Navantia ha entregado en el astillero de San Fernando a la Real Marina Saudí la tercera de las cinco corbetas construidas en sus factorías de la Bahía, de nombre Hail. Este 2022 también ha entregado las dos primeras. En la ceremonia han participado el comandante de la Marina Saudí y la ministra española de Industria.
Un poco más de tres años después del corte de su primera chapa (septiembre de 2019) y tras haber superado con éxito las pruebas de mar realizadas en aguas de la Bahía de Cádiz en los últimos meses, Navantia ha entregado este domingo la tercera corbeta (de las cinco contratadas) a Arabia Saudí, bautizada como Hail. Las dos anteriores, Al-Jubail y Al-Diriyah, se formalizaron en marzo y julio respectivamente. Mientras la entrega de las dos últimas unidades se escenificará ya en el mismo país del cliente.
Un acto desarrollado en el astillero de San Fernando, donde se está construyendo el grueso de estos buques de guerra, y donde se celebra estos días el convenio firmado recientemente con este mismo país que no respeta los derechos humanos para el futuro encargo de otros cinco buques, aunque en este caso la faena se compartirá entre factorías de la Bahía y astilleros saudíes.
El contrato para la construcción de estas cinco corbetas entró en vigor en noviembre de 2018 y, desde que se procedió a la botadura de la primera (en julio de 2020), Navantia ha botado las cinco unidades con una cadencia de cuatro meses entre cada una de ellas, lo que supone lograr este hito en un tiempo récord de tres años.
Como las anteriores, la corbeta Hail (la construcción 548 de la antigua Bazán isleña) tiene una eslora de 104 metros, una manga de 14 y capacidad para transportar a un total de 102 personas entre tripulación y pasaje: “se trata de uno de los buques más competitivos y capaces de su segmento, tal como se ha demostrado en las pruebas de mar”, venden desde la empresa naval estatal. A partir de la entrega, el entrenamiento de la dotación, que se ha desarrollado en instalaciones de la Armada española y en el Navantia Training Centre (ubicado en el frustrado Parque de la Historia y el Mar de San Fernando) continuará a bordo del buque en aguas gaditanas, según se ha informado a DIARIO Bahía de Cádiz.
“UN MOMENTO GLORIOSO E HISTÓRICO”
En la ceremonia han participado el comandante de la Real Marina Saudí, vicealmirante Fahad Bin Abdullah Al-Ghofaily; la ministra española de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto; el presidente de Navantia, Ricardo Domínguez; y el Chief Technology Officer (CTO) de SAMI, Mohammad Alkhatani.
Además, entre otras autoridades han estado presentes la alcaldesa de San Fernando, Patricia Cavada; el embajador de Arabia Saudí en España, Azzam bin Abdulkarim al Qain; el director del Departamento de Seguridad Nacional, Miguel Ángel Ballesteros; el director general de Armamento y Material (DiGAM) del Ministerio de Defensa, Aniceto Rosique; y el Almirante Jefe de Apoyo Logístico (AJAL) de la Armada española, Ricardo Hernández.
Durante el evento, desarrollado conforme al protocolo militar, una comisión mixta de inspección (formada por miembros de la Real Marina Saudí y de Navantia) ha subido a bordo de la corbeta para realizar la preceptiva revisión. A su término se ha procedido al izado de la bandera del buque, tras lo que la Real Marina Saudí ha transferido el mando de la corbeta al comandante de Hail. El presidente de Navantia ha entregado al vicealmirante Al-Ghofaily la campana del buque como regalo institucional.
Precisamente Al-Ghofaily, ha destacado que el izado de la bandera saudí en esta tercera corbeta es “un momento glorioso e histórico” y que el buque, como el conjunto de su clase “ha sido diseñado y construido para ser una de las corbetas más poderosas y tecnológicamente avanzadas para cumplir con la Visión 2030 de su reino. “Es la mayor colaboración en términos de industria de defensa entre Arabia Saudí y España, y de este modo ha contribuido a ampliar la relación estratégica entre los dos países”, ha añadido.
