CCOO ha anunciado que va a solicitar al Gobierno central que una empresa “tan conflictiva y nociva” como es la norteamericana Louis Berger Aircraft Services Inc (actualmente gestiona el aeropuerto de la Base Naval de Rota), “no pueda obtener adjudicaciones públicas en centros militares y civiles de España”.
Este sindicato, ante lo que está ocurriendo con la plantilla roteña, resume que se trata de una empresa que “no respeta los acuerdos con sus trabajadores, provoca despidos discrecionalmente e injustamente, no dialoga y actúa de mala fe empresarial, es culpable de la falta de medidas de salud y seguridad de la plantilla, y que se niega continua y sistemáticamente y de forma contumaz a dar información de sus balances económicos, de gestión, y de la carga de trabajo habida en los últimos cinco años en el aeropuerto”.
Además, añaden desde Comisiones, Louis Berger “vulnera las normas de seguridad aérea y de embarque de materias explosiva y desprecia a las autoridades españolas y a la representación de los trabajadores”, por lo que “es a todas luces una empresa social y laboralmente irresponsable e insostenible”.
“HA INSTAURADO UN RÉGIMEN DE TERROR Y COACCIÓN DENTRO DE LA BASE”
Esta firma estadounidense, desde que se adjudicó el contrato de la explotación del aeropuerto militar de Rota, “ha venido sistemáticamente incumpliendo el convenio en vigor desde 2015, lo que ha provocado una gran conflictividad laboral que dura más de dos años y medio con más de cinco huelgas convocadas (actualmente una huelga indefinida), más de 12 sentencias judiciales favorables a los trabajadores y más de 15 actas de la Inspección de Trabajo, también favorables a la plantilla”.
Pese a ello, “incumple sistemáticamente las leyes laborales españolas y provoca persecución contra miembros del comité de empresa, instaurando un régimen de terror y coacción dentro de la Base”.
CCOO relata en una nota remitida a DIARIO Bahía de Cádiz que “los constantes incumplimientos en materia de seguridad en cuanto a cargas y descargas de explosivos, así como la falta de seguridad hacia los trabajadores”, han llevado a diferentes denuncias por parte de las centrales sindicales y del comité de empresa ante las autoridades laborales y civiles: “tal es así, que ha instancia de los trabajadores y de la Inspección de Trabajo, la empresa se ve obligada a encargar un estudio externo de la situación de riesgos psicosociales de la plantilla. Dicho estudio ofrece parámetros de estrés, agotamiento e inseguridad muy alarmantes para la salud y estabilidad de estos”.
Ante este escenario, CCOO y UGT, a través de sus servicios jurídicos, van a pedir al Juzgado número 2 de Jerez, la ejecución de la sentencia que fue dictada favorablemente hacia la pretensión de los trabajadores, y que venía a señalar la nulidad de los cambios de turnos de trabajo y que estos habían sido impuestos incumpliendo lo recogido en el convenio colectivo.
Con este paso, se pretende “volver a los turnos de trabajo acordados en el convenio, ya que suponen adecuar los descansos y la conciliación de la vida laboral y familiar”. Además, “se viene que no están justificados los más de treinta despidos”, se añade.
Y es que Louis Berger ha utilizado los despidos en todos estos meses “como estrategia de terror contra la plantilla a fin de que estos accedan a sus pretensiones de cambios de derechos y salarios del convenio por precariedad y condiciones salariales inasumibles”.
La plantilla actual y operativa de la empresa en la Base de Rota es de 165 personas, “la misma que al inicio del conflicto”, con la salvedad de que los despedidos “han sido sustituidos por otros con condiciones laborales deplorables, abusivas, y muy precarias”.
Es por ello, que las centrales sindicales y el comité de empresa exige a la adjudicataria norteamericana “que readmita a los despedidos, anule las sanciones, abandone su política de persecución y cumpla con las leyes españolas”.