Una nueva asamblea de trabajadores de Navantia San Fernando decidía en la mañana del jueves desconvocar las movilizaciones previstas en defensa del contrato de cinco corbetas para Arabia Saudí, negociado y prometido durante años y firmado en julio; faena que beneficia en gran parte al astillero isleño hasta 2022 que se ha visto comprometida en los últimos días ante al decisión del Ministerio de Defensa de cancelar la venta de 400 bombas de precisión láser a este país donde no se respetan los derechos humanos. Esa incertidumbre hacía que la plantilla no dudara a finales de la semana pasada en salir a la calle a cortar la autovía CA-33 en señal de aviso a los políticos, repitiendo (con más calma) estampas que no se vivían desde hace 14 años.
Tras la presión de la plantilla y la reivindicación y contrariedad de diferentes partidos políticos e instituciones, el Gobierno de Pedro Sánchez ha rectificado y enviará las bombas comprometidas con Arabia, en virtud de un contrato en 2015 de poco más de 9 millones de euros. Este gesto habría calmado los ánimos de esta monarquía absolutista cuyo país interviene en una cruenta guerra en Yemen que está causando miles de muertos entre la población civil, siendo ya la mayor crisis humanitaria del momento.
“Ha sido una dura y larga semana de lucha y tensión que ha culminado exitósamente gracias al trabajo y esfuerzo de diversos actores que han formado un frente común en pro del futuro de esta comarca”, relatan desde CCOO, añadiendo que “es de justicia reconocer la apuesta decidida y firme de (casi) todos los partidos políticos por nuestra pervivencia” y “la constante y fluida comunicación entre la dirección y el comité de empresa”.
“Pero lo que ha sido determinante para culminar con éxito esta batalla ha sido la reacción de los trabajadores del astillero de San Fernando, tanto los de plantilla como los de contratas, todos a una desde el minuto cero, poniendo toda la carne en el asador, con coraje y firmeza. Como adelantábamos en los primeros compases de esta crisis, al igual que hemos sido capaces de aguantar prudente y pacientemente durante cuatro años para conseguir este contrato, seremos capaces de actuar con toda contundencia si este peligra. Y los trabajadores han dado muestras de una seriedad, responsabilidad y celo por sus puestos de trabajo que han conseguido salvar una situación que todos daban por perdida”, señala este sindicato, que sentencia que “a partir de ahora, alerta, ojo avizor y al curro, porque lo que sabemos, lo único que queremos, es trabajar”.
LA JUNTA “COMPRENDE” A LOS TRABAJADORES Y “AYUDA” AL GOBIERNO
Coincidiendo con esta vuelta a la ‘normalidad’ en las relaciones entre ambos países, el mismo jueves el vicepresidente de la Junta de Andalucía, Manuel Jiménez Barrios, intervenía en el pleno del Parlamento celebrando las “noticias esperanzadoras” sobre el contrato de Navantia y confiando en las gestiones del Ejecutivo.
En este sentido, el también consejero de la Presidencia ha subrayado que el Ejecutivo autonómico siempre “ha sido consciente de que estábamos ante una situación muy compleja de resolver” por lo que en todo momento la Junta “ha llamado a la prudencia, a la negociación y a la calma”. En el mismo sentido, ha celebrado las “noticias esperanzadoras” que se van conociendo, pero ha advertido de que “hay que ser prudentes para no alimentar una alarma” en una situación “que afortunadamente está encauzada”.
De este modo, ha apelado a la responsabilidad en un asunto en el que está en juego el futuro de 6.000 trabajadores. Según ha indicado, “nosotros vamos a estar cerca de los trabajadores porque los comprendemos y también ayudamos al Gobierno de España en la búsqueda de soluciones” porque lo que “los miembros del comité de empresa y los trabajadores esperan de los políticos es la solución definitiva y que haya carga de trabajo en la Bahía de Cádiz”.
En este punto, Jiménez Barrios ha pedido “confiar en las gestiones del Gobierno” y ha valorado que la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, ha pilotado “muy adecuada y acertadamente las cuestiones diplomáticas encaminadas a solucionar la situación planteada”. La presidenta andaluza Susana Díaz y el presidente Pedro Sánchez y varios ministerios “han estado y están desde el primer día trabajando para encontrar un resultado satisfactorio a esta situación”, ha insistido el exalcalde chiclanero.
EL PP ESPERA QUE SÁNCHEZ “NO VUELVA A METER LA PATA” CON NAVANTIA
En paralelo, el PP provincial, que ha aprovechado los últimos días para tratar de sacar rédito político de lo que podría haberse convertido en un varapalo para la comarca, ha salido esta jornada a la palestra para confiar públicamente en que tras la “rectificación” del Gobierno de Sánchez respecto al contrato armamentístico con Arabia Saudí “no se vuelva a poner en peligro el empleo de los astilleros de la Bahía y del futuro de la industria naval, tras una semana de incertidumbre provocada por una nueva irresponsabilidad de los socialistas”.
“Tras haber llevado al límite el contrato de las cinco corbetas”, la derecha gaditana espera que Pedro Sánchez “haya aprendido la lección y no vuelva a meter la pata con Navantia”; y repite el argumentario habitual: “se ha trabajado mucho durante años para sacar a los astilleros de las cero horas de carga de trabajo en las que los dejó el gobierno de Zapatero y darle una estabilidad que el PSOE ha estado a punto echar al traste en una semana”.