“SE REFUERZA LA CONFIANZA ENTRE REINOS”
Por su lado, la ministra de Industria, Reyes Maroto, ha incidido en que “la entrega de esta corbeta marca un nuevo hito en las relaciones entre nuestros dos países, que se han reforzado en los últimos años gracias a la confianza del Reino de Arabia Saudí en la empresa pública Navantia”. Así, se ha referido a ese memorando firmado esta semana que “refuerza esta confianza y es un paso muy importante para garantizar la carga de trabajo en los astilleros de Navantia en España, especialmente en San Fernando, durante los próximos años”.
“el cumplimiento de este programa de alta tecnología ha sido sin duda un factor determinante para renovar la confianza del cliente”
El presidente de Navantia, Ricardo Domínguez, ha agradecido el trabajo de todos los participantes en el programa, así como de la plantilla de los astilleros y de las contratas: “es vuestro trabajo el que lleva el buen nombre de Navantia por todo el mundo”, ha afirmado. Asimismo, ha reconocido el apoyo y el compromiso de la Armada española y el Ministerio de Defensa.
Además, ha destacado que el programa Avante 2200 ha sido un hito para Navantia, que está demostrando que puede “diseñar, construir y entregar buques complejos de última generación con los mayores estándares de calidad y en plazos exigentes, con transferencia de tecnología y prestando servicios avanzados”. “El cumplimiento de este programa de alta tecnología ha sido sin duda un factor determinante para renovar la confianza del cliente”, ha aseverado.
Domínguez también ha confirmado este domingo que los buques hidrográficos de la Armada española, incluidos en los Presupuestos Generales del Estado (PGE) con una dotación de más de 40 millones, se construirán en los astilleros gaditanos; aunque todavía quedan meses para ello ya que previamente deben pasar por la fase de diseño de ingeniería.
Y el director del Negocio de corbetas y buques de acción marítima de Navantia, José Antonio Rodríguez Poch, ha destacado el importante apoyo de la Armada al programa, así como el hito histórico que supone la entrega de tres buques en un año. Por ello, ha elogiado el trabajo de todo el equipo, “los trabajadores, la Real Marina Saudí, la Armada española y la industria auxiliar”.
EL ÚLTIMO BUQUE DEBE SER ENTREGADO EN 2024
Este importante pero también controvertido contrato alcanza en global un importe de 1.800 millones de euros y representa el mayor de la historia de los astilleros públicos españoles con un cliente extranjero; está en vigor desde noviembre de 2018 (y negociado desde 2015), y “beneficia a todos los astilleros de la compañía”.
En la teoría, supone una carga de trabajo de alrededor de siete millones de horas que, traducido a empleo, son unos 6.000 anualmente durante cinco años, De estos, más de 1.100 son empleados directos, más de 1.800 de contratas y más de 3.000 empleados indirectos generados por otros suministradores. Serán más de 100 las empresas auxiliares que colaboren en este proyecto.
Las corbetas están basadas en el diseño Avante 2200, adaptadas a los requerimientos de Arabia Saudí, “ofreciendo prestaciones avanzadas, un excelente comportamiento en el mar, alta capacidad de supervivencia y capacidad de operación a temperaturas extremas”.
El programa, cuyo último buque deberá ser entregado en el año 2024, incluye, además de la construcción, el suministro de varios servicios tales como, apoyo logístico integrado, adiestramiento operacional y de mantenimiento, suministro de centros de formación y adiestramiento para el sistema de combate y sistema de control de plataforma de los buques, y los sistemas para el mantenimiento de los buques en la Base Naval de Jeddah. Sin olvidar el apoyo al ciclo de vida durante cinco años, desde la entrega del primer buque, con opción a otros cinco años adicionales.