La Plataforma Andaluza contra las Bases Militares convocaba este domingo una nueva Marcha a Rota, la número 30, que se desarrollaba ni pasados siete meses de la última, celebrada a principios de noviembre. Finalmente unas 400 personas, según los propios convocantes, se sumaron a esta protesta bajo el lema ‘Trabajo y dignidad, sí. Negocio de la guerra, no’. En el manifiesto final se hacía un llamamiento “a oponerse al militarismo galopante que estas bases representan, el cual es un exponente más de la violencia de los poderosos contra el pueblo y su voluntad de transformación social”.
La Plataforma Andaluza contra las Bases Militares y demás colectivos adheridos a la misma, convocaron en el domingo 31 de mayo una nueva Marcha a Rota, la número 30, que se desarrollaba ni pasados siete meses de la última, celebrada a principios de noviembre. Finalmente unas 400 personas, según los propios convocantes, se sumaron a esta protesta bajo el lema ‘Trabajo y dignidad, sí. Negocio de la guerra, no’, que partía sobre el mediodía del Parque Calderón, en El Puerto de Santa María, camino de una de las entradas a la base militar.
Una vez en Rota, intervenía el periodista y escritor Juan José Téllez, y el activista jerezano Ciro Morales -condenado a tres años de prisión tras una protesta en el Parlamento de Catalunya en 2011- leía el comunicado final.
Los motivos para venir a la Marcha a Rota “han crecido exponencialmente en estos últimos años. La guerra y la violencia desatada por los poderosos (por ejemplo en el caso del apoyo USA a la dictadura militar en Egipto), sus multimillonarios gastos militares y su inmensa irresponsabilidad a la hora de gestionar sus armas de destrucción masiva (ahora prohibiendo a Irán que se una a su club atómico), su frialdad inhumana al permitir masacres como las que tienen lugar en tantos países del mundo (Palestina entre ellos), todo esto y más sigue su ignominioso curso desde instalaciones reforzadas, ampliadas y recrudecidas como son la base aeronaval de Rota, la base aérea de Morón de la Frontera y la base nuclear naval de Gibraltar”, afirma el manifiesto preparado para la ocasión recogido por DIARIO Bahía de Cádiz.
En el mismo se señala que las “concesiones” del Gobierno central de Rajoy “al belicismo norteamericano son no ya escandalosas, sino un acontecimiento histórico de indignidad política y humana cuyo hondo calado quizás se nos escapa, de tan negativo, en estos convulsos momentos. Con un ridículo y peligroso yihadismo hasta en la sopa pretenden nuestros temibles gobernantes ocultar sus incontables truculencias y convencernos de que solo la estrategia de sus ‘humanitarios’ ejércitos puede controlar este mundo que ellos mantienen desangrado y a la deriva”.
“Nuestros ojos no dan abasto –añade este comunicado- al constatar un pasmoso aumento de marines en la base aérea de Morón cuando, al día siguiente, ya pueden, también, ver la llegada de un buque de misiles más al puerto de Rota. Nuestro corazón no ha dejado de temblar al comprobar una vez más el humillante comportamiento militarista del PSOE de Andalucía, permitiendo las bases y fomentando la industria militar en Sevilla, Cádiz, Málaga, etc., cuando casi justo al día siguiente, de nuevo, nuestro corazón se sobrecoge al constatar cómo el PP compra un puesto entre los miembros no permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU a cambio de una nueva versión del convenio bilateral con la que no tardará mucho en sorprendernos para lo peor. Personajes funestos, oscuros e implicados en el comercio internacional de armas, como es el caso del Ministro de Defensa señor Pedro Morenés, no dejan de sorprendernos diariamente con sus escabrosos movimientos de tropas en Malí, en Líbano, en Irak… La apuesta del PSOE y del PP por el militarismo no tiene freno”.
“Al venenoso compás de la peor globalización económica que cabía esperar; sufriendo el ritmo de la falta de empleo generalizada en toda Europa; aturdidos por la música en nuestros oídos de los cartuchos de dinamita que han caído sobre los recursos públicos (salud, educación, vivienda…) y las potencialidades sociales; con el vertiginoso soniquete de la más descarada represión política sobre nuestras espaldas; con toda esta música de la desesperanza jaleando los telediarios y vaciando nuestros bolsillos, el PP ha dado muchos pasos, con un gran descaro, en dirección al belicismo como única propuesta para desenvolverse en el ámbito de las relaciones internacionales, ha destruido casi todo signo de solidaridad y de cooperación internacional, y ha entregado sin más la soberanía nacional del estado español al Pentágono”, lamentan desde la Plataforma Andaluza contra las Bases Militares.
Y se entiende que el sustancial reforzamiento militar de las bases de Rota, Morón y Gibraltar “es el resultado más tangible de todo este proceso de galopante derechización y de destrucción de los derechos humanos al que asistimos. Pero, en términos generales, es un proceso multifacético, intenso, globalizado y creciente -de gravísimas repercusiones medioambientales, sociales y económicas- al que debemos resistirnos con toda nuestra energía, es decir, con la energía de la Paz y de la Solidaridad Internacional”.
