La empresa propietaria de la salina El Estanquillo, en San Fernando, inicia una nueva etapa en su actividad en la que ha recuperado la producción de sal tras una importante inversión en las instalaciones, al tiempo que apuesta por diversificar nuevos usos de estos espacios de la mano del turismo.
A colación, el Ayuntamiento acaba de firmar un protocolo con dicha entidad privada. Este acuerdo, se defiende, “responde a la filosofía de fortalecer las relaciones con los emprendedores e ir de la mano en materia de gestión económica y ambiental de las marismas”.
Esta colaboración, del mismo modo que la que ya se ha iniciado con Ctaqua y la Salina de San Vicente, se enmarca también en el “objetivo prioritario” que dice tener el Consistorio isleño de “la lucha contra el cambio climático”: no en vano, las marismas y salinas que conforman el entorno natural del municipio “pueden jugar un papel muy importante en este aspecto porque son sumideros de CO2 muy eficientes”.
La alcaldesa, Patricia Cavada, ha insistido en que la firma de este protocolo de colaboración con la salina “respalda la apuesta por tejer alianzas para el desarrollo de actividades productivas en los espacios salineros de San Fernando como la acuicultura, el turismo sostenible o la educación ambiental”.
“Nuestras salinas son un elemento productivo que genera actividad y empleo de la mano de la extracción de la materia prima, pero cuando nos planteamos dar este paso y colaborar en la gestión de estos espacios sabíamos que teníamos que ir más allá y apostar por otros aspectos como el ambiental, el turístico, el patrimonial, para entre todos esos valores generar sinergias que logren que contemos con un elemento de atracción de primer orden que nos permita diferenciarnos y nos identifique”, ha defendido la primera edil socialista en este acto.
Además, este trabajo conjunto para la gestión de estos espacios parte de la base de que en La Isla el 70% del término municipal está en el Parque Natural Bahía de Cádiz, aproximadamente 2.000 hectáreas de la que actualmente solo se aprovechan unas 900 y que, además de un alto valor ecológico, tienen un enorme potencial para posibles aprovechamientos y usos sostenibles.
“Tenemos que potenciar los valores del Parque Natural, y abarcar un amplio abanico de actividades en los ámbitos turístico, educativo, deportivo, cultural y formativo e incluso histórico”, ha subrayado Cavada, incidiendo en que “este es un paso fundamental para el cambio de nuestro modelo productivo en el que, curiosamente, tenemos que mirar al pasado y a nuestra historia para poder garantizar el mejor futuro”.
SAL Y DIVERSIFICACIÓN
Por su lado, Francisco Armenteros, uno de los responsables del Grupo Asal (junto a su hermano José Luis), propietarios de El Estanquillo, ha resaltado que la salina inicia una nueva etapa gracias a la inversión realizada para su explotación y su desarrollo económico; “para el grupo empresarial la recuperación de este espacio y su puesta en valor va de la mano de la diversificación con nuevos usos”. Por todo ello, ha agradecido al Ayuntamiento la firma de este protocolo “que nos permite viajar juntos con el mismo objetivo: desarrollar la zona y recuperar este espacio natural”.
Ha detallado que se ha realizado una potente inversión en los dos últimos años para recuperar muros internos y circuitos que ahora les van a permitir una correcta producción en calidad y cantidad, “para ser competitivos y llevar la sal de San Fernando a todos los países a los que exportamos”.
Del mismo modo, ha apuntado que “disponemos de un espacio natural privilegiado, y debemos ser capaces de transmitirlo y ponerlo en valor no solo desde el punto de vista salinero, sino apostando por otros usos diferentes que permitan que las inversiones que estamos haciendo se sostengan económicamente”. Así, ha abierto la puerta a alternativas como el turismo de naturaleza, o incluso el turismo de salud gracias a las actividades complementarias con los productos de la salina o los fangos de la zona.
Según se ha informado a DIARIO Bahía de Cádiz, tras la firma de este acuerdo, la alcaldesa ha visitado junto a Francisco y José Luis Armenteros el espacio. Han estado acompañados por el concejal de Desarrollo Sostenible, Ignacio Bermejo; la edil de Empleo y Turismo, Regla Moreno; el director de los Servicios Centrales de Investigación en Salinas de la Universidad de Cádiz, Alejandro Pérez; el gerente de Ctaqua, Juan Manuel García de Lomas; y un representante de la empresa que explota el Centro de Visitantes del Parque Natural Bahía de Cádiz.
DESDE LOS FENICIOS…
La producción salinera en la zona de la salina El Estanquillo se remonta a los fenicios. Con una extensión de 500.000 m2 (50 hectáreas), la empresa comenzó la explotación en el año 1973, “siempre respetando la naturaleza y avifauna existente y obteniendo una excelente calidad de sal atlántica”. Ha permanecido sin producir algo más de tres años, pero ahora se ha retomado la actividad.
Es la primera salina con la que contó el Grupo Asal (en el sector salinero desde 1968) en la provincia gaditana. Así, con sus salinas en Cádiz alcanza una producción de unas 400.000 toneladas anuales, siendo así los primeros productores a nivel nacional de sal 100% marina, tanto por volumen de producción como por extensión dedicada a la misma. Sus productos son exportados además a más de una decena de países en diferentes formatos.