El imponente edificio del Ayuntamiento de San Fernando, una vez concluidas las demoradas obras de rehabilitación que se han estado ejecutando durante los tres últimos años, da un paso más para su próxima reapertura: la dotación de mobiliario.
A finales del pasado 2019 se licitaba el correspondiente concurso al respecto y tras verse afectado por la suspensión de trámites administrativos por el estado de alarma ante la crisis del coronavirus, ahora se acaba de informar de que la mesa de contratación correspondiente ha estudiado las cinco ofertas presentadas y ha adjudicado a Dicode SL este suministro del mobiliario y equipamiento. No se aclara cuánto supone finalmente esta adjudicación, aunque la licitación salía por casi 400.000 euros (dinero que sale del remanente de Tesorería).
Si bien queda aún el siguiente paso que será la formalización del contrato y a partir de ese momento, según el pliego, tendrá hasta dos meses para el suministro y montaje del mobiliario para las nuevas salas, despachos y estancias de la flamante Casa Consistorial. Por lo que será difícil que la reapertura (“para uso administrativo, pero también desde el punto de vista cultural y turístico”) se pueda llevar a cabo alrededor del 24 de Septiembre, como avanzaba meses atrás el Gobierno local.
El mobiliario, se remarca en el comunicado remitido a DIARIO Bahía de Cádiz, “tendrá un diseño acorde con las características arquitectónicas y estética del edificio, teniendo en cuentan también sus características técnicas”. Además, debe cumplir las disposiciones reglamentarias sobre los derechos de las personas con discapacidad, así como los criterios de accesibilidad universal y diseño para todas las personas.
Entre este importante lote de mobiliario, se contemplan unas 550 sillas (entre ellas, saltaba la polémica al licitarse la silla para el alcalde o alcaldesa por cerca de 1.000 euros) y 145 meses de diferentes modelos, además de archivadores, armarios, papeleras, estanterías, percheros y hasta dos sofás.
La necesaria obra de rehabilitación de este BIC rondará finalmente los 13 millones de euros, contando con la reurbanización del entorno afectado por los trabajos y la compra de este mobiliario. Al menos se ha logrado que la Junta cumpla lo firmado en 2002, por lo que el 50% de la obra lo va a costear la administración autonómica a través de fondos europeos, algo más de 6 millones.
Los trabajos comenzaron en la primavera de 2016 (a esas altura se cumplía ya una década con el edificio cerrado y deteriorándose), y en principio no iban a costar más de 8 millones (según la adjudicación de la obra que se llevaba la constructora Vías y Construcciones).