El servicio de parques y jardines del Ayuntamiento de San Fernando ha iniciado un intenso tratamiento en todas las especies de palmeras y pinos de la ciudad para prevenir enfermedades como el picudo rojo y para combatir plagas como la de la procesionaria.
En ambos casos la actuación se está haciendo de forma principal a través del sistema de endoterapia por el cual se inyecta a través del tronco del ejemplar el insecticida o tratamiento correspondiente en cada caso. La aplicación del producto se realiza a través de unos inyectores, que van en unos orificios hechos en el tronco a cierta profundidad. Estos agujeros se hacen con una broca especial para evitar que queden restos de madera en el tronco pudiendo generar posibles futuras infecciones al árbol.
Con esta fórmula el líquido en cuestión se distribuye por la totalidad de los árboles a través de la savia. Su efecto es inmediato y, además, evita cualquier riesgo sobre quien aplica el tratamiento, al estar el insecticida en un circuito cerrado –dentro del bote hasta que se inyecta– y que no sale al exterior de la palmera, evitando así también riesgos sobre los viandantes y el medio ambiente.
Posteriormente, esta actuación de aplicación de fitosanitarios se refuerza con un tratamiento aéreo, que en el caso de los ejemplares más afectados se repite en varias ocasiones, según se detalla en un comunicado remitido a DIARIO Bahía de Cádiz.
En el caso de las palmeras, los tratamientos empezaron a mediados de octubre y se están culminando estas semanas con el objetivo de frenar la propagación de la plaga del picudo rojo.
En cuanto a la aplicación de fitosanitarios para acabar con la procesionaria ha comenzado en los últimos días y tendrán una duración aproximada de unas 20 jornadas de trabajo para toda la población de pinos. Se han iniciado los trabajos en los ejemplares localizados en los colegios y posteriormente se continuarán por aquellos de parques emblemáticos. Finalmente, se terminará por aquellos que se encuentran dispersos por toda la población. Con este tratamiento se prevé controlar totalmente, con una eficacia del 100%, la presencia de esta plaga.
La plaga de la procesionaria la causan unas orugas que devoran las hojas para alimentarse y que dañan y debilitan al árbol. Además, tiene una elevada peligrosidad para las personas y los animales debido a los pelos urticantes de las orugas, especialmente por lesiones en los ojos y vías respiratorias.