Agaden Ecologistas en Acción asegura que se ha puesto en contacto con la delegación territorial de Desarrollo Sostenible de la Junta de Andalucía en Cádiz, el área de Desarrollo Sostenible del Ayuntamiento de San Fernando y con el Seprona de la Guardia Civil, alertando de la afección de una colonia de vencejos por obras.
Este colectivo pide que se paralicen los trabajos de arreglo de fachada en un edificio en concreto de La Isla de forma inmediata y no se reanuden hasta después del periodo de cría, así como que se trabaje de forma conjunta para mantener los huecos de cría en este bloque o en su defecto, sean aportados cajas nido para la cría.
En una nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz, Agaden resalta que esta colonia está considerada como una de las mayores de la Bahía de Cádiz, “aunque su número ya se ha visto reducido en casi el 50% en la última década; actualmente cuenta con unas 150-200 parejas, llegando a existir en el pasado entre 300 y 400”.
Esta colonia “está siendo afectada por las obras de arreglo de fachadas y tejado en edificios de la ciudad”. Aves insectívoras que además están desapareciendo por diferentes causas.
Al respecto, miembros de Agaden dicen haber podido comprobar que se está realizando trabajos de mejora en algunos edificios donde se encuentra esta colonia. Los vencejos, precisan, “son aves que no realizan nidos tal y como se conocen en otras especies, si no que necesitan para criar pequeños huecos en fachadas y tejados”.
En este caso, al arreglar esos tejados y fachadas, es muy probable que se bloqueen las entradas a los nidos, “con la correspondiente mortandad de pollos, la imposibilidad de incubar las puestas y el hecho de que puede que se queden encerrados algunos ejemplares adultos”.
En este punto, los ecologistas recuerdan que los vencejos son aves protegidas por las leyes europeas, nacionales y por convenios internacionales, “lo que significa que son merecedoras de una atención y protección particular en función de su valor científico, ecológico o grado de amenaza, entre otras”. Es más, se señala que la última modificación del Código Penal amplía la protección a estas especies protegidas, “considerando en su artículo 334 una pena de prisión de hasta dos años para quien las cace, las destruya o realice actividades que impidan o dificulten su reproducción o migración”.