En el marco de la operación Cavernícola, la Policía Nacional ha detenido en San Fernando a cinco personas como presuntos autores de los delitos de tráfico de drogas y pertenencia a grupo criminal; operaban desde hace varios años en la propia localidad, y en las vecinas de Cádiz y Chiclana distribuyendo y vendiendo sustancias estupefacientes.
La investigación realizada por la Udyco Bahía de Cádiz de la Comisaría provincial junto con el Grupo Lima de la Policía Local isleña se inició tras detectar numerosos compradores de drogas por las zonas de acción de la organización investigada.
Los agentes descubrieron que la trama estaba dirigida por una misma familia que llevaba años dedicándose al trapicheo, utilizando innumerables tretas para evitar la acción policial; además, había protagonizado varios incidentes de “extrema violencia” en la zona, entre los que se encuentran un tiroteo en 2009 y un herido por arma de fuego en 2018, “lo que había llevado a que la zona se convirtiera en un punto negro de San Fernando”.
El pasado 18 de mayo se llevaron cuatro registros simultáneos, tres de ellos en el centro urbano de La Isla y un cuarto en un chalet del Pinar de Los Franceses en Chiclana. Durante los registros fueron detenidos los cinco principales miembros de la organización. No obstante, se continúan las gestiones para proceder a la localización y detención de más miembros de la trama, sobre los que pesan orden de búsqueda y captura.
En las viviendas se encontraron: una narcolancha, una prensa hidráulica con la que presuntamente se preparaban las sustancias, tres balanzas de precisión, 19 terminales de telefonía móvil, diversas cantidades de hachís y marihuana, algunas sustancias que se utilizan para el corte de los estupefacientes (siendo uno de ellos un potente anestésico) y 4.845 euros en efectivos.
El operativo fue dirigido por la Brigada de Policía Judicial de la Comisaría de San Fernando y participaron en el mismo el Grupo Lima de Policía Local e indicativos de Seguridad Ciudadana y de las UPR de Cádiz y Jerez.
Una vez finalizado el atestado policial, los detenidos junto con los efectos intervenidos fueron puestos a disposición del Juzgado de Instrucción en funciones de guardia, y tras ser oídos en declaración se decretó su ingreso en prisión.