Ya es oficial: el astillero de San Fernando construirá otras tres corbetas para Arabia Saudí, como continuación del programa ejecutado en los últimos años compuesto por cinco buques de guerra para la Armada de esta petro-monarquía absolutista que no respeta los derechos humanos.
El Ministerio de Defensa de Arabia Saudí y la empresa pública naval española, Navantia, han firmado un nuevo contrato para el diseño y construcción de esta segunda serie de tres corbetas Avante 2200, de la misma clase que las ya entregadas a la Marina Real Saudí.
La construcción de las corbetas comenzará este mismo año y está previsto que el último buque se entregue en 2028. Navantia será la responsable de la entrega de la primera unidad, mientras que la segunda y la tercera se finalizarán en Arabia Saudí con la instalación, integración y pruebas del sistema de combate, tal como sucedió en el anterior contrato.
El encargo incluye el suministro de un paquete de apoyo logístico integrado y la formación de las tripulaciones, junto con un periodo de evaluación operativa de los buques por parte de la Armada en la Base de Rota, donde Navantia ofrecerá servicios de apoyo. Además, Navantia formará a un centenar de ingenieros saudíes.
Este contrato supone unos cuatro millones de horas de trabajo para la Bahía de Cádiz, “generando un impacto de hasta 2.000 empleos (empleo directo, indirecto e inducido)”, se resalta en el comunicado remitido a DIARIO Bahía de Cádiz.
El acto de firma, celebrado en Riad, ha contado con la presencia del presidente de Navantia, Ricardo Domínguez, y del comandante de la Marina Real Saudí, almirante Mohamed Alghuraybi; además del ministro Adjunto de Defensa para Asuntos Ejecutivos de Arabia Saudí, Khaled Al Biyari; el embajador de España en Arabia Saudí, Jorge Hevia; y el director general de Armamento y Material del Ministerio de Defensa español, Almirante Aniceto Rosique, entre otras autoridades.
“CORBETAS DE ÚLTIMA GENERACIÓN”
Esta segunda serie de tres corbetas para Arabia Saudí será idéntica a la primera serie, con un diseño basado en el modelo Avante 2200 de Navantia, un buque polivalente especialmente diseñado para las misiones de vigilancia y control del tráfico marítimo, misiones de búsqueda y rescate y asistencia a otros buques, entre otras.
Además, los buques tendrán una importante capacidad para la defensa de activos estratégicos, de inteligencia y capacidad antisubmarina, antiaérea, antisuperficie y de guerra electrónica.
El diseño de las corbetas es de última generación, maximizando a la vez la participación de Navantia, incorporando productos propios como el sistema de combate HAZEM, a través de la joint venture SAMINavantia, el sistema de comunicaciones integradas HERMESYS, la dirección de tiro DORNA, el Sistema Integrado de Control de Plataforma, el puente integrado MINERVA, los motores propulsores, bajo licencia de MTU, los grupos diésel generadores, y las cajas reductoras, bajo licencia de Schelde.
Esta corbeta tiene una eslora de 104 metros, una manga de 14 y capacidad para transportar a un total de 102 personas entre tripulación y pasaje.
Por último, la unidad de negocio de Reparaciones de Navantia participará también en el programa con los trabajos a realizar durante las varadas de las corbetas en San Fernando.
El anterior contrato con Arabia Saudí (negociado desde 2015) se firmó en verano de 2018 “el mayor de la historia” de los astilleros españoles con un cliente extranjero (valorado en 1.800 millones de euros), y supuso la construcción de cinco corbetas, principalmente dando faena a la antigua Bazán.
Y cumpliendo los plazos, Navantia entregó en marzo de este 2024 la última de las contratadas inicialmente, bautizada como Unayzah. En global, los cinco buques sumaron una carga de trabajo de alrededor de siete millones de horas que, traducido a empleo, fueron unos 6.000 anuales durante cinco años.