La futura ordenanza municipal reguladora de la calle Real, de San Fernando, semipeatonalizada en los últimos años gracias a la obra del tranvía, está ya casi lista. Para su elaboración el equipo de Gobierno asegura que se han tenido en cuenta las aportaciones de afectados. Ahora se abre a la participación de la ciudadanía –con diez días para recibir sugerencias- antes de elevarse al pleno para su puesta en marcha efectiva. En la teoría, la normativa busca “la protección de las personas y la actividad diaria”, con la meta de “alcanzar un equilibrio justo que no desvirtúe la especial peculiaridad del entorno histórico, frente a las necesidades de movilidad planteadas en cada momento”. El peatón tendrá preferencia siempre menos en relación con el tranvía; medio de transporte que deberá suspenderse si la Semana Santa le obliga. Las bicis podrán circular pero lentamente.
La futura ordenanza municipal reguladora del control de accesos a la calle Real, de San Fernando, semipeatonalizada en los últimos años gracias a la obra del tranvía metropolitano que algún día la cruzará –se supone que antes del verano…-, tras años de espera está ya casi lista y hasta el 23 de marzo se podrá consultar, para seguir recibiendo sugerencias.
Una normativa que regirá el tráfico de vehículos de cualquier naturaleza y de peatones una vez comience a funcionar el tranvía, haciendo que esta arteria quede como vía de uso peatonal compartida entre este nuevo medio de transporte público –entre la capital y Chiclana- y los vehículos autorizados.
Para la elaboración de este proyecto de ordenanza, según se ha informado a DIARIO Bahía de Cádiz, se ha tenido en cuenta las aportaciones y sugerencias de colectivos y entidades “relacionados con el uso de la calle Real”, con quienes se reunió el concejal de Seguridad Ciudadana, Ignacio Bermejo, el pasado mes de octubre; así como la de los partidos con representación en el Consistorio.
Al respecto, Bermejo subraya que esta ordenanza se hacía necesaria para regular aspectos que “hasta la fecha no habían sido objeto de norma alguna”, de forma que el documento vendrá a determinar legalmente las condiciones de uso de esta vía por parte de los locales comerciales, garajes, edificios públicos, hoteles, iglesias o domicilios privados.
De esta forma, regulará el espacio urbano de esta céntrica vía del tráfico indiscriminado de vehículos, así como de los usos que ésta pueda tener cuando se celebren actividades recreativas, deportivas, comerciales, religiosas, lúdicas u otras, regulando también el tránsito y las actividades peatonales. Se busca igualmente “la protección de las personas y la actividad diaria” dentro de esta zona, con la meta de “alcanzar un equilibrio justo que no desvirtúe la especial peculiaridad del entorno histórico, frente a las necesidades de movilidad planteadas en cada momento”.
LOS PEATONES TIENEN SIEMPRE PREFERENCIA, MENOS ANTE EL TRANVÍA
En líneas generales, los vehículos que sean autorizados de forma excepcional circularán por la banda de rodadura u hombros de hormigón de la plataforma tranviaria. El peso máximo autorizado de circulación será de 3.500 kilos, excepto en situaciones especiales. Además, la velocidad máxima se fija en 20 kilómetros/hora, excepto las bicicletas que se fija en 10 km/h. Los peatones tendrá preferencia de circulación sobre toda clase de vehículos, excepto en relación al tranvía.
Todo lo anterior se hará visible a través de la pertinente señalización, paneles informativos e indicaciones oportunas, así como con cámaras lectoras de matrículas que regularán los tramos prohibidos y los permitidos para los vehículos. Este sistema de cámaras –que igualmente servirá para multar- estará conectado con la Sala de Control de Tráfico de la Policía Local, cuerpo que podrá modificar eventualmente la ordenación cuando se produzcan grandes concentraciones de personas o vehículos, o en caso de emergencia.
En cuanto a la anchura máxima de ocupación de la plataforma tranviaria, queda delimitada por las líneas podo táctiles a ambos lados y, en caso de que no existiera, hasta un máximo de 9 metros, exceptuando las autorizadas por el Ayuntamiento en horarios en los que el tranvía no funcione. Respecto a la altura máxima, estará limitada a 5,30 metros para evitar riesgo eléctrico dado que las catenarias del tranvía están situadas a lo largo de toda la plataforma tranviaria a 6 metros.
AUTORIZACIONES ESPECIALES Y TAXIS
La ordenanza, compuesta por diez capítulos, regula entre otras cuestiones el procedimiento general de autorizaciones para el acceso de vehículos a las zonas de tráfico restringido, autorizaciones fijas o periódicas que deberán solicitarse al Ayuntamiento. Así, se atenderán de forma individualizada, concediendo autorizaciones especiales a residentes de la calle Real, propietarios de plazas de garaje, arrendatarios o para su uso temporal, acceso especial de titulares de establecimientos y también a vehículos de servicios públicos municipales (Policía, Bomberos, ambulancias…).
En cuanto a la circulación de taxis urbanos, se divide en cuatro tramos autorizados (calle Arias de Miranda-plaza del Rey; plaza del Rey-Faustino Ruiz; Faustino Ruiz-Benjamín López; Benjamin López-Santo Entierro) permitiéndose el acceso, salida y circulación por ellos hasta la calle Real. Para recoger a los usuarios, accederán por la calle más cercana al lugar de destino, con un límite de velocidad establecido entre 10 y 20 km/h.
