El molino de mareas del Zaporito, en San Fernando, se está sometiendo en las últimas semanas a “trabajos de restauración”, contratados por el Ayuntamiento, “para dar una respuesta rápida y eficaz ante el deterioro detectado en la cubierta exterior del histórico y singular inmueble”.
Al respecto, el PP denunciaba el pasado mayo que este histórico inmueble, rehabilitado en 2012, presentaba diferentes daños “por la falta de mantenimiento” por parte municipal. De hecho, la caída de tejas de la cubierta había motivado el vallado exterior por precaución.
Con carácter de urgencia, estos trabajos (básicamente, la sustitución de la cubierta de teja) se adjudicaban a finales de junio por unos 45.000 euros, y los trabajos comenzaban a mediados de julio. Con las labores ya en su fase final, la alcaldesa Patricia Cavada, junto al concejal de Infraestructura y Renovación Urbana, Javier Navarro, ha comprobado el resultado, se apunta en la nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz.
Para la primera edil socialista, y frente a las críticas del principal partido de la oposición, esta actuación “se trata de un ejemplo más de la apuesta y la inversión en nuestro patrimonio”; en este punto, sobresale la agilidad de la actuación y su tramitación urgente “a pesar de los complejos trámites administrativos desde la detección del problema, que continuó con la celeridad del equipo de técnicos en la redacción del proyecto necesario, y la contratación de la empresa especializada en este tipo de trabajos, que tras dos meses han concluido”.
La intervención concreta ha consistido en la sustitución de toda la cubierta del molino de mareas ante las patologías detectadas en el faldón sur de la misma. Se han realizado trabajos consistentes en la retirada y colocación de nuevos elementos de tejas de apariencia envejecida para conservar la estética y esencia del inmueble. Además, en las inspecciones realizadas en el edificio con motivo de esta intervención “se ha podido comprobar que el resto de la estructura se encuentra en buen estado”, se remarca.
“EL MOLINO GENERA ECONOMÍA Y EMPLEO”
Cavada aprovecha para referirse al valor histórico y patrimonial de este elemento del Zaporito, que interpreta que “se ha convertido en un eje vertebral de la oferta cultural y turística de San Fernando desde su rehabilitación, contribuyendo a la dinamización cultural, comercial, de hostelería y de ocio de la ciudad”.
Tras su reapertura, gestionado por el establecimiento de hostelería ubicado en la misma plaza, acoge puntualmente actividades culturales, como son visitas teatralizadas en las que se cuenta la propia historia del molino, además de otros pequeños actos como conciertos, presentaciones de libros o exposiciones. “Un elemento patrimonial, por tanto, que contribuye a la atracción de visitantes y a la generación de economía y empleo en la ciudad”, se repite.
La Demarcación de Costas invirtió unos 1,3 millones de euros en su demandada rehabilitación, finalizada en 2012. Aunque no abrió sus puertas al público hasta 2015 “como atracción turística y educativa”.
Este molino de mareas data de 1721, cuando el noble genovés afincado en Cádiz Juan Domingo Saporito decidió construir un canal que comunicara el caño de Sancti Petri con los terrenos de su propiedad en el próspero Cádiz de finales del siglo XVII y principios del XVIII para facilitar el transporte de mercancías. En esos tiempos, el caño Zaporito fue un núcleo de gran actividad, destacando el complejo industrial y comercial que suponía este molino.