Un equipo de desactivado de explosivos de la Unidad de Buceo de Cádiz, perteneciente a las Unidades de la Fuerza de Acción Marítima en Cádiz, con base en la Estación Naval de Puntales, se ha movilizado en los últimos días en San Fernando por la aparición de varios a artefactos localizados por vecinos.
Así, el pasado viernes se llevaba a cabo la identificación y neutralización de un mortero de 60 mm que se encontraba en la marisma del mirador de aves del río Arillo; y el domingo, en uno de los accesos a la playa de Camposoto, se actuaba para retirar restos de municiones de diverso calibre.
Tras recibir el aviso de los hallazgos, el Cuartel General de la Fuerza de Acción Marítima, a través del Centro de Operaciones y Vigilancia de Acción Marítima (Covam), movilizó a un equipo de especialistas en desactivación de explosivos, encargado de identificar y neutralizar los proyectiles, se detalla en la nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz.
Desde el mes de enero, este equipo ha realizado ya 11 intervenciones, neutralizando más de 15 artefactos explosivos en la provincia de Cádiz. Las Unidades de Buceo de la Armada cuentan con personal especialista en desactivación de artefactos explosivos y buceadores especializados en técnicas de inutilización de minas submarinas. Esta actividad, en el ámbito marítimo y litoral, es competencia exclusiva de la Armada.
LAS DOS ÚLTIMAS INTERVENCIONES
El viernes 3 de mayo, el personal del equipo de desactivado de explosivos se trasladó a las inmediaciones del mirador de aves del río Arillo, en el término municipal isleño, y tras identificar un proyectil como restos de un cohete, y comprobando que no suponía un riesgo explosivo, lo retiró para su posterior neutralización.
Y días después, el domingo, igualmente tras el aviso de la ciudadanía a la Policía, este equipo militar se desplazó al acceso número 4 de la playa de Camposoto, donde se encontraba el resto de un posible proyectil. Una vez en el área, se realizó una búsqueda y localizaron e identificaron un mortero de 60 mm y restos de otros artefactos. Fueron trasladados a una zona segura para su posterior neutralización, a excepción del mortero, que se neutralizó in situ mediante cargas especiales, una vez comprobado que la zona se encontraba libre y segura.
Durante la neutralización, la Policía Nacional aseguró el perímetro. Seguidamente, el personal del equipo de desactivado de explosivos recogió los restos con el fin de evitar cualquier tipo de impacto medioambiental.
En este punto, se recuerda que la manipulación de este tipo de proyectiles “resulta peligrosa, ya que su carga explosiva suele mantenerse en perfectas condiciones a pesar del tiempo”. Por ello, ante cualquier hallazgo “se recomienda no manipular y dar aviso a las autoridades”.