El Ayuntamiento de San Fernando dice estar trabajando ya en su “estrategia” para lograr a lo largo de los próximos meses la implantación del quinto contenedor de basuras en la ciudad, el de restos orgánicos de uso doméstico, tal como establece además la normativa europea.
Al respecto, el Consistorio ha solicitado a las líneas de fondos europeos abiertas para ello una subvención de más de 427.000 euros para la instalación del contenedor de color marrón que se unirá al del resto de fracciones. En total, este proyecto si sale adelante contará con una inversión de unos 638.000 euros, por lo que a la ayda solicitada se sumaría una aportación municipal de cerca de 211.000 euros (un 33% del total).
Ese nuevo contenedor marrón, que se instalaría de forma progresiva en las calles junto a contenedores de otras facciones ya existentes, permitirá depositar en el mismo los residuos de origen vegetal y animal susceptibles de degradarse biológicamente, “que suponen el 40% de los desechos generados en el hogar”.
De esta forma, este contenedor marrón está destinado a las basuras que hasta ahora se depositaban en el gris como restos de alimentos (frutas, verduras, carnes, pescados), comida cocinada o en mal estado, cáscaras, pieles, huesos, o restos de infusiones, entre otros residuos. También admitirá restos de plantas y flores, hojas o césped en pequeñas cantidades.
En la nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz, el Ayuntamiento isleño subraya que los datos apuntan a que cada ciudadano genera de media 1,3 kilos de residuos al día y el 71% de ellos corresponden a la fracción resto. La degradación de este tipo de basura en vertederos “es una de las principales fuentes de generación de gases de efecto invernadero”, por lo que la apuesta por este nuevo contenedor que se empieza a imponer desde la UE “permitirá separar estos biorresiduos para llevarlos al complejo medioambiental de Miramundo en Medina Sidonia y convertirlos en compost de uso agrícola”.
LOS VECINOS RECIBIRÁN “RECOMPENSAS” POR USAR EL NUEVO CONTENEDOR
Asimismo, este proyecto “también apuesta por la digitalización”, pues la implantación del quinto contenedor también contempla que se entrega a cada familia isleña una tarjeta de identificación (tanto física como digital para llevar en el teléfono móvil) que “permitirá la apertura de este envase para comprobar el nivel de uso y de compromiso de la ciudadanía con el reciclaje y la economía circular”.
De esta forma, cuando el nuevo contenedor esté implantado al cien por cien, el uso de esta tarjeta y los datos que recoja van a permitir a los vecinos obtener recompensas o bonificaciones “que se están definiendo” por reciclar. Además, también se baraja extender el uso de esta tarjeta digital a todos los contenedores del resto de fracciones.
La inversión prevista permitirá no solo la adquisición e instalación paulatina de los nuevos contenedores marrones, y de la nueva maquinaria necesaria para su recogida y traslado a la planta, sino también el proceso de digitalización mencionado, así como una campaña publicitaria de concienciación sobre este tipo residuos, la necesidad de uso de estos envases y todo lo que ayude a promover la recogida selectiva “desde una perspectiva de la economía circular para contribuir a una gestión más sostenible de los recursos naturales”.