San Fernando, azotada también por la DANA que ha descargado en los últimos días sobre España, afortunadamente sin sufrir las consecuencias catastróficas vividas en tierras valencianas, va a ponerse manos a la obra para estudiar medidas que contribuyan a afrontar mejor los temporales y fuertes lluvias.
Y es que la ciudad, cada vez que se suceden precipitaciones de cierta intensidad, continúa padeciendo anegaciones e inundaciones en determinados puntos como la barriada Diputación, La Bazán, la Almadraba, Buen Pastor-San Onofre, San Marcos, Pery Junquera…
En este sentido, en un breve comunicado remitido a DIARIO Bahía de Cádiz se avanza que el Ayuntamiento isleño celebra ya esta semana la primera de las reuniones previstas para elaborar un dossier de actuaciones que recoja soluciones y medidas a corto, medio y largo plazo que se puedan adoptar a nivel local “para mejorar la capacidad de contención ante lluvias y temporales de alta intensidad como la DANA, especialmente de las zonas con más problemas en la ciudad”.
“La situación de emergencia climática actual hace necesario prepararnos ante temporales naturales con niveles de intensidad muy alta y peligrosos que, por desgracia, serán cada vez más frecuentes y probables en cualquier época del año”, se alerta. Y ante ello, el equipo de Gobierno liderado por Patricia Cavada dice querer dar una respuesta “lo antes posible” y aplicar “soluciones que se hayan desarrollado en otras ciudades del mundo con éxito”.
CON EL ASESORAMIENTO DE EXPERTOS Y DE VECINOS AFECTADOS
El documento se va a realizar con el asesoramiento de expertos, empresas especializadas, técnicos municipales y se abrirá también al conocimiento y las aportaciones de los vecinos de las zonas generalmente más afectadas por la propia orografía de La Isla, rodeada de caños y marismas.
Entre las medidas que se barajan están las referidas a obras de intervención como aliviaderos estratégicos exclusivos para las zonas más deprimidas, ampliar su capacidad de la red, la creación de balsas de agua localizadas, medidas de canalización del agua en momentos de alta intensidad de lluvia, la ampliación de los recursos técnicos y humanos de actuación ante una emergencia, la contratación de empresas externas para la actuación en momentos de riesgo y necesidad, la dotación a los vecinos de material de autoprotección, así como la formación de toda la ciudad y zonas de riesgo ante situaciones de emergencia.