Los concejales del Ayuntamiento de San Fernando de Vías y Obras y de Educación han supervisado el entorno de los colegios La Ardila y Arquitecto Leoz dentro de los trabajos que el Consistorio dice estar realizando para la puesta en marcha de los llamados itinerarios escolares seguros, iniciativa avanzada meses atrás que sigue sin entrar en funcionamiento.
Los concejales del Ayuntamiento de San Fernando de Vías y Obras y de Educación, Pascual Junquera, y María José Moreno, respectivamente, han supervisado el entorno de los colegios La Ardila y Arquitecto Leoz dentro de los trabajos que el Consistorio dice estar realizando para la puesta en marcha de los llamados itinerarios escolares seguros, iniciativa avanzada meses atrás que sigue sin entrar en funcionamiento.
Ambos ediles del PP, según se ha informado a DIARIO Bahía de Cádiz, han recorrido las posibles rutas de tránsito que los escolares de estos centros usan diariamente para comprobar el estado de las mismas y así concretar cuáles son los que mejor se adaptan para albergar esta iniciativa.
Estos itinerarios escolares seguros se van a incluir en el programa municipal ‘Al cole seguro’: contemplan recorridos “seguros y atractivos” de casa al colegio, “recuperando espacios para la infancia y haciendo más habitables las calles y plazas de la ciudad”. Los objetivos del programa son, en la teoría: promover el buen hábito de caminar, la consecución de una red de itinerarios seguros con todos los colegios, reducir el número de vehículos particulares en los colegios a las horas de salida y entrada, fomentar la autonomía de los niños, concienciar sobre el valor de caminar en compañía, aprender educación vial entendiéndole como educación en valores, hacer de San Fernando una ciudad más sostenible al potenciar la figura del peatón y, finalmente, “fomentar la participación ciudadana”.
Para la correcta consecución de este programa requiere de tres compromisos: por un lado, el Ayuntamiento que se encargará de analizar propuestas, informes de viabilidad y ejecuciones que necesitará de una coordinación entre servicios municipales para gestionar las actuaciones públicas que sean necesarias acometer; por otro, la comunidad educativa, que deberá contar con la participación del profesorado, del equipo directivo, del personal docente y sobre todo de los escolares y de sus familias que serán los protagonistas del “verdadero cambio”; y en tercer lugar, el barrio, que también deberá colaborar con el centro escolar en actividades, cumpliendo las normas de tráfico, siendo respetuoso con el espacio público, su limpieza y cuidado.