La calle Drago, de San Fernando, parece otra. El Ayuntamiento ha finalizado la reurbanización que se han ejecutado durante los últimos tres meses, una actuación enmarcada dentro del plan Invierte de la Diputación, en la que se ha invertido cerca de 120.000 euros.
Esta vía, que se encuentra ubicada en la barriada Cayetano Roldán, junto al instituto Botánico, el colegio Servando Camúñez y la escuela infantil Blas Infante, ha experimentado una profunda transformación que ha sido valorada positivamente por los representantes vecinales y de la comunidad educativa del IES Botánico (dirección y Ampa) que han acompañado a la alcaldesa, Patricia Cavada, durante su visita. También han asistido los concejales Antonio Rojas y Javier Navarro y técnicos municipales.
Las obras de mejora de la calle comenzaron a finales del pasado mes de marzo y se han ejecutado sobre una superficie de más de 2.000 metros cuadrados. Esta calle, transitada a diario por numerosos vecinos del barrio y por numerosos escolares y familiares, presentaba un mal estado de conservación, por lo que se hacía necesaria su intervención.
La actuación ha consistido fundamentalmente en la regularización del firme con base de hormigón, colocándose solería de granito en el centro de la calle y con la inclusión de nuevos árboles que generen zonas de sombras. Además, se han eliminado las barreras arquitectónicas para convertir la calle en un espacio completamente accesible, adaptando los espacios para su uso y recreo.
Además, se ha contemplado también la reposición de pavimentación, parterres y alcorques y la mejora de los pasos de peatones. Y esta ‘nueva’ calle Drago dispone también ya de nuevo alumbrado led y de una rampa de accesibilidad junto a las pistas deportivas.
La obra fue adjudicada a la empresa Demomac y en la elaboración del proyecto participó personal del anterior plan de empleo costeado por la Junta de Andalucía.
“AHORA TENEMOS UN ESPACIO ACCESIBLE Y SEGURO”
En una nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz, la primera edil socialista ha recordado que esta actuación era una antigua reivindicación de la Asociación de Vecinos Madariaga y de la comunidad educativa del Botánico: “era muy necesaria para la ciudad porque la calle Drago ofrecía inseguridad a la hora de caminar por ella y era necesario solventar este problema que acuciaba a una calle muy concurrida”.
Ahora, “la calle Drago se ha convertido en un gran espacio accesible y seguro para todos. Por ello quiero felicitar a las entidades vecinales, al instituto Botánico y a los representantes de los padres y madres por sus reivindicaciones. Hoy podemos decir que este Gobierno municipal ha cumplido su compromiso y me siento muy feliz por ello”, ha subrayado Cavada.