La Policía Nacional ha detenido en San Fernando a un hombre acusado de delitos de corrupción de menores y contra la intimidad. Este técnico de laboratorio adscrito a la Facultad de Medicina de la Universidad de Cádiz poseía “miles” de fotografías y videos de contenido pedófilo en su ordenador y otros dispositivos de almacenamiento de archivos, “apareciendo en los mismos menores con un marcado carácter sexual”.
Los agentes comenzaron la investigación hace más de tres meses a raíz de una información remitida por la Unidad Central de Ciberdelincuencia de la Comisaría General de Policía Judicial.
A partir de ahí, según se detalla en el comunicado remitido a DIARIO Bahía de Cádiz, se llevaron a cabo todas las gestiones para averiguar qué persona estaba haciendo uso de la dirección IP en la fecha y hora exacta en la que se efectuaron las descargas de pornografía infantil. Así, se pudo llegar a un domicilio en San Fernando; “tras una ardua labor de investigación se logró identificar a su morador”, se añade.
Tras recabar suficientes pruebas, la Policía Nacional solicitó al juzgado mandamiento de entrada y registro en la casa. Entonces se detuvo a esta persona, y se confirmaron esas numerosas pruebas incriminatorias determinantes para imputarle un delito de corrupción de menores, en la modalidad de tenencia de archivos de pornografía infantil, pero también en la modalidad de elaboración de dicho contenido, ya que utilizaba a menores de edad con tal fin. Durante dicho registro se intervinieron multitud de tarjetas de memoria, discos duros, ordenadores, pendrives, Tablet y teléfonos móviles.
TAMBIÉN GRABACIONES A PERSONAS CERCANAS
Durante el examen de ese material intervenido, los agentes también hallaron “algo inesperado y sorprendente”, ya que además de localizarse miles de fotografías y vídeos de pornografía de menores descargadas desde web pedófilas, “pudo saberse que el detenido había realizado multitud de grabaciones de sus compañeros de trabajo sin su consentimiento”.
Grabaciones en las que eran captados en momentos íntimos, normalmente en el cuarto de baño de la Universidad y en las que quedaban al descubierto su partes íntimas.
Dichos videos habían sido obtenidos mediante pequeños dispositivos de grabación que había instalado “desde hacía varios años”, y gracias a los cuáles pudo captar a “cientos de víctimas en momentos de su esfera privada”, cuando iban al baño.
Pero no se quedaba ahí la conducta del ya detenido, ya que no sólo grababa a sus compañeros de trabajo y alumnos de la Facultad de Medicina de Cádiz; “también realizaba dichas acciones con personas de su entorno familiar, a los cuáles igualmente, valiéndose de la relación de confianza con los mismos, les había colocado pequeños dispositivos de grabación en lugares de intimidad de sus domicilios, los cuáles le permitieron captar imágenes comprometidas de los mismos”.
Una vez finalizadas las diligencias policiales, el detenido fue puesto a disposición judicial, que ya ha decretado su ingreso en prisión. La investigación ha estado a cargo de agentes del Grupo de Delitos Tecnológicos de la Comisaria isleña.