado por la comisión municipal de Patrimonio. Y ahora se ha desvelado públicamente un esbozo de lo proyectado en estos codiciados suelos, buscando dar un nuevo uso al antiguo convento de las Capuchinas, abandonado desde 2017.
Un acuerdo a tres bandas entre Ayuntamiento de San Fernando, Obispado de Cádiz y Promociones Hermanos Lahule va a permitir darle un nuevo uso al antiguo convento de las Capuchinas, cerrado desde 2017 tras la marcha de las últimas religiosas.
Así, se pretende actuar en más de 7.000 metros cuadrados (incluyendo un amplio huerto y jardín, viviendas parroquiales y un magnífico claustro), en pleno corazón de La Isla. De hecho, se confía en que el desarrollo proyectado en este “suelo suponga un auténtico revulsivo para esta zona de la ciudad”, se remarca en el comunicado remitido a DIARIO Bahía de Cádiz.
En la presentación del acuerdo, en la que capilla del antiguo convento, la alcaldesa Patricia Cavada ha remarcado que “ha habido muchas reuniones y trabajo para la búsqueda de soluciones y puntos de acuerdo, así como trámites que se han iniciado para desarrollar este proyecto de puesta en valor”, que ha calificado de “redondo”, y del que tanto el Obispado como el promotor privado han destacado su carácter “social, sostenible e integrador”.
“Como alcaldesa recibo muchas propuestas y proyectos, los más ilusionantes y perfectos son esos proyectos de fin de carrera donde todo cuadra. Y este que se va a poner en marcha en este espacio ahora en desuso es justo así, con el añadido de que además se podrá hacer realidad”, ha aseverado la primera edil del PSOE.
A decir de Cavada, “el objetivo es que este suelo volviera a ser un espacio de convivencia como lo fue el convento”. Por eso, en estos espacios se va a construir una residencia de ancianos, una zona verde y un espacio abierto “a la convivencia intergeneracional”, y también habrá, como no, viviendas “de todo tipo de regímenes (renta libre, VPO y alquiler social) para abrir la puerta a distintos tipos de residentes y segmentos sociales”.
Ya se ha firmado la compraventa entre el Obispado y la promotora (no se dan cifras), y la operación ha pasado ya por la comisión municipal de Patrimonio. Ahora deben continuar los trámites patrimoniales y urbanísticos para definir con exactitud todos los aprovechamientos y también redactar el proyecto.
LAS DIFERENTES ACTUACIONES
El desarrollo residencial de distintos regímenes (en total, se confía en levantar más de un centenar de viviendas) “permitirá en algunos de los casos precios muy asequibles, tal como demanda la ciudadanía”, se afirma. Serán viviendas de calidad, con un desarrollo más compacto y en altura, y que “van a incorporar ese concepto pionero de los espacios colaborativos y de implicación generacional en los que jóvenes y mayores conviven y comparten espacios comunes”. Se construirán en la trasera del convento, lindando con los núcleos residenciales ya existentes de la avenida Reyes Católicos. De esta forma, habrá un mayor espacio para la proyectada zona verde, que rondará los 3.000 metros cuadrados.
En lo que respecta a la residencia de mayores (con más de un centenar de plazas), el objetivo es también lograr esa integración de esta población con unas instalaciones en pleno centro urbano. Un espacio “donde se les dé asistencia y cobertura y al mismo tiempo se les abra la posibilidad de disfrutar de la ciudad y de la convivencia generacional”.
Otro de los aspectos destacados por la promotora es la apuesta por la sostenibilidad. Así, se contempla una construcción de edificios con calificación energética A, y con utilización de energía fotovoltaica para las zonas comunes. Igualmente se destaca la recuperación de la noria del huerto del siglo XVII y del aljibe, lo que permitirá la reutilización de las aguas de lluvia, etc. Será una importante recuperación patrimonial, como la del claustro, que permitirá que elementos singulares e importantes puedan ser reutilizados, conservados y visitados.
Además, como parte del acuerdo, el Ayuntamiento recibirá la cesión de la antigua capilla en la calle Constructora Naval y sus espacios anexos, que se encuentran en muy buen estado, y que “se adaptarán y adecuarán como equipamiento” ya que el Consistorio tiene previsto ofrecer al Consejo Local de Hermandades y Cofradías para ser sede administrativa, pero también como lugar de actos culturales.
“CARÁCTER SOCIAL, SOSTENIBLE, INTEGRADOR”
El responsable de la empresa Promociones Hermanos Lahule, Fermín López, también ha insistido en que el proyecto tiene “carácter social, sostenible, integrador”, al permitir en la teoría “la cohesión y la mixtura social entre distintos segmentos”, que enlaza con los objetivos de la Agenda 2030.
Por su parte, la ecónoma de la Diócesis de Cádiz y Ceuta, Carmen Lobato, ha puesto de relieve el hecho de que esta iniciativa para el antiguo convento, que por sus características no podía tener ya uso pastoral, aglutine diferentes facetas, de las que la más destacada es sin duda la social.
“Permitirá mantener y conservar lo que para los isleños y la propia Iglesia suponen las Capuchinas, ya que se van a conservar la capilla, su fachada y los elementos históricos más conocidos, al tiempo que se abren nuevas oportunidades”, ha subrayado.