Prácticamente por unanimidad, la plantilla de la concesionaria de los servicios del aeropuerto de la Base Naval de Rota ha decidido retomar las movilizaciones contra la empresa estadounidense a la que se le volvió a adjudicar este contrato, la polémica Louis Berger Aircraft Services.
Los trabajadores fueron consultados en asamblea el pasado 18 de agosto acerca de la intención de continuar o no en la lucha, una vez que el comité de empresa ha lamentado la “retirada unilateral” de Louis Berger de la mesa para abordar el convenio colectivo “apenas tres días después del comienzo de las negociaciones, sin entregar ninguna propuesta por su parte y sin cumplir con el calendario de negociaciones propuesto por ellos mismos”.
“El resultado fue que los trabajadores no se rinden, seguirán en la lucha, con más fuerza que nunca y secundando todas las medidas de movilización, demostrando una vez más, que la unidad es la mayor fuerza que este colectivo posee para hacer frente a lo que consideran un atropello contra sus derechos laborales”, se remarca en el comunicado remitido a DIARIO Bahía de Cádiz desde CCOO.
Entre las medidas de movilización propuestas por el comité se encuentran: “aumentar de cinco días a siete días la huelga indefinida que se mantiene convocada desde hace algo menos de cinco años”; concentraciones en la puerta del control de acceso a la Base Naval, manifestaciones organizadas, publicaciones en prensa, radio y televisión, y una ronda de entrevistas con los principales organismos públicos “para exponerles de nuevo toda la problemática”.
“UN CONFLICTO LABORAL NUNCA ANTES VISTO EN NUESTRA DEMOCRACIA”
Estas nuevas movilizaciones tienen una doble finalidad, defienden desde el comité de empresa. En primer lugar, volver dar visibilidad a un conflicto laboral “que lleva demasiado tiempo pendiente de solución”. “Que los organismos públicos competentes tomen de una vez cartas en el asunto y decidan mediar en este conflicto que se extiende ya a más de ocho años, incluyendo una huelga indefinida que va camino de los cinco años. Un conflicto laboral nunca antes visto en nuestra actual democracia”.
Y en segundo lugar, con estas protestas se va intentar que la empresa concesionaria Louis Berger “abandone su postura impositiva e intransigente y se siente de nuevo a la mesa de negociación”. “Desde este comité seguimos manteniendo nuestra postura de dialogo y negociación, el único camino que entendemos, puede dar lugar a una solución. Por nuestra parte estamos dispuestos a sentarnos el tiempo que haga falta para resolverlo”, se sentencia.