El veterano y prestigioso periodista Iñaki Gabilondo, con más de medio siglo de trayectoria y todavía en activo, se dejó ver este lunes por la Bahía de Cádiz, por “la capital de la libertad, de la España democrática”, según sus propias palabras. Ha recogido en San Fernando, en el mismo Real Teatro de las Cortes, el IV Premio a la Libertad de Expresión, concedido por el Ayuntamiento isleño; reconocimiento que rinde tributo a instituciones o personalidades que han jugado un papel importante en el desarrollo de la libertad de expresión y al derecho a la información.
Este galardón se enmarca en la conmemoración del Decreto IX de 10 de noviembre de 1810, aprobado por aquellas Cortes reunidas en la Isla de León, que reconocía por primera vez en la historia de alguna manera la libertad de imprenta.
Gabilondo es el cuarto premiado con esta distinción (creada alrededor de aquel Bicentenario de 1810) que se entrega desde 2009 de manera bienal, tras el fotógrafo jerezano Emilio Morenatti, el periodista isleño José Oneto (fallecido recientemente) y el Diario de Cádiz.
El solemne y mimado acto institucional casi llenó el teatro, y estuvo presidido por la misma alcaldesa, Patricia Cavada, el delegado del Gobierno en Andalucía, Lucrecio Fernández, y el presidente de la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (Fape), Nemesio Rodríguez. Y con la presencia en el patio de butacas, entre otros, de la presidenta de la Diputación, Irene García, el subdelegado del Gobierno en Cádiz, José Pacheco, o la decana del Colegio Profesional de Periodistas de Andalucía (CPPA), Eva Navarrete. Nadie visible de la Junta de Andalucía… El momento de entrega de la estatuilla (una réplica del monumento de Berraquero frente al castillo de San Romualdo) estuvo acompañado de un largo y cálido aplauso.
“NO PERMITAN A LOS PERIODISTAS QUE ALIMENTEMOS EL ODIO, HAGAN QUE ALIMENTEMOS LOS SUEÑOS”
Iñaki Gabilondo centró su discurso, lo más esperable de la mañana, en una idea: “los periodistas estamos administrando un derecho, no somos titulares del derecho de libertad de expresión; es un derecho de la sociedad que nosotros tenemos que administrar”.
Un derecho (“el derecho de la sociedad a la libertad y no puede ejercerse sin la atmósfera del pensamiento libre y de la expresión libre”) que, evidenciaba, “ha tenido que sortear numerosas adversidades a lo largo de décadas, no sólo ahora”. Y en este punto, ha dibujado su idea de que vivimos hoy día entre “un mundo que se está muriendo y otro que está naciendo… y en medio de la tormenta estamos observando con confusión este cruce de olas; estamos en la edad de la perplejidad, notamos que un mundo se nos cae y otro brota, y estamos en el medio sobreviviendo”.
Para el periodista septuagenario, lo mismo ocurre con el periodismo, se encuentra en un momento de tanteo, “buscando el futuro con una mirada pesimista en medio de una crisis económica, moral, ética”.
“Es mucho más tremendo el ruido que hace un árbol cuando se desploma que el ruido de la yerba creciendo en el bosque; estamos demasiado cegados con el susto que nos da el mundo que se va”, insistía en subrayar. Y es que para Gabilondo, la pregunta no es qué va a pasar, “la pregunta es qué vamos a hacer. No podemos adoptar una aptitud defensiva. El futuro se está moviendo ya. Pongámonos en pie como lo hicieron en 1810. Pero tenemos que saber adónde queremos ir”. Aquí, quiso dejar claro que España “es un país extraordinario, no saben lo formidable que es, aunque necesita proyectos para creérselo”.
Y hablando de proyectos, reclamó al auditorio que “no permitan a los periodistas que alimentemos el odio, hagan que alimentemos los sueños”. “Lo que está pasando, está pasando. Y lo que viene detrás no está escrito. Lo escriben los seres humanos con lo que permiten hacer, hacen y permiten que no se haga”, reflexionaba el durante tantos años líder de la radio española.
El homenajeado remató su sucinta perorata incidiendo en que “la libertad de expresión, de pensamiento, es un derecho de ustedes. Los administradores, los periodistas, solo tenemos la obligación de su buen uso”. Y, con humildad, compartía el premio “con ustedes y con los muchos periodistas, jóvenes y no tan jóvenes y no famosos, los que están en la sombra; ellos están sosteniendo está libertad de expresión, el colectivo de administradores de su derecho a la libertad de expresión”.
“GRAN ENTREVISTADOR SIN PAPELES”
Abrió el turno de discursos y halagos al premiado el presidente de la Fape, Nemesio Rodríguez, haciendo un “viaje en el tiempo” de la libertad de prensa desde aquel Decreto IX de 10 de noviembre de 1810 aprobado en La Isla; y recorriendo rasgos vitales, biográficos y admirables de Gabilondo, un “antifranquista y devoto de la radio; un gran entrevistador sin papeles, que afirma que ‘quiero que quien me está hablando sepa que me está prestando atención’”. “’Nunca hay que odiar’ fue un consejo de su padre”, según Rodríguez, que encuentra en el homenajeado “ante todo, ética: y es que el periodismo debe servir a la sociedad”.
“Entrevistador de grandes personajes y de gentes sencillas; muy exigente con los errores, incluido los suyos; ha sufrido mucho con las guerras mediáticas; prefiere la palabra y no la espada; maniático del lenguaje, del rigor y de la precisión; admirador de su gran competidor en las ondas, Luis del Olmo; si quisiera ser malo no sabría; un lector empedernido y melómano”, son algunas de las sentencias del presidente de la Fape sobre Iñaki Gabilondo.