Por su parte, el acceso de los vehículos de clientes de los alojamientos turísticos situados en esta vía quedará determinado por la Policía Local fijando los accesos y salidas, facilitándose así la movilidad y la comodidad “así como la generación de actividad económica y de empleo”. Para acceder a las iglesias con motivo de actos religiosos -como bodas o funerales- habrá que solicitar el permiso correspondiente a la Policía local.
El documento regula también la carga y descarga o situaciones especiales de acceso como coches de caballos o transporte de mercancías especiales.
LAS BICIS, RESPETANDO SIEMPRE LA PREFERENCIA DE LOS PEATONES
En cuanto al uso de la bicicleta por la calle Real, este borrador de ordenanzas establece que tendrán que respetar la señalización general y la normativa sobre circulación y tráfico. Además, deberán mantener una distancia de seguridad lateral con respecto a los peatones, sin realizar maniobras bruscas que pongan en peligro la integridad física. Y no circular a más de 10 km/h, “respetando en todo momento la prioridad de los peatones”.
En todo caso, se establece que cuando el número de peatones que se encuentre en su trayectoria de circulación le impida el paso y para evitar atropellos, el ciclista deberá bajarse de la misma.
EL TRANVÍA, A MERCED DE LA SEMANA SANTA
Entre las novedades que incorpora la normativa municipal se encuentra el artículo que regula el uso que, de manera excepcional, se hace de la calle Real durante la celebración de la Semana Santa. Así, el artículo 38 establece que previamente a esta fiesta en la que las procesiones se hacen dueñas de las calles –de hecho, la carrera oficial se instala en plena calle Real, por donde debe pasar el tranvía-, el departamento de Tráfico de la Policía Local informará al órgano gestor del tranvía metropolitano de los itinerarios y horarios de los cortejos de las distintas cofradías que puedan verse afectados por la circulación del transporte interurbano.
Será entonces, se asegura, la Agencia de Obra Pública de la Junta de Andalucía la que tendrá que emitir un informe, con carácter preceptivo y vinculante, en el que describirá las modificaciones o, en su caso, suspensiones que se vayan a realizar en la prestación del servicio para compatibilizarlo con las procesiones.
CENTROS DE ASISTENCIA Y PERSONAS DEPENDIENTES
El documento presta también especial atención a las personas con discapacidad motora y/o movilidad reducida, así como a las personas dependientes de los centros asistenciales.
De esta forma, también se regulan los accesos y salidas de vehículos a los centros y residencias de mayores, o a domicilios donde residan personas que deban ser recogidas para el traslado y atención en centros de día, rehabilitación u otra situación derivada de la falta de movilidad.
También prevé autorizar el transporte escolar de menores dependientes por razones de enfermedad o causa justificada debidamente por un centro médico u hospital; así como el acceso de vehículos para la asistencia de personas enfermas o que requieran atención especial mediante una autorización previa que se concederá por un periodo de tres meses.
En el supuesto de personas con discapacidad motora y/o movilidad reducida que, bien por su lugar de residencia, bien por razón de su dependencia o trabajo tengan que acceder en vehículo a la calle Real, serán autorizados a ello estando en posesión de la tarjeta normalizada que autoriza al vehículo a trasladar a la persona con movilidad reducida permanente o temporal.
SÓLO DIEZ PARA APORTAR LAS ÚLTIMAS SUGERENCIAS
Este proyecto de ordenanza estará publicado en el portal web municipal (AQUÍ) durante un plazo de diez días (hasta el 23 de marzo) para que la ciudadanía siga pudiendo aportar sugerencias y aportaciones que lo enriquezcan antes de su redacción final. Posteriormente, el documento de propuesta de la ordenanza se elevará al plenon para su votación y, a continuación, volverá a abrirse un nuevo periodo de exposición pública.
Serán las concejalías de Seguridad Ciudadana y Protección Civil, y Transportes y Movilidad las competentes en el desarrollo de esta ordenanza, mientras que a la Policía Local le corresponderá su vigilancia, seguimiento y aplicación.
SÍ SE PUEDE PIDE CONSENSO CON COMERCIANTES Y HOSTELEROS
Por su lado, Sí se puede San Fernando, públicamente, ya hace una sugerencia: la normativa pretende regular la ocupación de la vía de la calle Real de máquinas expendedoras, la exposición del género en comercios o las terrazas de establecimientos hosteleros “con el objetivo de embellecerla y adecentarla”. “Una decisión que no debe tomarse sin contar con la opinión de las personas que se van a ver afectadas por ella”, reclama el concejal Emilio Rodríguez.
“Falta también por parte del Ayuntamiento un estudio económico que refleje cómo se verán afectados los establecimientos por este tipo de medidas, encaminadas solo a ‘embellecer’ la ciudad a costa de las familias que tienen estos pequeños negocios”, entiende la agrupación de electores promovida por Podemos, que pide en la elaboración de esta ordenanza “participación ciudadana, consenso y transparencia y no como se está desarrollando”.
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