Al poco de publicar su primer libro, ‘La vida inédita’, premio Feria del Libro de San Fernando en 1998, Josela Maturana consiguió uno de sus grandes premios como escritora, el Carmen Conde de Poesía, que luego publicó Ediciones Torremozas, en la colección Torremozas dedicada a los grandes escritores de la actualidad. Precisamente, en memoria de Luz María Jiménez Faro, directora de esa colección fallecida en 2015, dedica Maturana su nueva obra, ‘El cielo de las horas’ (Editorial Dalya), que presenta en San Fernando recién salido de la imprenta este lunes 24 de junio en el centro de Congresos, a partir de las 19.30 horas, en un acto junto a Dolors Alberola y Francisco Mesa.
“La memoria, la reivindicación de lo que no ha sido ni será como parte valiosa e imprescindible de la existencia, que cohabita con la realidad y, a veces, se opone a ella. El amor y el paisaje degradado por lo humano. Los ámbitos emocionales y corpóreos que conforman nuestra vida y nuestro deseo”, todo ello y más se encuentra en este poemario, según nos relata la propia autora.
Josela Maturana, nacida en Melilla en 1959, estudió Magisterio y es licenciada en Filosofía y Letras por la Universidad de Cádiz. Actualmente vive en La Isla, donde imparte clases en el Centro de Educación Permanente de Adultos María Zambrano.
— ¿Qué aporta este nuevo libro a tu trayectoria poética?
Creo que la poesía es una continua indagación, una búsqueda y un encuentro. También un posicionamiento. Una forma de entrar en el mundo. ‘El cielo de las horas’ guarda mucho de lo esencial que tiene mi poesía. La memoria, la reivindicación de lo que no ha sido ni será como parte valiosa e imprescindible de la existencia, que cohabita con la realidad y, a veces, se opone a ella. El amor y el paisaje degradado por lo humano. Los ámbitos emocionales y corpóreos que conforman nuestra vida y nuestro deseo. Todo eso creo que está, pero con nuevas claves y perspectivas, nuevos puntos de vista, nuevas experiencias. Siempre busco el sentido unitario del libro y, al mismo tiempo, la libertad de una diversidad expresiva que permanentemente trata de aunar forma y fondo, imagen y sentimiento.
— ¿Reconoces en este libro una evolución? ¿Cómo ha ido cambiando tu poesía desde que empezaste a escribir hasta la publicación de ‘El cielo de las horas’?
En este libro hay un poema titulado ‘La escritura o la vida’. A mí esa disyuntiva se me plantea como un binomio indisoluble. Lo que escribo ha forjado mi vida. Y mi vida está en lo que escribo. También en lo que vivo, o no vivimos, de nuevo el eterno choque entre realidad y deseo que ha sido tan desesperado, pero también fructífero y creativo. Cada libro responde a un tiempo, a un acontecer más o menos largo y plagado de vacíos y llenos. La escritura construye esa vivencia, la refleja, pero la maravilla de las palabras permite la connotación poética de tu propia intimidad y de tu comunicación con los otros. He intentado crecer y no repetirme. Y se crece con la experiencia, con el fracaso, con los triunfos, con el dolor y la felicidad, la lectura, el arte, lo que sucede y lo que nos sucede, son pilares donde intento anclar mi escritura.
— Siempre en los libros hay una manifiesta presencia de lo femenino. ¿Forma esto parte fundamental de tu escritura?
Creo que más que de mi poesía de mi poética, que es una filosofía de la palabra que proyecta una visión del mundo y del propio ser. En este sentido no creo que exista una literatura femenina, una pintura femenina o una ingeniería femenina, lo que considero es que las mujeres a lo largo del tiempo, han vivido, creado, deseado, en los lugares y en los tiempos que no han sido decisivos para la historia. Una mujer que escribe no lo hace ni mejor ni peor que un hombre, pero sí lo hace con una herencia indeseada y con una carga emocional, laboral y familiar más pesada que la del hombre y esto influye, sin duda, en el proceso creador de la mujer. Esa convicción, la estética y la afectividad, tanto tiempo oculta, de las mujeres, está en mis poemas y en mí misma.
— Sentirás entonces una gran satisfacción por tener el Premio Carmen Conde de Poesía.
Sí, y por tener a otra gran poeta y amiga de Jerez, que también lo tiene, y que ha escrito para ‘El cielo de las horas’ un precioso prólogo.
BIBLIOGRAFÍA DE JOSELA MATURANA
Maturana tiene detrás una amplia bibliografía. Ha publicado: La vida inédita, Premio Feria del Libro de San Fernando (1997), Oficio del Regreso, Premio Carmen Conde (1999), ediciones Torremozas. En 2000, finalista del premio Internacional de Poesía Ciudad de Melilla con La soledad y el mundo, publicado en la Colección Rusadir (Ed. Visor) y en 2005, Premio Bahía de poesía con el libro No podrá suceder, publicado por la Fundación Municipal de Cultura José Luís Cano del Ayuntamiento de Algeciras. En 2007 publica Principio de la Desolación, editado por EH en su colección poética Hojas de Bohemia. También en 2007 lanza El Rapto de las sabinas. Mujer y analfabetismo: un dolor íntimo y social, patrocinado por el Instituto Andaluz de la Mujer. En 2008 Lugares de Orfandad, publicado en la colección de poesía de la Diputación de Cádiz y el pliego poético Mar de cloro en la colección Siete Mares de la Diputación de Cádiz.
En 2010 publica Para entrar en la nieve editado por Quorum editores, con prólogo de José Manuel Caballero Bonald. En 2011 publica Cuaderno de la Fragilidad (Del Centro Editores), Madrid. En 2013 gana el III certamen de poesía de la Compañía de Versos (Granada) con el libro La luz guardada, publicado en CVA ediciones y en 2015 publica El palpitante animal de la tristeza (Ed. Vitruvio), Madrid. En 2016 publica Todo dice tu nombre. El libro del tarot (Ediciones La Gata).
Y está incluida en las antologías: Mujeres de carne y verso (Ed. La Esfera), Ellas son la Tierra (Serv. de Publicaciones de la Diputación de Cádiz), en Ilimitada Voz (Serv. de Publicaciones de la Universidad de Cádiz), Poetisas españolas (Ediciones Torremozas), en la de los Premios Pilar Paz Pasamar (Servicio de Publicaciones del Ayuntamiento de Jerez) y El placer de la escritura (Serv. de Publicaciones de la Universidad de Cádiz). DIARIO Bahía de Cádiz