El astillero de Navantia San Fernando ha procedido el miércoles al corte de la primera chapa de la quinta corbeta para Arabia Saudí, cuyo nombre será Unayzah, y que será además la construcción 550 de la planta isleña (que ejecuta la mayor parte de la faena vinculada a este histórico contrato de cinco unidades).
Este corte de chapa supone la continuidad del programa de construcción de las controvertidas corbetas para dicho país de Oriente Próximo, donde no se respetan los derechos humanos, en los plazos programados tras el impacto que ha tenido la pandemia del coronavirus en toda la actividad (Navantia estuvo paralizada alrededor de dos meses durante el estado de alarma).
Se trata, además, de un hito importante previo al acto de botadura de la construcción 546 (se pensaba botar en abril, pero este primer barco de guerra para Arabía se echará a la mar este miércoles 22,) y con la 547 muy avanzada ya en la grada del astillero (de hecho, se quiere poner a flote antes de 2021). La entrega de la primera corbeta se prevé para octubre del año que viene, y a partir de ahí, el resto se irán entregando a la Marina Saudí cada cuatro meses.
El primer bloque en cortarse del último de los cinco buques contratados ha correspondido al 401 de la cámara de máquinas. Según informan desde Navantia en un comunicado remitido a DIARIO Bahía de Cádiz, estuvieron presentes en este acto la Project Control Office (PCO) de la Armada saudita (RSNF), liderada por el capitán Abdullah Salem Alshehri; el commander Abdullah Saad AlAhmadi y todo su equipo. Además, asistieron representantes de la Inspección de Construcciones (ICODIZ), además de buena parte del equipo del programa AVT2200, encabezado por Vicente Martínez, representando a la empresa pública naval.
MÁS DE 6.000 EMPLEOS ANUALES
Este contrato (que alcanza un importe de 1.800 millones de euros y representa la mayor de la historia de los astilleros públicos españoles con un cliente extranjero), en vigor desde noviembre de 2018 (se estaba negociando desde 2015), supone una carga de trabajo global de alrededor de siete millones de horas que, traducido a empleo, alcanza en teoría la cifra de 6.000 anualmente durante cinco años, De estos, más de 1.100 son de la propia plantilla, más de 1.800 empleados de contratas, y más de 3.000 indirectos generados por otros suministradores. Serán más de 100 las empresas auxiliares que colaboren en el mismo.
El programa incluye, además de la construcción, el apoyo al ciclo de vida durante cinco años, desde la entrega del primer buque, con opción a otros cinco años adicionales.
El diseño de las corbetas es de última generación (basadas en el Avante 2200, como las que se construyeron años atrás para Venezuela), maximizando a la vez la participación de Navantia mediante la incorporación de productos propios, como el sistema de combate CATIZ, el sistema de comunicaciones integradas HERMESYS, la dirección de tiro DORNA, el Sistema Integrado de Control de Plataforma, el puente integrado MINERVA y los motores y las cajas reductoras.
Por otro lado, lo negociado con Arabia Saudí también incluye el suministro de varios servicios tales como, apoyo logístico integrado, adiestramiento operacional y de mantenimiento, suministro de centros de formación y adiestramiento para el sistema de combate y sistema de control de plataforma de los buques, y los sistemas para el mantenimiento de los buques en la Base Naval.