El nuevo presidente de Navantia viaja estos días a Arabia Saudí, en lo que es su primer viaje al extranjero como máximo responsable de la compañía estatal, para trasladar a las autoridades saudís su “compromiso” con la consecución del deseado y polémico contrato para la construcción de cinco corbetas, que en parte se ejecutarían en los astilleros de San Fernando. La empresa pública reconoce que esta faena es “estratégica” por las excelentes oportunidades que presenta.
El nuevo presidente de Navantia, Esteban García Vilasánchez –que a finales de abril se presentaban ante los astilleros de la Bahía de Cádiz-, viaja este lunes y el martes, 8 y 9 de mayo, a Arabia Saudí, en lo que es su primer viaje al extranjero como máximo responsable de la compañía estatal, para trasladar a las autoridades saudís su “compromiso” con la consecución del deseado y polémico contrato para la construcción y mantenimiento de cinco corbetas.
El presidente de Navantia, acompañado por el director Comercial de la compañía, Gonzalo Mateo-Guerrero, mantendrá varios encuentros a lo largo de estos dos días con altos representante de la Marina y el Ministerio de Defensa saudí, “quienes han confirmado el máximo interés por cerrar el contrato de las corbetas”, se remarca en un comunicado remitido a DIARIO Bahía de Cádiz. También se reunirán con el nuevo embajador de España en Riad.
Para Navantia la opción de lograr este contrato resulta estratégica por las excelentes oportunidades que presenta, por el buen posicionamiento en toda la zona de Oriente Medio con potenciales clientes interesados en los productos de Navantia y sobre todo por la carga de trabajo para los astilleros públicos y la industria auxiliar, “que supondría un gran impulso económico en las zonas de influencia y en la industria de defensa española”.
Según se ha ido subrayando desde hace meses, este contrato “histórico” de 2.000 millones de euros garantizaría carga de trabajo durante cinco años para las factorías gallegas y el astillero de San Fernando, que serían las plantas que se encargarían de esta faena.
Tras varias fechas canceladas, el rey de España realizaba el pasado mes de enero un viaje oficial a Arabia Saudí que se aseguró que serviría para, entre otros temas, concretar de una vez este contrato. Sin embargo, el Borbón regresó y desde entonces, nada nuevo se sabe sobre esta posible faena cuestionada por colectivos como Ecologistas en Acción, que entiende que “ha generado un grave conflicto entre el derecho al trabajo y los derechos fundamentales a la vida y a la libertad de los receptores y víctimas de ese equipamiento bélico”. Y es que Arabia Saudí es un país que no respeta los derechos humanos. “Actuaríamos como colaboradores necesarios en la masacre que perpetra Arabia Saudí contra Yemen”, apostillaba.
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