Pensando en las diferentes fases de la llamada “desescalada” de cara a esa “nueva normalidad” a la que el Gobierno de España espera que se llegue a finales de junio, en el contexto de crisis sanitaria del coronavirus, el equipo de Gobierno isleño ha mantenido ya una reunión de trabajo para analizar cómo afectan las diferentes etapas establecidas a la actividad del Ayuntamiento y todos sus servicios. También, para estudiar la situación en función de cada momento “con el doble objetivo de seguir velando por la seguridad y, al mismo tiempo, dar pasos en beneficio de la economía”.
En esta misma línea, se va a iniciar una nueva ronda de consultas con los representantes de los principales sectores, para evaluar de forma conjunta cómo les afectan estas medidas graduales para salir del confinamiento generalizado, y para poder atender a sus singularidades a la hora de aplicarlas.
“Es un escenario abierto, cambiante, y esas singularidades no solo se refieren a cada uno de los sectores y sus peculiaridades, porque no es lo mismo para el ámbito de la cultura, en el del comercio, el del deporte o en la hostelería; sino que también hay diferencias por barrios, o en cada una de las ciudades del entorno”, ha precisado la alcaldesa, Patricia Cavada.
Esa ronda de contactos también incluirá a los partidos políticos de la oposición, con los que se buscará coordinar y analizar de forma conjuntas las medidas para que las acciones que se apliquen en La Isla “tengan el máximo consenso y el respaldo de todas las partes”.
AMPLIACIÓN DE LAS TERRAZAS
Para la alcaldesa socialista, la principal prioridad es sin duda la aplicación en el comercio minorista y la hostelería, que parece que serán de los primeros en arrancar tras la paralización de la actividad de estas últimas semanas. En este sentido, reconoce que “no conocemos el calendario concreto de San Fernando, pero en cualquier caso entendemos que conforme a los datos de la provincia de Cádiz estaremos entre las mejores situadas de España para iniciar este camino, y por eso tenemos que ser ágiles y no perder tiempo”.
Por ese motivo, uno de los primeros encuentros va a celebrarse con la Federación de Hostelería de Cádiz, Horeca, conforme a su petición de sentar las bases y las medidas concretas de esta vuelta a la actividad. La patronal de hostelería ya había hecho la petición de que se hiciera posible la ampliación de las zonas de terraza de los negocios de hostelería para garantizar la distancia de seguridad que reclaman las autoridades.
Al respecto, Cavada adelanta en la nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz que el Consistorio va a dar el visto bueno a esa autorización que “es fundamental para la rentabilidad de los negocios”; aunque ha hecho hincapié en que esta instrucción debe tener en cuenta, y por tanto hay que analizar previamente, aspectos como los tramos en los que concurren varias terrazas para ser equitativos entre todas ellas, evaluar cada calle concreta, tener en cuenta la accesibilidad de las personas con movilidad reducida y los peatones, etc.
Con esta medida de ampliación de la superficie de las terrazas de veladores autorizadas por el Ayuntamiento lo que se consigue es mantener su capacidad en un escenario de medidas de distanciamiento sanitario entre personas. El número de mesas y sillas se mantendría en el autorizado, pero excepcionalmente se podría ampliar la superficie en la que se instalan para permitir el mantenimiento de su capacidad. En cualquier caso, “se debería garantizar el tránsito de personas”, se reitera.
A ello se suma que los negocios de hostelería no tienen que abonar las tasas de ocupación de la vía pública para terrazas correspondientes al segundo semestre del año, como ya se anunció días atrás. De la misma forma, se devolverá de oficio los importes correspondientes a los periodos en los que los negocios han tenido que permanecer cerrados en cumplimiento del estado de alarma, desde mediados de marzo.
PODEMOS SE ACUERDA DE ‘LOS GITANOS’
Por su lado, Podemos en el Ayuntamiento plantea que se autorice el mercadillo de ‘los gitanos’ (es como se conoce popularmente) desde la fase uno de la desescalada, que salvo sorpresas debería comenzar el próximo 11 de mayo.
Al respecto, la portavoz de la formación morada, Ana Rojas, reclama un plan para asegurar la distancia entre los puestos y viandantes, “pudiendo coger más terreno del recinto de La Magdalena y limitando el aforo”. Otra opción es limitar el número de puestos, pero ésta deja fuera de la actividad económica al 75% de los puestos que ya se colocan cada jueves en el mercadillo. Un sector que al igual que los comercios fijos de la ciudad “ha visto que sus ingresos se han paralizado y ahora tienen que volver a activarse”.
Esta propuesta se añade a la anterior presentada por Podemos demandando la exención de los impuestos municipales durante los días que no han podido hacer el montaje de los puestos. También planteó que los autónomos del mercadillo entraran en los planes del Ayuntamiento para las ayudas empresariales en proporción a la actividad perdida.