Ante las noticias sobre la petición de EEUU al Gobierno de España para que el contingente de soldados que enviará a África occidental para luchar contra la epidemia de ébola hagan escala en las bases militares de Morón y Rota, el Ayuntamiento roteño y la Junta de Andalucía reclaman al Ministerio de Defensa español información sobre este asunto. La alcaldesa Eva Corrales dice querer estas aclaraciones para la tranquilidad de sus vecinos. IU en El Puerto también pide información.
Ante las noticias sobre la petición de EEUU al Gobierno de España para que el contingente de soldados que enviará a Sierra Leona (África) para luchar contra la epidemia de ébola hagan escala en las bases militares de Morón y Rota, el Ayuntamiento roteño solicita al Ministerio de Defensa español información sobre este asunto, ya que solo tiene conocimiento a través de los medios de comunicación.
La alcaldesa, Eva Corrales, reclama al Gobierno central que si se atiende la petición de EEUU, traslade de inmediato al Consistorio toda la información necesaria sobre la operación, así como los dispositivos especiales y protocolos que se pongan en marcha dentro del recinto militar.
Este Ayuntamiento, en una nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz, insiste en que el Gobierno español debe comunicarle “de manera directa” los términos de esta operación, que afecta a la Base Naval ubicada en un tercio del término municipal roteño, de manera que la administración local pueda contar con toda la información para la tranquilidad de todos sus ciudadanos, así como de los que trabajan en estas instalaciones militares.
En el mismo sentido, el delegado del Gobierno andaluz en Cádiz, Fernando López Gil, ha reconocido que la Junta de Andalucía tampoco tiene noticias al respecto y considera que dada su “importancia” Defensa también debe informar “de forma urgente” a la administración regional.
IU EN EL PUERTO TAMBIÉN DEMANDA INFORMACIÓN
Y de la misma manera, desde IU en El Puerto, el concejal Julio Acale ha solicitado por escrito al alcalde de la ciudad, Alfonso Candón, información sobre dicha petición de EEUU al Gobierno de España.
Acale ha mostrado la “preocupación” de la coalición ante las noticias que apuntan en esta dirección “porque no olvidemos que una parte importante de la Base militar de Rota se encuentra en el término municipal de El Puerto”.
De este modo, los izquierdistas se han dirigido a Candón “en calidad de alcalde y portavoz adjunto de la comisión de Defensa del Congreso de los Diputados, para que nos corrobore la veracidad de esta información y nos informe si el equipo de Gobierno piensa plantear al Gobierno central algún tipo de medida para proteger a la población de la ciudad”.
De la misma manera, se le pide al primer edil del PP que solicite al Ejecutivo toda la información necesaria sobre la operación, “los dispositivos especiales y protocolos que se pongan en marcha dentro del recinto militar, así como el dispositivo sanitario especial para evitar cualquier posibilidad de contagio en la población de nuestra localidad”.
ÉBOLA
Causa: enfermedad contagiosa.
Efecto: contagio. ¡De cajón!
José Sánchez Fernández de Córdoba
Soy malagueño pero roteño por adopción y mi familia, esposa e hijos muy arraigada a Rota, y es mi expreso deseo intentar defender a los ciudadanos de mi querida Villa de Rota aportando un granito de arena.
No soy técnico en medicina pero generalmente toda causa tiene su efecto correspondiente y hace mucho tiempo manifesté que un enfermo con una enfermedad contagiosa producida por un virus que no cura la penicilina, ni sus derivados, ni ningún otro medicamento porque no pueden actuar contra el virus que produce una enfermedad de la que se desconoce totalmente un protocolo eficaz de tratamiento para combatirla y no se puede sanar al enfermo, lo más probable es que, más temprano que tarde, se produzca un contagio y, por tanto, es un presunto desatino introducir el foco infeccioso en un país totalmente aséptico y sano y dar lugar a que exista la posibilidad de un contagio masivo, que es lo que ha ocurrido en los países africanos.
El primer caso de ÉBOLA que se confirmó fuera de África se detectó precisamente en nuestro país, presunta y actualmente el peor sitio del mundo para analizar serena, sosegadamente y con sentido común un tema brotado de tan profundo calado y con tan enorme dañina repercusión para los ciudadanos.
