El centro de salud Dr. Joaquín Pece de San Fernando, en La Ardila, ha registrado un episodio de agresión, al que tuvo incluso que acudir la Policía Nacional. Al respecto, el Distrito de Atención Primaria Bahía de Cádiz-La Janda ha activado su Plan de Prevención de Agresiones.
Los hechos sucedían el pasado viernes día 12, cuando una mujer “empujó, golpeó, amenazó e insultó” a una enfermera de este ambulatorio, que estaba asistiendo a una paciente; quería que le atendiera y le tomara la tensión “porque tenía prisa”.
La agresora fue detenida el sábado, tras la denuncia presentada por la profesional, que recibió la primera asistencia sanitaria en su propio centro de salud. Mientras, el Distrito Sanitario dice haber puesto a su disposición “todos los recursos necesarios” (entre ellos asesoramiento legal y apoyo psicológico), al tiempo que condena públicamente estos hechos.
Del mismo modo, la delegada territorial de Salud y Consumo de la Junta en Cádiz, Eva Pajares, se ha sumado a lamentar lo sucedido y también ha mostrado su apoyo a esta enfermera, así como al resto de personal sanitario, se destaca en el comunicado remitido a DIARIO Bahía de Cádiz.
UN DELITO DE ATENTADO CON PENAS INCLUSO DE CÁRCEL
La agresión física o intimidación grave contra personal sanitario en el ejercicio de su función pública asistencial viene siendo considerada como delito de atentado por los tribunales de justicia, y así se han dictado sentencias en estos casos, castigándose con penas de uno a tres años de prisión. De hecho, sin salir de la provincia gaditana, se resalta que una reciente sentencia, de finales de marzo, ha condenado a una mujer a penas de prisión, orden de alejamiento y multa económica por una agresión de carácter verbal a una médica del centro de salud Barrio Alto de Sanlúcar.
El Servicio Andaluz de Salud (SAS) cuenta en la teoría con diversos instrumentos de lucha contra esta lacra incluidos en el Plan de Prevención y Atención a las Agresiones, como la creación de la figura del ‘profesional guía’, la implantación de canales ágiles y rápidos para que la víctima de una agresión ya sea verbal o física, no esté sola momentos después de sufrirla; atención psicológica durante el tiempo que sea necesario; o el refuerzo de las medidas de seguridad en los centros sanitarios y las condiciones de seguridad en los lugares de trabajo.
Otro de los instrumentos del plan es la comisión provincial contra las agresiones a profesionales de centros sanitarios, que pretende encontrar puntos de mejora que redunden en una disminución de los ataques físicos o verbales.