Navantia San Fernando ha acogido este jueves el acto de puesta de quilla de la tercera corbeta del programa en marcha para la marina de Arabia Saudí. La operación se ha desarrollado “con normalidad” y el primer bloque de la que será la construcción 548 del astillero isleño ya reposa en su grada 2.
Según informan desde Navantia en un comunicado remitido a DIARIO Bahía de Cádiz, han presenciado este hito, entre otros, el director de Navantia Bahía de Cádiz, Javier Herrador; el director del programa en Navantia, Vicente Martínez; y el capitán Abdullah Alshehri, director de la oficina del programa saudí.
Supone un paso más en la “buena marcha” del programa, que se vio meses atrás interrumpido unas semanas por el estado de alarma ante la crisis del coronavirus, pero ya va retomando el ritmo. De hecho, a finales de julio vivió la botadura de la primera corbeta, Al-Jubail, y apenas poco antes se procedía al corte de la primera chapa de la quinta (que se prevé entregar en 2024), por lo que todos los barcos están ya en distintas fases de desarrollo. La segunda se quiere poner a flote antes de 2021.
El diseño de estas corbetas (basadas en el Avante 2200, como las que se construyeron años atrás para Venezuela) es de última generación, maximizando a la vez la participación de Navantia mediante la incorporación de productos propios, como el sistema de combate CATIZ, el sistema de comunicaciones integradas HERMESYS, la dirección de tiro DORNA, el Sistema Integrado de Control de Plataforma y el puente integrado MINERVA, junto con otros equipos desarrollados por la empresa naval española bajo licencia, como los motores de MTU o las cajas reductoras de RENK.
Este controvertido contrato (no hay que olvidar que se están construyendo buques de guerra para un país que no respeta los derechos humanos) alcanza un importe de 1.800 millones de euros y representa la mayor de la historia de los astilleros públicos españoles con un cliente extranjero; está en vigor desde noviembre de 2018 (y negociado desde 2015).
En teoría, supone una carga de trabajo global de alrededor de siete millones de horas que, traducido a empleo, son unos 6.000 anualmente durante cinco años, De estos, más de 1.100 son empleados directos, más de 1.800 de contratas y más de 3.000 empleados indirectos generados por otros suministradores. Serán más de 100 las empresas auxiliares que colaboren en este proyecto.