CRÍTICA. La final del III Certamen Provincial de Música Pop/Rock organizado por el Ayuntamiento de San Fernando se hizo coincidir con el Día Internacional de la Juventud, 12 de agosto, conmemoración recordada por el presentador Antonio Campos al inicio del evento. De esta forma se inició la andadura de esa noche musical en La Isla, que incluía el atractivo de Pablo Vega como artista invitado, que duró cuatro horas y en la que ‘triunfó’ Kilómetro Zero.
El criterio de selección de grupos presentes en la final fue sensato, premiando a grupos representativos de estilos diferentes, escogidos entre las muchas ramas del rock/pop actual. Como afirmó en su turno de intervención el cantante de Kilómetro Zero, ganador a la postre del Certamen, “esto no va de a ver quién gana”. Los premios son una ayuda moral más que un empujón económico para los proyectos de cada uno de los finalistas. Así que lo importante para todos fue que expusieran su estilo y creaciones al oído del público, que prácticamente coincidió en sus preferencias con las del jurado.
Cada grupo mostró sus fortalezas y debilidades pero sin duda mostraron un alto nivel musical, haciendo honor a la categoría que se pretende de este Certamen, para el que deseamos pase el rubicón del año que viene, con posibles cambios en los organizadores.
El tercer premio, Last Drop, impactó por su madurez en las tablas, la brillantez y colorido de su puesta en escena y la energía transmitida con su rock duro, sencillo y directo. Sus canciones son un pretexto melódico -de simples, llegaron a ser aburridas- para exhibir sus capacidades instrumentales, que son muchas, en un prolongado trabajo lleno adornos en las guitarras eléctricas y un brillante acompañamiento a la batería, con más soltura y variaciones rítmicas que sus precedentes. Personalmente, pienso que a pesar de todo su tercer puesto no hizo justicia a sus méritos.
El segundo premio otorgado El otro lado estuvo en consonancia con el éxito del juvenil grupo entre su público, con un acompañamiento instrumental sin alardes pero vistoso y que tiene como mejor activo sus voces, en especial la de su cantante solista. Los jóvenes músicos aportan un plus de entusiasmo en sus interpretaciones que desbordan la simpleza de los motivos musicales que forman sus canciones, que se dejan oir placenteramente, especialmente por la calidad de sus voces.
Y Kilómetro Zero, un grupo que pretende fusionar rock y pop, sorprendió con un acompañamiento del tipo de las grandes formaciones, suplementados con un espectacular trío de metales, que junto con una acertada mezcla de melodías y rupturas solistas supuso la acumulación de puntos suficientes para alzarse con el galardón máximo.
Detergente Líquido se quedó fuera de los premios, pero si existiera el de la regularidad seguramente se hubieran alzado con el trofeo. Comparado con los otros tres competidores no les supera en orquestación, ni espectacularidad, ni las voces fueron las más deslumbrantes, por lo que la decisión del jurado respondió a la lógica de la recepción del público. Sin embargo, musicalmente fueron los más creativos, con las melodías más elocuentes, en letra y música, de las que se escucharon en la noche y además refuerzan constantemente la riqueza musical de sus canciones con dúos y polifonías corales, prácticamente ausentes en los demás. No fue suficiente, y en parte por demérito propio: la cantante solista no estuvo muy afortunada, o la megafonía le jugó una mala pasada, porque desajustada su dinámica con el resto del grupo las canciones se escucharon ofuscadas por los instrumentos. Quizá les faltase arroparse con algún apoyo instrumental, que más de un competidor lo hizo, para enfrentarse a este tipo de eventos, donde cuenta todo.
Un ejemplo lo tienen en la actuación de Pablo Vega, que cubrió sus espaldas con un curtido grupo musical liderado por uno de los miembros del jurado Benji Montoya y adornó una noche redonda en su larga intervención, gracias al espectacular sonido de sus componentes, todos ellos isleños. Con su simpatía desbordante, desparpajo y buena voz revisó el conjunto de composiciones de ‘Libélula’, su última producción, además de otras canciones incluidas en el catálogo de sus éxitos.
Antes de escuchar al popular cantante, hubo un inexplicable parón de muchos minutos que supuso el abandono de mucho público. Y a poco que Pablo Vega hubiera prolongado su ya de por sí larga actuación, se hubieran quedado todos, organizadores y músicos, solos en la Plaza del Rey.
Ya de madrugada, se entregaron los premios (inferiores que en las dos ediciones anteriores del certamen): el tercer premio, de 300 euros, recayó en Last Drop; el segundo premio, de 600 euros, para El otro lado; y primer premio, de 900 euros, para Kilómetro Zero. DIARIO Bahía de Cádiz Francisco Mesa
Vaya quejicas los de detergente liquido no ?