Hasta el momento, los episodios sospechosos de contagio de la enfermedad se han tratado con una peligrosa y dolosa improvisación, a los resultados me remito, pues sencillamente ha sido una presunta irresponsabilidad y ha demostrado ineptidud e impericia, es decir NPI (No Por Inteligencia), presuntamente cometida por los máximos y mínimos responsables de la sanidad en nuestro país pues un costosísimo protocolo, pagado por todos los ciudadanos, con la que está cayendo, para evitar el contagio de una enfermedad con peligrosidad de muerte casi segura, jamás debe recaer, bajo ningún concepto, en el último y más débil eslabón de la cadena protocolaria, es decir, en una estricta auxiliar de enfermería o enfermera, como también ha ocurrido y ha sido la causa del alarmante contagio, obviamente con todos mis respetos hacia ellas por su indudable entrega y valentía ya que estas personas son unas verdaderas heroínas, pero que en resumen han ido siendo ineficaces todos los eslabones superiores de la cadena del protocolo, eso ha sido, sin presunciones, axiomático.
Para más “inri, nadie puede conocer o saber, con absoluta certeza, el grado de afección contagiosa que puede desarrollar la aparición del virus maligno en la nueva enfermera infectada en EEUU a los 132 pasajeros que viajaban con ella y que, a la vez, están intentando localizar para situarlos permanentemente hospitalizados en una ICU (Intensive Care Unit), parecida o igual a nuestras UVI/UCI (Unidades de Vigilancia/Cuidados Intensivos) porque todas esas personas podrían estar en sus casas o deambulando por las calles e infectando a no sabemos cuantos mortales más.
Presumo que es preferible y creo que es lo que hay que hacer que la OMS, ayudada por todos los países del mundo, reciba toda la atención necesaria para que ponga todos lo medios a su alcance en los lugares exactos, “in situs”, de los focos infecciosos para ayudar donde existe la epidemia, no en otros sitios, y no dar lugar a enviar, desplazar, transportar o mover ese inicuo y maligno virus a países o lugares totalmente asépticos y sanos, máxime cuando existe la posibilidad, como ha ocurrido, de que la enfermedad se propague y corra como la pólvora convirtiéndose en una pandemia incontrolable, como ha acontecido en los países africanos afectados.
Presuntamente, aquellos responsables de la autorización de trasladar a España a los enfermos de Ébola, que desgraciadamente han fallecido lo mismo que el americano, en aquél momento decisivo sus mentes no estuvieron demasiado iluminadas, ni sus decididos dictámenes demasiado afortunados, ni a la altura de las fatales circunstancias y si volviesen a cometer el mismo presunto error, digamos también presuntamente, sería una arbitraria decisión cercana al supino desconocimiento de su posible fatídico alcance pues existen acontecimientos producidos por mal llamados errores que son muy difíciles de cometer, por no decir imposibles de consumar pues esos errores serían como comer sopa y meterse la cuchara con la sopa por una oreja, cosa dificilísima que se produzca, pero en esta ocasión así ha sido.
Si se mete la “pata” con sacarla no estamos en paz y muchísimo menos volverla a meter, sería necedad, sandez e insensatez o NPI (No Por Inteligentes).
Tampoco basta con pedir perdón y seguir en “sus trece”, sería como lanzar una bomba de racimo y luego pedir perdón por los daños causados.
En base a lo expuesto, con un pensamiento sensato, sereno pero firme sentido común, nuestras bases de Rota (Cádiz) y Morón de la Frontera (Sevilla), bajo ningún concepto, deben ser utilizadas para trasvase de personal, civil o militar, que haya estado en contacto con el pernicioso e infecto Ébola y muchísimo menos para que un enfermo afectado por la pavorosa, temible y terrífica enfermedad pise suelo español, sea en Rota, en Morón, en la Conchinchina o cualquier otro remoto sitio del mundo ya que, si siguen insistiendo en sus presuntas desacertadas decisiones, más temprano que tarde, volverían a provocar más contagios que podrían dejarnos como el Gallo de Morón, sin plumas y cacareando, y por supuesto contaminados con ese maligno e indestructible virus que conduce al contagiado irremisiblemente a padecer una enfermedad incurable que produce, casi irremediablemente, la muerte…