Izquierda Unida en San Fernando, sin representación en el Ayuntamiento durante el presente mandato, apuesta por desarrollar mesas de trabajo con el movimiento vecinal, siendo uno de los objetivos de las mismas “poner en valor el patrimonio histórico y cultural de nuestros barrios, así como fomentar el debate sobre la democracia participativa que construya ciudad entre iguales”.
Y es que esta formación entiende que la relación que se mantiene entre administración local y movimiento vecinal sigue siendo básicamente un “modelo asistencialista”. Sin embargo, para el coordinador local de IU, Gonzalo Alías, debe dar un paso más y adquirir protagonismo, sin necesidad de intermediarios, “dejando atrás un modelo que gestiona las demandas según afinidades partidistas”.
Alías considera así que la situación del movimiento vecinal en La Isla “es de conflicto”. La participación ciudadana y la actualización de los reglamentos básicos de organización y funcionamiento “es un síntoma muy grave del papel testimonial al que han relegado al movimiento vecinal”.
En este contexto, según se señala en un comunicado remitido a DIARIO Bahía de Cádiz, esas mesas de trabajo promovidas por la coalición izquierdista plantean, “de forma transversal y recíproca, propuestas políticas para integrar las barriadas en base a la participación y el valor de su patrimonio cultural e histórico”.
EL CASO DE LA BARRIADA DE EL PINO
“Dicho modelo asistencialista no funciona, pues hay zonas como la barriada de El Pino, cuyas demandas siguen siendo prácticamente las mismas veinte años después”, se sentencia, tras la visita a la zona de varios partidos de la oposición municipal.
“Ahí queda el desastre del paseo de Joly Velasco que hizo el PP y que luego se abandonó tras su mala ejecución. O la lentitud para atender la petición para colocar reductores de velocidad en las calles San Federico y Magallanes, donde cualquier informe policial daría la razón a la hora de cubrir esta necesidad”, se repasa.
Pero hay más demandas históricas en este entorno, como la eliminación del pipicán, el cerramiento del centro social vecinal para actividades de ludotecas, la creación de una biblioteca de barrio con aulario, la limpieza de la trasera de los terrenos del supermercado Aldi para evitar riesgo de incendios, tener un punto de aparcamiento en la zona conocida de la cruz, conocer de forma clara cuándo comienzan las obras de la zona verde, así como el debate del transporte público para la ciudad dada la previsión del aumento de servicios para el Hospital de San Carlos.
“¿Cómo oponerse a estas demandas del movimiento vecinal? Es muy fácil venir y reiterarlas, cuando lo que hay que hacer es trabajar para que el movimiento vecinal vea cumplidas sus demandas a través de participación e intervención directa con el Gobierno municipal”, repite este partido extramunicipal.
Y yendo a lo concreto en este mismo barrio, se expone una propuesta: museizar el pequeño espacio del depósito de agua de la antigua estación de trenes, ahora soterrada. Una idea de recuperación “que también tenía el PSOE y que, diez años después y como tantas cosas, se les ha olvidado; aunque su promesa incluía un traslado que IU no ve necesario”.
Gonzalo Alías subraya que su formación viene reclamando “desde hace muchos años” que la vía del tren “no es una frontera en la ciudad; no se puede tratar a las barriadas periféricas como pedanías”. Por esta razón, reitera, plantea “el debate con fórmulas para democratizar nuestra ciudad desde la participación real y transversal y no delegada como todos los gobiernos actúan hasta el día de hoy. Lo importante es romper dinámicas conservadoras. Hay que gobernar obedeciendo”.