Porque, se argumenta, “lo que nosotros venimos a reivindicar a estas marchas contra las Bases no es solamente su inmediato desmantelamiento y su sustitución por otras actividades económicas constructivas y útiles para la población, sino también, y sobre todo, la puesta en marcha de políticas internacionales no basadas en la fuerza militar, en la extorsión, en el robo de los recursos de los países del sur, en la criminalización de las resistencias pacíficas, activas, desobedientes y noviolentas que está teniendo lugar en todas partes, etc. Es la guerra organizada desde arriba y la sórdida violencia desatada hacia los de abajo como únicas forma viables, según los poderosos, de las relaciones internacionales, lo que nosotros, en esta Marcha a Rota, exigimos que cambie. Y sí podemos provocar este cambio si denunciamos en voz bien alta que el resultado del militarismo es la muerte para la esperanza, para la dignidad de los pueblos, para los derechos humanos, para la interculturalidad. Es posible cambiar las cosas si, todos juntos, todas juntas, seguimos desarrollando alternativas a nuevos engendros del neoliberalismo como el Tratado Trasatlántico de Libre Comercio, con todos los desórdenes contra la sociedad y contra el medio ambiente que ese instrumento del capitalismo significaría si lo dejamos prosperar”.
Y encima, en el ámbito local “sabemos que las bases de Rota, Morón y Gibraltar ya no dan empleo ni significan ninguna ayuda económica para Andalucía ni para los países del norte de África”, se afirma en este manifiesto. Y es que “los numerosos y continuados despidos, la imposibilidad de que por ejemplo el Ayuntamiento de Rota cobre el IBI a la Base, el peligro que estas instalaciones significa para la sociedad civil, su freno (por diversas servidumbres militares) al desarrollo económico de la zona, etc., dejan muy claro la clase de peligrosa rémora en que estas mortíferas instalaciones se han convertido”.
Además, se vuelve a denunciar un año más que “el escudo antimisiles es un arma ofensiva que aumenta el peligro de guerras; que desde las bases de Rota, Morón y Gibraltar, se están ejecutando peligrosos movimientos militares contra Rusia en el contencioso de Ucrania; que desde estas bases se está operando en conflictos como el sirio, el libio y el palestino. Y porque creemos en la Paz, en el Desarme y en la Solidaridad Internacional, denunciamos también la preparación, tomando como uno de los centros operativos estas tres bases en suelo andaluz, del gran ejercicio internacional de la OTAN Trident Juncture 2015 en octubre y noviembre próximos”.
Por todo ello se hace un llamamiento “a toda la ciudadanía y a todas las organizaciones sociales y políticas a oponerse al militarismo galopante que estas bases representan, el cual es un exponente más de la violencia de los poderosos contra el pueblo y su voluntad de transformación social”.
30 AÑOS GRITANDO “BASES NO, OTAN FUERA”
Desde 1984 se lleva a cabo anualmente esta manifestación, un proyecto-reivindicación de los movimientos pacifistas, sindical, feminista, político de la izquierda de Andalucía que tuvo su eclosión en 1986 coincidiendo con el referéndum sobre la permanencia de España en la OTAN. Otros momentos claves fueron 1991, durante la primera Guerra del Golfo (con el envío de unidades españolas a la zona y el momento álgido de la campaña de insumisión); 1997, cuando el primer gobierno Aznar decide que el Estado español ingrese en la Estructura Militar Integrada de la Alianza Atlántica, violando así el resultado del referéndum de 1986; y 2003, con el inicio de la invasión militar de Irak por parte de EEUU y Reino Unido.
El convenio de Defensa y ayuda Económica Mutua fue firmado por los gobiernos de España y los EEUU el 26 de septiembre de 1953 con una vigencia inicial de 10 años, que sería sucesivamente prorrogado hasta ahora, que se prolonga anualmente. Uno de los puntos de este primer acuerdo es el establecimiento en el territorio español de un sistema de bases permanentes de uso conjunto pero bajo mando español. Sin embargo, en el mismo texto se reconoce la existencia de zonas de uso exclusivo de EEUU que, en la práctica, se han convertido en zonas secretas cuya utilización es desconocida para los mandos españoles de las bases. Ahora se ha modificado para permitir el despliegue de cuatro destructores de la Marina estadounidense, integrando esta instalación compartida por ambos países en el cuestionado escudo antimisiles de la OTAN, que se ‘vende’ como un presunto bien económico y social para la Bahía de Cádiz, mientras se esconde que convierte un poco más a la zona en objetivo militar.
La base roteña comienza a construirse en abril de 1955, sobre 2.400 hectáreas en una zona de costa entre los términos municipales de Rota y El Puerto, frente a la Bahía, a 90 kilómetros del estrecho de Gibraltar. Está rodeada valla metálica y una carretera de circunvalación de 26 kilómetros de perímetro.
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