Además, en una nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz, el presidente del PP de Cádiz, Antonio Sanz, ha querido felicitar a los trabajadores por “defender durante esta semana sus puestos de trabajo con uñas y dientes” y ha llegado a decir que su partido “trabaja en defensa del empleo en la provincia y no sólo defendiéndolo, sino creándolo como hemos demostrado con este contrato de las corbetas”.
Con todo ello, este político jerezano, recolocado como senador, espera una nueva intervención de la ministra de Defensa, Margarita Robles, para que “explique los bandazos que ha provocado y el riesgo en el que ha puesto el futuro laboral de muchos gaditanos y el daño causado a la industria naval por la imagen dada de cara al exterior”.
Para Sanz, todo lo ocurrido “es malo” y lo que puede ocurrir tras estos últimos vaivenes “es preocupante”. “No podemos vivir de la rectificación diaria de un Gobierno que pone en peligro la imagen de España y el daño irreparable que para la credibilidad y la garantía que un país debe de dar de seguridad jurídica cuando contrata, hace o atrae una inversión”.
A POR UNA DECLARACIÓN INSTITUCIONAL DE APOYO DESDE LA DIPUTACIÓN
En lo que va de semana, desde el PP provincial también se ha reclamado la dimisión de la ministra de Defensa, tras la actitud mantenida durante su comparecencia en la comisión de Defensa del Senado, criticando que su intervención fue “decepcionante, oscurantista y arrogante cuando están en juego el empleo de miles de gaditanos y una industria que mueve millones de euros”. Curiosamente, el nuevo partido regional Andalucía por sí (AxSí) ha exigido también la dimisión inmediata de esta socialista “por irresponsable al poner el juego 6.000 empleos en la Bahía de Cádiz”.
Y asimismo, el PP ha instado tanto al Gobierno de la Diputación como del Ayuntamiento de San Fernando a formalizar una declaración institucional pactada con todos los grupos políticos y sindicatos “en el que se muestre el apoyo a los trabajadores de Navantia y en defensa del contrato con Arabia Saudí para la construcción de las cinco corbetas”. Además, el PP de Puerto Real ha insinuado que el alcalde de la localidad, Antonio Romero, mantiene un “sospechoso silencio” en este asunto.
Por su parte, el diputado de Ciudadanos por la provincia de Cádiz, Javier Cano, ha presentado una batería de preguntas en el Congreso de los Diputados para conocer de forma oficial en qué estado se encuentra este controvertido contrato.
Entre las declaraciones sobre el asunto, también la Federación de Asociaciones de Vecinos Isla de León ha pedido a los representantes políticos “que una vez por toda se fijen en nuestra provincia, que es una de las más castigadas por el desempleo y que hagan todo lo posible para que este problema se solucione satisfactoriamente, ya que va en ello el salvaguardar miles de puestos de trabajos en la Bahía y sobre todo en nuestra ciudad de la que estamos necesitado de ello”. De este modo, se ha mostrado “pleno apoyo” a los trabajadores de la antigua Bazán.
SE REANUDA LA NEGOCIACIÓN DEL PLAN ESTRATÉGICO
Y en medio de esta semana complicada para la empresa pública naval, la misma ha anunciado que el día 19 convoca a los agentes sociales con el objetivo de reanudar las negociaciones del Plan Estratégico 2018-22 y examinar el calendario de los futuros encuentros. Las últimas reuniones se celebraron antes del verano, cuando la dirección de Navantia estaba todavía en manos del PP.
La empresa y los sindicatos han mantenido hasta ahora encuentros específicos para dialogar sobre cada uno de los ejes fundamentales del demandado plan y han celebrado también reuniones relativas a la negociación del convenio colectivo único.
DETALLES DEL CONTRATO DE LAS CORBETAS
Fue a mediados de julio cuando Navantia hacía oficial que el Gobierno de Arabia Saudí había rubricado este contrato (cinco corbetas basadas en el Avante 2200, como las que se construyeron años atrás para Venezuela), una operación que alcanza un importe de 1.800 millones de euros y que representa la mayor de la historia de los astilleros públicos españoles con un cliente extranjero.
Esta faena, que se ha estado negociando con el reino de Arabia Saudí desde 2015, supondrá una carga de trabajo global de alrededor de siete millones de horas para los astilleros de Bahía de Cádiz, Ría de Ferrol y Cartagena y su industria auxiliar. Es, por lo tanto, “un contrato clave para garantizar la actividad de trabajo de Navantia”, principalmente para su planta de La Isla.
El programa, si todo sigue su curso, arrancaría a finales de este año y el último buque deberá entregarse en 2022. Además, la empresa española será responsable del apoyo al ciclo de vida durante cinco años, desde la entrega del primer barco de guerra, con opción a otros cinco años adicionales.
En cuanto a su impacto en empleo, se calcula que durante cinco años se generarán anualmente cerca de 6.000 ocupados directos e indirectos. De ellos, más de 1.100 serán empleados directos, unos 1.800 de contratas y más de 3.000 indirectos generados por otros suministradores.