La Iglesia daba marcha atrás, pero un mes después vuelve a decir que no. Álex Salinas, un joven transexual de San Fernando, no puede ser el padrino del bautizo de su sobrino. La razón: “no posee el requisito de llevar una vida conforme a la fe”. El Obispado de Cádiz ya lo rechazó inicialmente; sin embargo, tras el revuelo mediático que se formó y las diferentes voces acusando al obispo de “transfobia”, este admitió que fue un error. Ahora revela que decidió elevar una consulta ante la Congregación para la Doctrina de la Fe, y esta comunica la “imposibilidad de que se le admita”. “La aceptación del propio cuerpo como don de dios es necesaria para acoger y aceptar el mundo entero como regalo del padre y casa común”, agrega Zorzona transcribiendo palabras del Papa.
La Iglesia daba marcha atrás a principios de agosto, pero un mes después, vuelve a decir que no. Álex Salinas, un joven transexual de San Fernando, no puede ser el padrino del bautizo de su sobrino. La razón: “no posee el requisito de llevar una vida conforme a la fe”.
El Obispado de Cádiz y Ceuta ya lo rechazó inicialmente argumentando eso mismo, que “no cumple con el requisito de llevar una vida congruente con la fe”; sin embargo, tras el revuelo mediático que se formó al respecto, con eco en medios nacionales y redes sociales –en apenas días se recogieron más de 35.000 firmas pidiendo la mediación del Papa-, y las diferentes voces acusando al obispo Rafael Zornoza de “claro ejemplo de transfobia” y de discriminación, este admitió que fue un error, o al menos esto le trasladó el párroco al chaval, confirmándole que sí podría ser padrino, y que la familia fuera buscando fechas.
Sin embargo, ahora Zornoza, en un comunicado trasladado a DIARIO Bahía de Cádiz, reconoce que ante la “confusión provocada entre algunos fieles al haberme sido atribuidas palabras que no he pronunciado”, y por “la complejidad y relevancia mediática alcanzada por este asunto”, teniendo en cuenta “las posibles consecuencias pastorales de cualquier decisión al respecto”, decidió elevar una consulta formal ante la Congregación para la Doctrina de la Fe.
Y la respuesta es clara: se comunica la “imposibilidad de que se le admita”. “El mismo comportamiento transexual revela de manera pública una actitud opuesta a la exigencia moral de resolver el propio problema de identidad sexual según la verdad del propio sexo. Por tanto resulta evidente que esta persona no posee el requisito de llevar una vida conforme a la fe y al cargo de padrino, no pudiendo por tanto ser admitido al cargo ni de madrina ni de padrino”, se remarca.
Asimismo, en esta contestación se añade que “no se ve en ello una discriminación, sino solamente el reconocimiento de una objetiva falta de los requisitos que por su naturaleza son necesarios para asumir la responsabilidad eclesial de ser padrino”.
A colación, el obispo de Cádiz agrega en su escrito a los medios que el Papa Francisco ya ha afirmado en varias ocasiones, “en continuidad con el Magisterio de la Iglesia”, que esta conducta “es contraria a la naturaleza del hombre”. Y trascribe parte de su última encíclica: “La ecología humana implica también algo muy hondo: la necesaria relación de la vida del ser humano con la ley moral escrita en su propia naturaleza, necesaria para poder crear un ambiente más digno. Decía Benedicto XVI que existe una ‘ecología del hombre’ porque ‘también el hombre posee una naturaleza que él debe respetar y que no puede manipular a su antojo’ (…) La aceptación del propio cuerpo como don de dios es necesaria para acoger y aceptar el mundo entero como regalo del padre y casa común, mientras una lógica de dominio sobre el propio cuerpo se transforma en una lógica a veces sutil de dominio sobre la creación. Aprender a recibir el propio cuerpo, a cuidarlo y a respetar sus significados, es esencial para una verdadera ecología humana. También la valoración del propio cuerpo en su femineidad o masculinidad es necesaria para reconocerse a sí mismo en el encuentro con el diferente. De este modo es posible aceptar gozosamente el don específico del otro o de la otra, obra del dios creador, y enriquecerse recíprocamente. Por lo tanto, no es sana una actitud que pretenda ‘cancelar la diferencia sexual porque ya no sabe confrontarse con la misma’”.
Zornoza finaliza apuntando que ya se ha hecho saber a los interesados que no puede aceptarse a Salinas como padrino. “La Iglesia acoge a todas las personas con caridad queriendo ayudar a cada uno en su situación con entrañas de misericordia, pero sin negar la verdad que predica, que a todos propone como un camino de fe para ser libremente acogida”, sentencia.
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