Las visitas al ayuntamiento de San Fernando, mientras se remata su larga rehabilitación, continúan y se ha superado ya el millar de personas que han podido curiosear cómo está quedando esta actuación (que a principios de año rondaba ya el 92% de ejecución total): “la más importante llevada a cabo en la historia de la ciudad sobre un edificio público”.
Mientras los turnos de visitas guiadas regulares iniciadas a mediados de febrero (para los vecinos en general) se suceden (organizados por el Consistorio y administrados desde la Oficina Municipal de Turismo, que es donde hay que apuntarse), en estos últimos días ya se ha restaurado y puesto en marcha el reloj de la fachada que llevaba años parado; los asientos del público del salón de plenos ya están instalados, los ascensores a punto de colocarse y la cubierta de zinc de los lucernarios de la escalera imperial se está concluyendo.
A estas visitas de ciudadanos en general se unieron previamente las de determinados colectivos profesionales relacionados con la arquitectura y colectivos sociales de distinta naturaleza (educativos, culturales, de sectores como el comercio, etc.) que han hecho que se haya alcanzado el millar de visitas en estos días, quedando aun por hacerlo alrededor de 700 personas inscritas tanto de manera presencial como por correo electrónico a ‘visitatuayuntamiento@sanfernando.es’, donde aun se están recibiendo solicitudes.
La alcaldesa, Patricia Cavada, considera en una nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz que “si mil isleños e isleñas han visitado el ayuntamiento hasta ahora es porque sienten el edificio como algo suyo, como parte no sólo de la historia de la ciudad, sino de ellos mismos, de sus vivencias”.
La primera edil socialista ha querido reflexionar ante las “sensaciones” que ha comprobado experimentan quienes visitan la Casa Consistorial casi rehabilitada. De hecho, ha estado presente en la mayoría de los pases guiados, y también la concejala de Desarrollo Urbano, Claudia Márquez. En otras ocasiones otros concejales del gobierno han acompañado a las personas que han recorrido el edificio “explicándoles la importancia de lo que se está haciendo en la ciudad con su gran ayuntamiento”, junto a personal técnico tanto del equipo redactor del proyecto –en muchas ocasiones el propio director, Francisco Márquez- y de Vías y Construcciones, empresa que lleva a cabo la obra; cuyo coste ronda los 9 millones de euros, todo procedente de fondos municipales.
“SORPRESA Y EMOCIÓN”
“Sorpresa y emoción son los sentimientos que más podemos comprobar entre las personas que visitan el edificio”, insiste Cavada, que destaca las sensaciones percibidas en los grupos cuando acceden al antiguo patio de la cárcel, el nuevo salón de actos con techo móvil para la entrada de luz natural, la sala mozárabe con su extraordinaria decoración, la capilla antigua recuperada con la fecha de 1788 en su inscripción, la bajada por la escalera imperial o el nuevo salón de plenos, con un sobriedad decorativa “admirable” como principal ejemplo de los criterios establecidos para conjugar los estilos decorativos contemporáneos con los clásicos del propio edificio.
Muchos de estos visitantes preguntan por espacios como la Biblioteca Lobo, entre los que más se recuerdan por su importancia y al ser de los más visitados en su momento. “Se quedan sorprendidos y les agrada la idea de que esté ubicada en la parte baja del edificio, donde se ha creado una zona de ámbito cultural en la que estará esta biblioteca, los archivos históricos municipales, una zona de consulta de documentación, el salón de actos como ágora cultural de la ciudad, independiente del uso y horario administrativo del edificio”, aclara la alcaldesa.
Entre los visitantes no faltan personas que aportan y comparten con el resto del grupo experiencias de sus visitas en décadas pasadas o funcionarios que ejercieron antaño y ahora disfrutan de su jubilación. Anécdotas que trasladan mientras se realiza el recorrido. “Hace unos días formaba parte de un grupo la pareja que contrajo el último matrimonio en el ayuntamiento antes de su cierre”, agrega Patricia Cavada.
Al finalizar cada recorrido se presta especial atención a las impresiones que se lleva cada visitante “porque aunque el recorrido sea el mismo, cada visita es diferente por las sensaciones que aporta. Es una hora y media en cada pase que transcurre muy rápida según nos comentan los ciudadanos–asevera la alcaldesa-, se les hace corto al contemplar ante sus ojos un edificio que, como se les indica en la explicación inicial, es una de las casas consistoriales más importantes de España, y quienes lo están viviendo tienen la oportunidad de ser los primeros en verlo”.
En el itinerario por cada zona se señalan además los vestigios del maltrato que ha sufrido el inmueble en determinados lugares, las alteraciones y amputaciones arquitectónicas realizadas en diferentes etapas, en zonas abovedadas, en muros o en la piedra ostionera recuperada. “Algunos de los efectos de estas desafortunadas intervenciones se han dejado tal cual para no alterar más el edificio con elementos falsos y para que quede constancia de lo que se hizo, por eso se puede apreciar piedra ostionera con oquedades o pilares cercenados en algunos puntos”, explica la regidora de la ciudad. “La intervención no ha consistido en reconstruir, sino en recuperar”, sentencia.
TRES AÑOS DE OBRAS…
La demandada y demorada actuación comenzaba en la primavera de 2016 (a esas altura se cumplía ya una década con el edificio cerrado y deteriorándose), y a finales de 2017 se confiaba en que pudiera estar rematada antes del verano de 2018… avanzado el año se dijo que tras el verano, en octubre se aplazó esta terminación a principios de 2019, curiosamente con las elecciones municipales a la vista, en mayo. Hoy día sigue sin saberse la fecha de su reapertura.
Los trabajos los ejecuta Vías y Construcciones, que se adjudicó el contrato por 7,9 millones, aunque con la obra en marcha pidió 500.000 euros más y seis meses más de plazo para afrontar imprevistos estructurales. Meses atrás, el Ayuntamiento librará otros 220.000 euros no previstos. La administración municipal sufraga la totalidad de la inversión, pese a que en su momento la Junta de Andalucía se comprometiera a costear el 50%.
Este edificio del ayuntamiento es una de las primeras construcciones ligadas directamente a la creación de San Fernando como ciudad, y el edificio más representantivo del periodo neoclásico en la Bahía de Cádiz. Declarado Bien de Interés Cultural (BIC) en la categoría de Monumento en julio de 2007, fue diseñado por Torcuato Cayón, quien dirigió hasta 1783 las obras, iniciadas en septiembre de 1778. A Cayón le sucedió Pedro Ángel Albisu. Las obras se pararon largo tiempo y en 1888 las retoma Amadeo Rodríguez. De esta forma, la segunda planta se finalizó un siglo. La construcción se dio por acabada en 1894, aunque posteriormente se acometieron más actuaciones, la mayor parte para redistribuir los espacios.