La prometida rehabilitación de los antiguos juzgados de San Fernando, en la plaza de San José, para acoger la escuela de adultos María Zambrano, podrá iniciarse al fin en las próximas semanas. El Ayuntamiento ha firmado recientemente el contrato con la empresa adjudicataria, Construcciones y Promociones A. Ramos.
En esta actuación municipal (de las más importantes del presente mandato y ratificada por los pocos vecinos que se implicaron en los primeros presupuestos participativos, los de 2016, además de ser una promesa electoral del PSOE), se invierten casi 670.000 euros. Una cantidad reservada en los presupuestos de 2016, aquellos que PSOE y PA negociaron con Ciudadanos. Hasta ocho empresas se presentaron en la licitación por 769.000 euros (y hasta nueve meses de plazo de ejecución), pero este proceso se ha ido alargando más de lo debido tras la renuncia de varias de las firmas con ofertas muy a la baja.
En una nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz, la alcaldesa, Patricia Cavada, remarca que las obras eran “muy esperadas” por la comunidad educativa para poder incrementar sus programas educativos, en un centro avanzando dentro de las escuelas de adultos reuniendo las mejores condiciones formativas. Por eso, y aunque no era de obligado cumplimiento para adecuarse a la actual normativa, se decidió incluir en el proyecto de rehabilitación la climatización del edificio.
“Por tanto, cumplimos una reivindicación histórica de alumnado y profesorado, al unir en un mismo edificio las clases que hasta ahora se impartían en dos zonas alejadas de la ciudad en el centro, con una magnifica plaza que le da prestancia y además se convierte en un magnifico lugar para acoger actividades al aire libre y compartidas con la ciudadanía. La ubicación de un edificio con tanta actividad en este enclave y con tanta afluencia de usuarios contribuye también a la dinamización y a la generación de actividad económica y empleo”, interpreta la primera edil socialista.
Fue en 1990 cuando se inauguró la primera sede propia de la escuela en la calle San Bruno para dar respuesta a las necesidades formativas de la población adulta en lo que se refiere a alfabetización y también en la obtención de titulaciones de estudios primarios (antiguo Graduado Escolar). Siete años después, harían uso de un segundo edificio en la Casa Colorá, dividiendo a profesores y a los casi 1.400 alumnos en dos zonas separadas de La Isla.
UN NUEVO PATIO INTERIOR PARA “ORDENAR” LOS ESPACIOS
El proyecto de rehabilitación de la antigua sede de los juzgados para escuela de adultos (donde el PP planteó en su momento reubicar la Casa de la Juventud), parte de la premisa de ordenar los nuevos usos docentes, recogidos en el programa, en torno a un patio de nueva creación de proporciones cuadradas, que se erigirá en el verdadero elemento vertebrador de la propuesta. Éste integrará en su traza el desarrollo de la escalera principal, dotando al conjunto de la planta de un nuevo orden espacial, potenciado por la introducción en el interior de la luz natural filtrada cenitalmente a través de un gran lucernario situado en la cubierta.
El recurso al patio, elemento procedente de la más genuina tradición arquitectónica andaluza, además de integrar la actuación en el tejido urbano, contribuye a hermanar la actuación a otros ejemplos notables de tipologías de edificios públicos de la ciudad histórica.
Con esta sencilla operación, además de lograr una mayor generosidad en cuanto a la dotación de espacios comunes, vestíbulos y galerías de distribución, confiere al mismo una mayor racionalidad y orden a la planta “muy desdibujada en su anterior conformación”, distribuyendo a su alrededor las distintas funciones del programa docente: aulas, despachos y salas de reuniones que irán ocupando las tres crujías exteriores, “aprovechando de esta manera las mejores condiciones de iluminación y ventilación”. Junto a la medianera, se situarán el resto de las dependencias auxiliares, aseos,limpieza y archivos, ascensor y escalera de servicio, impuesta ésta última por la normativa contra-incendios.
Desde un punto de vista de imagen exterior, el proyecto apuesta por recuperar, restaurándola, el espíritu original de la fachada de estilo Internacional y ecos americanos, tan característica de los años 70 del siglo pasado, cuya verticalidad se entiende “más que acertada” en lo que su integración en la atmósfera neoclásica de la ciudad respecta.
Además, se eliminarán las barreras arquitectónicas que presentaba un edificio de esta antigüedad, añadiendo una rampa de acceso y suprimiendo la actual escalera principal y el ascensor para configurar “unos espacios de circulación que tendrán los anchos adecuados para que todos y todas puedan acceder y hacer uso de este espacio en condiciones de igualdad; contando además con iluminación natural y con aulas que tendrán ventanas directas a calle y plaza, entre otras actuaciones”.
El futuro edificio en San José contará con aulas de Informática, Confección, Cocina, Multiusos, Sala Polivalente para la celebración de actos y actividades formativas, una zona para administración y también espacios configurados para punto de encuentro y trabajo entre el profesorado y el alumnado. Además, se adecuará también un espacio para la asociación de alumnos Marzam, “cumpliendo con ello todas las necesidades que se nos ha ido trasladando desde el colectivo”, sentencian desde el Gobierno municipal.