“ESCUCHÁNDOTE CADA MAÑANA, ESPAÑA ES UN PAÍS MEJOR”
Por su lado, el delegado del Gobierno en Andalucía, Lucrecio Fernández, que confesaba estar “temblando” por intervenir detrás de Gabilondo (“a mi de mayor me gustaría ser como Iñaki”, confesaba), y que no dejó de recordar que su primera experiencia pública fue como concejal en San Fernando; reflexionaba sobre el significado de la libertad de prensa. Para Fernández, “requiere tener unos poderes públicos que la respeten (como la independencia en RTVE); de empresas editoriales comprometidas que no piensen en el capital que las soportan; y profesionales comprometidos con su profesión, periodistas que también necesitan mejores condiciones laborales”.
Contra las noticias falsas y a favor de que se distinga bien la información de la opinión, entiende que “sólo unos ciudadanos bien informados son capaces de formarse criterio propio, que nos permitan a todos hacer una defensa de la democracia. No es un bien que se defienda por sí mismo, se defiende con el compromiso de los ciudadanos día a día”.
“Tú comportamiento –terminaba refiriéndose al periodista vasco- hace que seamos mejores ciudadanos, hemos sido capaces de crearnos criterio propio. Escuchándote cada mañana, España es un país mejor”.
“EL PERIODISMO NO ES EL QUE ERA, TAMPOCO LO ES ESTE PAÍS. TOCA ADAPTARSE”
“Escuchándote (en la radio), hemos sido testigos de cómo se ha ido consolidando la democracia en este país, y aprendimos ética, dignidad y capacidad de escucha”, abundaba por su lado la alcaldesa, Patricia Cavada, para cerrar el acto; incidiendo en que “has sido testigo de la historia, y un defensor de la libertad de expresión, que sólo puede existir con respeto al otro y convivencia”.
La primera edil socialista pasaba a divagar sobre el periodismo, que “debe contar las cosas que son ciertas, te gusten o no. Y debe buscar su utilidad, es un servicio público; y debe adaptarse y reinventarse, pero es cada vez más necesario. Seguiremos necesitando del buen periodismo, que nos hace menos manipulables. Estamos más sobreinformados que nunca, pero necesitamos dar claridad a los hechos”.
Además, Cavada consideró que el periodismo y la política “tenemos un desafío: debemos implicar a las nuevas generaciones, que los jóvenes se involucren”. Igualmente, ha reclamado que “no podemos degradar mas nuestra convivencia para no dar pasos atrás, hay que tener fresca la memoria”.
“El periodismo no es el que era, tampoco lo es este país. Toca adaptarse, dar cabida a todos, ser ambiciosos, no ser cortoplacistas. Es tiempo de construir, de apoyar, de tener gobiernos sólidos. Hace falta diálogo, y luego más diálogo”, terminaba afirmando la alcaldesa, antes de dar paso a los himnos y a la sesión de fotos con el protagonista del acto.
UNA AMPLIA TRAYECTORIA
Licenciado en Periodismo por la Universidad de Navarra, Iñaki Gabilondo (San Sebastián, 1942) inició su carrera en el mundo de la radio con 21 años; en 1963 en la Cope en San Sebastián, de la que fue director con 27 años, y en 1969 pasó a dirigir Radio San Sebastián de la cadena Ser; poco después pasaría a la Ser en Sevilla, y ya en 1978 se incorporó a los servicios informativos de la cadena SER en Madrid para dirigir ‘Hora 25’, y en 1980 director de los servicios informativos de la emisora. Poco después pasaría a dirigir los informativos de TVE. Tras su breve paso por la televisión pública fue director general de Radio Televisión 16, aunque no tardó en volver a la Ser. Y en 1986, se hizo cargo del que él considera el programa de su vida: ‘Hoy por hoy’, que ha llegado a ser el programa de más audiencia de toda la historia de la radio española.
En 2005, Gabilondo dejaba el ‘Hoy por hoy’ para ser el presentador del informativo Noticias Cuatro del nuevo canal generalista español, Cuatro, puesto que abandonó en 2010, para pasarse a CCN+ durante unos meses, canal de información continua que se liquidaba para dar paso a un canal sobre Gran Hermano.
Desde 2011, sigue ligado al diario El País y a la cadena Ser, ofreciendo su opinión sobre la actualidad. Además, participa con asiduidad en foros y conferencias relacionadas con los derechos humanos y la actualidad social, y sobre el futuro de la profesión a la que ha dedicado su vida.
También es autor de varios libros como ‘El fin de una época’, ‘Un minuto, a bote pronto’, ‘Verdades como puños’ o el libro en el que entrevista al periodismo Ryszard Kapuscinski ‘Kapuscinski, la voz del otro’.
Por otro lado, puede presumir de ser uno de los periodistas españoles más premiados. Entre los galardones destacan seis premios Ondas, un premio Ortega y Gasset, el Premio de Periodismo de la Federación de Asociaciones de la Prensa, tres Antena de Oro, la Medalla de Oro de Andalucía, el Premio del Club Internacional de Prensa, el Premio Tomás y Valiente, el Francisco Cerecedo de Periodismo concedido por la Asociación de Periodistas Europeos, la Medalla de Oro al Mérito en el Trabajo del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, los Premios Clara Campoamor y Meridiana por su labor a favor de la mujer o la Medalla de Oro de la Academia Española de la Radio, por destacar solo algunos.
Los reconocimientos por su carrera se siguen sucediendo. Sin ir más lejos, Gabilondo ha sido nombrado hace semanas Doctor Honoris Causa por la Universidad de Sevilla, que se suman a cuatro nombramientos honoris causa por las universidades Rey Juan Carlos, de Valencia, de Lérida y de Burgos. Dany Rodway DIARIO Bahía de Cádiz