La Real Marina Saudí ya tiene en su poder la primera de las cinco corbetas contratadas a Navantia y construidas en la Bahía de Cádiz (todas ya botadas). En la mañana de este jueves se ha formalizado la entrega de este buque de guerra en un acto celebrado en las instalaciones militares de La Carraca, en San Fernando, junto al propio astillero público. La última corbeta de este polémico programa (no hay que olvidar que en Arabia Saudí no se cumplen los derechos humanos) deberá estar lista en año 2024.
Al-Jubail (así es como se bautizó en julio de 2020 en su botadura) ha sido entregada ya totalmente equipada tres años después del corte de su primera chapa (enero de 2019) y después de haber superado con éxito las pruebas de mar realizadas en aguas gaditanas durante los últimos meses. En ellas se ha comprobado el buen funcionamiento tanto de la plataforma como de los distintos sistemas, con el objetivo de demostrar el cumplimiento de los requisitos especificados en el contrato del buque.
A este acto de entrega de la construcción 546 de la antigua Bazán han asistido el comandante de la Marina saudí, vicealmirante Fahad Bin Abdullah Al-Ghofaily; el Almirante Jefe de Estado Mayor de la Armada española, Antonio Martorell; la secretaria de Estado de Comercio, Xiana Méndez; el secretario general de Industria y Pymes, Raül Blanco; y el CEO de SAMI, Walid Abukhaled; además del presidente de Navantia, Ricardo Domínguez; el delegado del Gobierno en Andalucía, Pedro Fernández; y el subdelegado del Gobierno en Cádiz, entre otros.
Según relatan desde Navantia en el comunicado remitido a DIARIO Bahía de Cádiz, la ceremonia se ha desarrollado conforme al protocolo militar. La comisión mixta de inspección (formada por miembros de la Real Marina Saudí y de Navantia) ha subido a bordo de la corbeta para realizar la preceptiva revisión. A su término se ha procedido al izado de la bandera del buque, tras lo que la Marina Saudí ha transferido el mando de la corbeta al comandante de Al-Jubail. Asimismo, el presidente de Navantia ha entregado al vicealmirante Al-Ghofaily la campana del barco como regalo institucional.
La corbeta Al-Jubail tiene una eslora de 104 metros, una manga de 14 y es capaz de transportar a un total de 102 personas entre tripulación y pasaje. Alcanza una velocidad máxima de 27 nudos y, entre otros aspectos, tiene capacidad para llevar a bordo provisiones para 21 días.
El diseño de estas corbetas de guerra (basadas en el Avante 2200, como las que se construyeron años atrás para Venezuela) es de última generación, maximizando a la vez la participación de Navantia mediante la incorporación de productos propios, como el sistema de combate CATIZ, el sistema de comunicaciones integradas HERMESYS, la dirección de tiro DORNA, el Sistema Integrado de Control de Plataforma y el puente integrado MINERVA, junto con otros equipos desarrollados por la empresa naval española bajo licencia, como los motores de MTU o las cajas reductoras de RENK. Están adaptadas a los requerimientos de Arabia Saudí, “ofreciendo prestaciones avanzadas, un excelente comportamiento en el mar, alta capacidad de supervivencia y capacidad de operación a temperaturas extremas”.
RECONOCIMIENTO AL “TESÓN Y ESFUERZO” DE LOS TRABAJADORES DE NAVANTIA Y CONTRATAS
Precisamente Domínguez, en su discurso, ha declarado el orgullo por “la gran tarea realizada por el astillero, la cooperación recibida de todos los contratistas y proveedores y la colaboración de los oficiales dedicados al programa tanto en San Fernando como en Arabia Saudí”. Además, ha trasladado su reconocimiento a la plantilla de Navantia y de contratas por su “tesón y esfuerzo”, que ha permitido cumplir el encargo “con los plazos establecidos pese a los múltiples desafíos”.
“No tengo ninguna duda de que este buque va a ser un referente internacional en su clase y un claro ejemplo de producto de vanguardia”, ha señalado el presidente de la empresa estatal, además de recalcar el agradecimiento al Ministerio de Industria, Comercio y Turismo por su apoyo al programa.
Mientras, el vicealmirante Al-Ghofaily ha destacado que este ambicioso contrato subraya las “sólidas y duraderas relaciones estratégicas” entre los dos países y ha elogiado el compromiso de Navantia para entregar en el plazo previsto una corbeta de última generación. Así, ha apostillado que Al-Jubail ya es el buque de combate de superficie más avanzado tecnológicamente de Arabia Saudí, una monarquía absolutista.
Además, el CEO de SAMI (Saudi Arabian Military Industries, empresa de defensa saudí de propiedad estatal) ha incidido en que este momento demuestra “nuestro éxito en la colaboración con los principales suministradores mundiales para servir a las fuerzas armadas de Arabia Saudí”. “Estamos seguros de que este buque será una incorporación clave a la capacidad de defensa del Reino”, ha aseverado Walid Abukhaled.
También ha hablado en esta ceremonia, representando al Gobierno de España, la secretaria de Estado de Comercio, que ha puesto en valor el apoyo del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo a la industria naval española a través de diversas herramientas. Y el Secretario General de Industria y Pyme ha trasladado en su perorata la importancia de potenciar la industria naval y de defensa española en un entorno global incierto, y de trabajar en alianzas sólidas con países aliados.
UN CONTRATO HISTÓRICO
Este contrato alcanza en global un importe de 1.800 millones de euros y representa el mayor de la historia de los astilleros públicos españoles con un cliente extranjero; está en vigor desde noviembre de 2018 (y negociado desde 2015), y “beneficia a todos los astilleros de la compañía”.
Navantia ha botado ya las cinco unidades con una cadencia de cuatro meses entre cada una de ellas, lo que supone lograr este hito en un tiempo récord de tres años. El último barco en tocar agua fue el Unayzah, en diciembre de 2021. De forma paralela, alrededor de 500 tripulantes de estas corbetas completan el proceso de formación y capacitación en el Navantia Training Centre (NTC) en San Fernando.
En la teoría, supone una carga de trabajo de alrededor de siete millones de horas que, traducido a empleo, son unos 6.000 anualmente durante cinco años, De estos, más de 1.100 son empleados directos, más de 1.800 de contratas y más de 3.000 empleados indirectos generados por otros suministradores. Serán más de 100 las empresas auxiliares que colaboren en este proyecto.
El programa, cuyo último buque deberá ser entregado en el año 2024, incluye, además de la construcción, el suministro de varios servicios tales como, apoyo logístico integrado, adiestramiento operacional y de mantenimiento, suministro de centros de formación y adiestramiento para el sistema de combate y sistema de control de plataforma de los buques, y los sistemas para el mantenimiento de los buques en la Base Naval de Jeddah. Sin olvidar el apoyo al ciclo de vida durante cinco años, desde la entrega del primer buque, con opción a otros cinco años adicionales.